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Una oleada de reclamos con cortes en la ruta 34 se hicieron sentir en las últimas semanas en el norte salteño. Esta semana comenzó con un piquete a la altura del acceso a Pichanal y el martes en Ballivián, siempre con el mismo pedido: puestos de trabajo.
La particularidad se dio ayer, cuando cuatro mujeres de Tartagal lograron entrar al obrador de la empresa neuquina Vertúa, en Aguaray, y amenazaron con volar equipos si no se atendían sus exigencias.
Adriana Adanto, Rosa Cruz, Sara Juárez y Marianela Perales, quienes lideraban un grupo de 30 personas, entraron a la base operativa de la constructora que está ubicada en la parte posterior del Escuadrón 54 de Gendarmería Nacional.
Entre gritos y algún intento por permanecer en el lugar, las piqueteras finalmente fueron detenidas por la policía con una orden del fiscal penal, Armando Cazón.
Qué piden
Las mujeres exigen fuentes laborales, de acuerdo a las necesidades y capacidades de la gente de la zona, a la firma que ejecuta la traza norte del gasoducto del NEA.
Es el mismo reclamo que se repite desde mediados de los 90 y que pone el acento en la necesidad de incorporar obreros del lugar.
Los incidentes se iniciaron ayer alrededor de las 8, cuando ingresaron al predio. Las manifestantes impidieron que los empleados salieran al área de operaciones bajo la amenaza de explotar equipos.
En una primera instancia la policía intentó dialogar, pero frente a la intransigencia y el anuncio que no desistirían, pasadas las 15 fueron detenidas y puestas a disposición de la Justicia. Todas fueron alojadas en la Comisaría de la Mujer en Tartagal, donde permanecen hasta que sean indagadas por el fiscal.
Luego de ser detenidas, el resto del grupo que las acompañaba decidió retirarse del lugar. Cazón precisó: "Tratándose de mujeres, la policía tomó las precauciones y filmó todo el operativo y las detenciones se hicieron conforme a derecho. El procedimiento estuvo encabezado por el segundo jefe de la Unidad Regional 4 y ninguna resultó ni golpeada ni lesionada, como tampoco el personal femenino que estuvo asignado a esta tarea".
El segundo intento
Este fue el segundo ataque en la semana que sufrió la empresa, en ambas ocasiones por grupos de Tartagal.
El primer hecho se produjo el lunes anterior, cuando más de 100 hombres liderados por piqueteros de la agrupación conocida como Los Quebrachos llegaron hasta las puertas de Vertúa exigiendo ser incorporados. En este caso, después de algunas horas decidieron retirarse pacíficamente del lugar, superados en número por los efectivos.
Tanto en ese caso, como en este último liderado por mujeres, todos solicitaban que las compañías prevean incluir a los desocupados.
La particularidad se dio ayer, cuando cuatro mujeres de Tartagal lograron entrar al obrador de la empresa neuquina Vertúa, en Aguaray, y amenazaron con volar equipos si no se atendían sus exigencias.
Adriana Adanto, Rosa Cruz, Sara Juárez y Marianela Perales, quienes lideraban un grupo de 30 personas, entraron a la base operativa de la constructora que está ubicada en la parte posterior del Escuadrón 54 de Gendarmería Nacional.
Entre gritos y algún intento por permanecer en el lugar, las piqueteras finalmente fueron detenidas por la policía con una orden del fiscal penal, Armando Cazón.
Qué piden
Las mujeres exigen fuentes laborales, de acuerdo a las necesidades y capacidades de la gente de la zona, a la firma que ejecuta la traza norte del gasoducto del NEA.
Es el mismo reclamo que se repite desde mediados de los 90 y que pone el acento en la necesidad de incorporar obreros del lugar.
Los incidentes se iniciaron ayer alrededor de las 8, cuando ingresaron al predio. Las manifestantes impidieron que los empleados salieran al área de operaciones bajo la amenaza de explotar equipos.
En una primera instancia la policía intentó dialogar, pero frente a la intransigencia y el anuncio que no desistirían, pasadas las 15 fueron detenidas y puestas a disposición de la Justicia. Todas fueron alojadas en la Comisaría de la Mujer en Tartagal, donde permanecen hasta que sean indagadas por el fiscal.
Luego de ser detenidas, el resto del grupo que las acompañaba decidió retirarse del lugar. Cazón precisó: "Tratándose de mujeres, la policía tomó las precauciones y filmó todo el operativo y las detenciones se hicieron conforme a derecho. El procedimiento estuvo encabezado por el segundo jefe de la Unidad Regional 4 y ninguna resultó ni golpeada ni lesionada, como tampoco el personal femenino que estuvo asignado a esta tarea".
El segundo intento
Este fue el segundo ataque en la semana que sufrió la empresa, en ambas ocasiones por grupos de Tartagal.
El primer hecho se produjo el lunes anterior, cuando más de 100 hombres liderados por piqueteros de la agrupación conocida como Los Quebrachos llegaron hasta las puertas de Vertúa exigiendo ser incorporados. En este caso, después de algunas horas decidieron retirarse pacíficamente del lugar, superados en número por los efectivos.
Tanto en ese caso, como en este último liderado por mujeres, todos solicitaban que las compañías prevean incluir a los desocupados.
Quedaron imputadas
Las piqueteras quedaron imputadas por amenazas, violación de domicilio y privación ilegítima de la libertad. Para el fiscal penal Armando Cazón: "Lo que protagonizaron las mujeres fue mucho peor que lo de Quebracho, quienes pese a ser los más radicalizados se retiraron en paz". Consideró que "pedir trabajo nada tiene que ver con la comisión de delitos graves. Demasiado daño le han causado al departamento San Martín actitudes como éstas para seguir soportando la violencia como forma de protesta".
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