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En este áspero contexto, se conoció que hubo una modificación de la estructura de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal para lograr un mayor despliegue que abarque a todo el país, según informó el diario La Nación.
Se busca "una mayor eficacia en materia de prevención e investigación del delito de narcotráfico y de las organizaciones narcocriminales", señala la resolución de la Federal.
Dentro de la Dirección General Antidrogas Interior habrá cuatro departamentos de Operaciones Antidrogas: Oeste, Este, Sur y Campana. Se calcula que hay 2.500 bagalleros en la frontera norte de la provincia de Salta con Bolivia
El departamento este tendrá en su jurisdicción las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, con sedes en Venado Tuerto, Goya, Concordia, Eldorado, La Plata, Resistencia, Corrientes y Formosa.
El sur abarcará Mendoza, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Ushuaia, con asiento en Mendoza, Comodoro Rivadavia, General Pico, San Martín de los Andes, Puerto Madryn, Río Gallegos y Ushuaia. El de Campana se ocupará de una región que es una zona caliente del contrabando en general.
Según informó el diario, la de Campana y la de Orán -el límite con Bolivia es una frontera caliente del narcotráfico- serán las primeras dependencias en crearse. Así lo estableció el jefe de la Policía Federal, comisario general Román Di Santo, en el artículo 22 del citado orden del día, que dispuso coordinar las acciones para "la inmediata puesta en funcionamiento" de ambas sedes operativas.
"Se dotará a la Superintendencia de Drogas Peligrosas de un mayor despliegue de sus unidades operativas, situándolas estratégicamente en las principales ciudades del interior, abarcando todo el territorio de la Argentina", reza el documento interno de la fuerza.
También se estableció la creación del Departamento de Análisis Criminal e Investigación Patrimonial del Narcotráfico, que tendrá como tarea "coordinar, fiscalizar y ejercer la dirección superior de la investigación de los aspectos económicos de los grupos narcocriminales".
El funcionario nacional, que administrará un fondo de 16 mil millones de dólares, aseguró en ese momento que "analizamos poner una delegación de Prefectura en Aguas Blancas".
Este municipio limita con la localidad boliviana de Bermejo y están separados por el ríos del mismo nombre. En esta zona, se sabe, hay un tráfico constante de mercadería y droga.
Los prefectos se sumarían a policías federales, que también llegarían ahora, y a los gendarmes que ya actúan en la caliente frontera norte.
"El kirchnerismo cometió un error fatal al sacar 6.000 gendarmes y 1.500 prefectos de su área específica para llevarlos a Buenos Aires. Dejaron que la frontera se convirtiera en un colador y la transformaron en zona liberada", se quejó Cano.