Francisco, al final, viajó en un avión sanitario

Francisco, de tan solo 7 años, finalmente está en Buenos Aires con médicos del hospital Garrahan tratando su enfermedad. Tendría que haber viajado el viernes pasado, pero la incapacidad de una obra social puso en riesgo el tratamiento.
El niño padece hepatitis y su cuadro, desde hace unos días, es muy crítico. Según confirmó su padre, Pablo Góngora, a El Tribuno, el pequeño necesita un transplante de hígado.
"Hoy día (por ayer) al fin nos dieron el horario para el vuelo, viajamos a las 17.45. Desde la obra social no nos dieron ninguna explicación de por qué no viajamos el viernes. Tuvimos que ir con una escribana y un recurso de amparo para que ellos se hagan cargo de la situación. Estuvimos discutiendo un rato, no fue fácil. Tampoco les gustó que hayamos ido a los medios a contar nuestro problema", señaló el padre de Francisco.
El viernes, médicos del Hospital Público Materno Infantil derivaron al niño al hospital Garrahan. Se había autorizado su traslado en un avión sanitario pero, de una manera inexplicable, la obra social que lo atiende, Ospecon, canceló el viaje a último momento. La excusa que pusieron fue que las cenizas del volcán Calbuco impedían que el vuelo se realice.
Pablo Góngora confirmó que el vuelo estaba reservado pero no lo confirmaron. "Son ellos los que tienen que pagar el vuelo, capaz que fue por eso", señaló.
Un llamado esperado
El padre de Francisco contó a este matutino que ayer a la mañana lo llamaron desde la obra social preguntando si el menor había viajado. "Mi señora atendió la llamada y les preguntó si estaban bromeando. Les recordó que ellos cancelaron el viaje por las cenizas, cuando nunca hubo ninguna suspensión de vuelos. Estoy seguro que desde la obra social leyeron en el diario y es por eso que decidieron llamarnos", aclaró Pablo.
El padre de Francisco agregó que desde Ospecon se comunicaron con el hospital Materno Infantil a primera hora de la mañana para que le saquen sangre al niño y le realicen los estudios correspondientes.
"Para que mi hijo pueda viajar tiene que ir con los últimos estudios de sangre. Como el jueves de la semana pasada lo habían derivado de urgencia a Buenos Aires y no viajó, tuvimos que realizarle de vuelta los estudios", contó Pablo.
Como la situación de su hijo es delicada en su desesperación, Pablo intentó viajar en un avión comercial pero, en el estado crítico, Francisco no podía viajar, algo que finalmente se solucionó gracias a la insistencia de sus padres.