inicia sesión o regístrate.
¿Qué me podés contar sobre la nueva convocatoria de Techo?
La construcción que vamos a realizar involucra a más de 300 voluntarios de Salta capital y a 30 familias de los barrios Juan Manuel de Rosas y Floresta. Esta actividad se encuadra dentro de la segunda fase de intervención de Techo, que es dar una respuesta a las necesidades identificadas después de un diagnóstico socioeconómico de las familias.
¿Cuál es el diagnóstico que realizaron?
Nosotros conocemos las historias de las familias y cuáles son sus necesidades, en base a eso trabajamos con ellos. Primero atacamos lo que es la emergencia habitacional y después lo que es el desarrollo comunitario, en donde buscamos soluciones más de fondo.
¿Desde cuando esta Techo en la provincia?
Techo está en Salta desde el 2010. Y en cinco años llevamos intervenidas 13 comunidades en Salta capital, tres comunidades aborígenes en Tartagal y llevamos construidas 416 viviendas de emergencias.
¿Cuáles son los requisitos para inscribirse?
A las familias se les piden tres requisitos. El primero es que participen de dos de las tres asambleas que realizamos junto a todos los vecinos del barrio. En ellas se habla sobre desarrollo comunitario, compromiso con la comunidad, qué es Techo, qué es lo que se va a hacer en los días de construcción y los capacitamos en la construcción de la vivienda.
¿Les dan nociones de construcción?
El segundo requisito es que ellos participen en la construcción de la vivienda.
Y el tercer requisito...
El tercer requisito es que se pague el 7% del costo de la vivienda. Son 820 pesos y lo van pagando como pueden.
¿Por qué le piden ese dinero?
Ahí está el modelo de intervención de Techo. Nosotros no somos asistencialistas, sino solidarios. Esto es un trabajo en conjunto y entendemos que la solución no está en venir y dar las cosas, sino que se consiguen mediante un esfuerzo. Para nosotros quizá 820 pesos no sea mucho, pero para ellos es un montón.
¿Cuál es el costo de la vivienda de emergencia?
Sale aproximadamente 15.000 pesos.
¿Cuál es la finalidad de Techo?
Como las casillas son una solución temporaria, buscamos que las familias no se perpetúen ahí. Nosotros entendemos a estas viviendas de emergencia como un piso, a partir del cual se tiene que empezar a crecer. Básicamente, la vivienda de emergencia tiene una finalidad en sí misma, que es separar a las familias del frío, del calor, de la lluvia, del viento y del piso de barro. Tienen un fin, pero al mismo tiempo dignifican.
¿Cómo dignifica esto?
El trabajo de haberlo conseguido con sus propios medios dignifica a las familias y al mismo tiempo logra una sinergia entre Techo y los vecinos. Esto también genera confianza, que es un pilar fundamental para seguir avanzando.
¿Cuáles son las necesidades más urgentes que tienen los salteños de esas 13 comunidades en las que ya construyeron viviendas?
Cada comunidad es un mundo aparte. Las necesidades más urgentes que tienen pasan por el acceso a los servicios básicos. Todas las comunidades necesitan cloacas, agua y luz. Hoy, una casa está enganchada con cables, que al sol se derriten y se transforman en una trampa mortal. Durante el 2013 nosotros presentamos un relevamiento de asentamientos informales. Techo encontró 147 asentamientos informales en todo lo que es Gran Salta, Tartagal, Orán y Rosario de la Frontera, en donde viven cerca de 18.500 familias.
¿Cuál es el problema que tiene Argentina en su política habitacional?
El problema que hay en Argentina y en la región es que seguimos dándole un enfoque habitacional al problema, cuando el enfoque es mucho más amplio. El enfoque no es solamente de viviendas, sino de gestión y producción sustentable del hábitat y el suelo urbano. La gente va a levantar una casa donde sea, el problema es que falta el suelo urbano donde construir.
¿En la provincia es igual?
En Salta a las políticas públicas habitacionales las encaran desde una visión cuantitativa, que está perfecto porque realmente están faltando 75.000 viviendas en Salta, pero es bastante reducido y limitado ese enfoque. Siguen siendo políticas orientadas a una clase media, pero no hay políticas que estén orientadas a una clase baja. Están orientadas a no entregar casas de llave en mano sino el loteo de tierras fiscales con fines sociales. En Salta se lotean tierras fiscales y se las deja a valor fiscal a personas de bajos ingresos, se les pone dos servicios básicos que por lo general son el agua y la luz, siguen cocinando con garrafa y las cloacas son pozos ciegos. Pero sigue existiendo la precariedad estructural de la vivienda. Hoy para las familias de bajos recursos es imposible que accedan a una tierra o una vivienda digna.
¿Por qué Techo tiene una imagen tan positiva?
Es por la seriedad y la transparencia con la que se encaran todas las cosas que hacemos.
Son una de las ONG que cuenta con más voluntariado. ¿Por qué pensás que se da eso?
Yo siento que el voluntariado es el fin de una etapa y el comienzo de otra. Entienden que la única forma de transformarla es participando en algo. Yo tengo mucha fe que los voluntarios algún día sean nuestros representantes y escriban esa Argentina más justa y democrática con la que soñamos.