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Un detenido tras feroz ataque a un abuelo para robarle, en Rosario de Lerma

Viernes, 07 de agosto de 2015 00:00
<div>Felipe Burgos fue violentamente atacado por tres ladrones en su casa. Corresponsalía</div><div>
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Otra vez un abuelo atacado. Y ya son seis los adultos mayores golpeados este año. Felipe Donato Burgos, de 67 años, dormía tranquilamente en su modesta casa de adobe, en la localidad de Rosario de Lerma, cuando tres jóvenes, miembros de una patota, irrumpieron en el lugar, le propinaron una descomunal golpiza y se llevaron varios objetos. Veinticuatro horas después, la Policía informó que detuvo al atacante y recuperó un anafe robado.
El ataque
Eran las 23.30 del martes. Felipe estaba descansando en su habitación cuando de repente escuchó ruidos. Pensó que eran los gatos del vecindario que corrían por el techo.
Los ruidos continuaban, por lo que decidió salir al fondo de la casa, en la calle Portaviones de Salta al 700 del barrio villa Mercedes, en la zona norte de la localidad.
Felipe se asomó y vio tres sombras, como montículos o bultos, que le llamaron la atención. Se dio vuelta, caminó unos pasos y cuando estiraba su mano para prender una de las luces de la vivienda, alguien se abalanzó sobre él por la espalda, le tapó la boca con la mano y comenzó a darle puñetazos en el rostro.
"No grites porque te voy a matar", lo amenazó tajante uno de ellos.
"Yo podía ver muy poco porque me lastimó el ojo. En las alacenas guardo los bolsones del PAMI y ellos las abrieron y miraban todo, como buscando algo", relató Burgos a El Tribuno, desde una cama de la sala de varones del hospital Joaquín Corbalán, donde está internado y es cuidado por sus hijos, quienes están indignados.
Otro de los ladrones le metió la mano en el bolsillo y le sacó 20 pesos. Los puñetazos siguieron hasta que el hombre quedó tirado en el piso.
"Más te vale que no hables", fue la última amenaza, antes de que huyeran velozmente.
Luego los tres atacantes se llevaron varias cosas que Felipe no alcanzó a ver en ese momento.
"Con mucho dolor de cabeza y como pude, me paré y miré la cocina. Me di cuenta de que me faltaba la garrafa de 10 kilos y un anafe, al que había accedido por el programa "Anafe en casa", expresó Burgos.
Dolido, desesperado , temeroso y silencioso, Felipe no atinó a llamar a la Policía ni quiso gritar para pedir auxilio por miedo.
Salió de la casa, caminó unos metros hasta lo de su hija, quien vive en la zona y le contó lo sucedido.
Minutos después llegó la Policía. Los efectivos patrullaron la zona en compañía de uno de los hijos de Felipe. Tras recorrer unas cuadras, al costado de una casa de adobe encontraron la garrafa robada. Un joven de 18 años quedó detenido.
La Policía informó que los malhechores pertenecen a un grupo violento de villa Mercedes. Hay dos prófugos. Se trata de dos jóvenes mayores de edad que ya están identificados y son buscados.
El traslado de Felipe, desde el hospital de Rosario de Lerma hacia el San Bernardo, de la capital salteña, era inminente ayer. Padece traumatismo encéfalo craneano, una fractura de maxilar derecho y desfiguración de rostro. Deberán practicarle tomografías y estudios de alta complejidad.
No es la primera vez
Felipe trabajó toda su vida como peón rural. Tiene cinco hijos, aunque vive solo. No es la primera vez que los mismos delincuentes irrumpen en su casa.
Hace dos meses lo despojaron de una bicicleta. La denuncia fue radicada. Uno de los ladrones andaba en la bicicleta plácidamente por las calles de villa Mercedes. Sin embargo, cuando la Policía fue a buscarlo, para secuestrar el rodado, no lo encontró, contó el hombre.
Alarmas comunitarias
El año pasado, la Municipalidad de Rosario de Lerma colocó tres alarmas comunitarias en los postes de la peligrosa villa Mercedes. Funcionaban con controles remoto que fueron distribuidos entre referentes barriales. "Por la violencia que hay en el barrio, dejaron de funcionar. A una de las alarmas la destrozaron. Las patotas amenazaban a los vecinos que tenían los controles. Aquí la droga hace estragos", dijo un vecino que no quiso identificarse por temor a represalias.
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