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El tema se esfumó a los pocos días superado por otras noticias. Hasta el domingo pasado. Después de la misa dominical de la que participan cientos de fieles del norte de la provincia, en el paraje Virgen de la Peña, el párroco franciscano Rubén Sica sorprendió a los asistentes y se refirió al tema. El acontecimiento solo había causado preocupación en unas pocas familias, pero se instaló con más fuerza en la zona después de las palabras del sacerdote que puso la problemática en el centro de la escena.
Sica pidió a los fieles que no se retiraran del templo ubicado en el paraje de Yariguarenda, a 15 kilómetros al norte de Tartagal. Quería lanzar una advertencia sobre algo que había trascendido semanas atrás en algunos medios locales.
"No es la primera vez en este año que se escucha, pero las semanas anteriores se reiteraron situaciones muy graves en el departamento San Martín, como fue el intento de secuestros de jovencitas", denunció el franciscano.
"Si no frenamos estos intentos ahora, estas organizaciones van a seguir intentando cometer estos delitos. No debemos hacer como el avestruz y esconder la cabeza", remarcó a los fieles el domingo.
"Si vemos alguna actitud rara, de gente que está en una actitud que nos llama la atención, les pido por favor que llamen a la Policía. Si nos equivocamos no importa, pero lo grave sería que nos mostremos indiferente", consideró el párroco.
"Acá en el paraje hemos tenido el caso que desde un vehículo utilitario, personas desconocidas, fotografiaban a una jovencita que se encontraba en cercanías a la ruta. Si vemos alguna cosa que nos resulte sospechosa no nos podemos mostrar indiferentes", sostuvo el sacerdote
"Es necesario que estemos alerta, que aprendamos a observar los detalles como tomar el número de patente de un auto que veamos como sospechoso. Por lo general se trata de gente foránea y hasta de otros países por lo que no podemos quedarnos indiferentes. Si ellos saben que estamos todos alertas no se van a atrever a delinquir. Si vemos que se produce un hecho en concreto gritemos, pidamos ayuda no pensemos que estamos pasando vergenza. Estas bandas están actuando ayudadas por drogas, desvanecen a las víctimas y si alguien pregunta de qué se trata argumentan que es un familiar que se descompuso. Es terrible lo que sucede con el secuestro y la trata, pero todo depende de nosotros. Si nos defendemos como sociedad, estos delincuentes nunca se animarán a actuar, al saber que todos estamos en alerta permanente", remarcó el sacerdote Rubén Sica.