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- Julio César Grassi. En 2013 fue condenado a 15 años de prisión por abuso de menores. Había sido denunciado por varios chicos que iban a la Fundación Felices los Niños de Morón, que dirigía. Sigue siendo sacerdote.
- Justo José Ilarraz. El año pasado, el sacerdote fue procesado por 'promoción a la corrupción agravada de menores' de más de 50 abusos a estudiantes de un seminario en Paraná ocurridos entre 1985 y 1993. Está libre.
- Rubén Pardo. Fue denunciado por haber violado a un nene de 14 años de 2002 en la Casa de Formación de la Iglesia Católica. Como Pardo murió, el Obispado de Quilmes tuvo que indemnizar a la víctima por daño moral.
- Mario Napoleón Sasso. El cura fue condenado en 2007 a 17 años de prisión por abusar de cinco nenas de 7 a 14 años cuando era párroco de la capilla de La Lonja, Pilar. Desde 2012 goza del beneficio de salidas transitorias.
- Héctor Pared. En marzo de 2003 fue condenado a 24 años de prisión por abusos sexuales a chicos del Hogar Hermano Francisco de Quilmes. El 1º de septiembre de ese año murió, víctima de sida. Entonces, los abusados tuvieron que ser sometidos a análisis para saber si habían sido contagiados por el cura, ya que la enfermedad del cura fue silenciada por el Servicio Penitenciario y por los jefes religiosos del sacerdote.
- Fernando Enrique Picciochi, ex miembro de la Congregación de Hermanos Marianistas. Fue condenado a 12 años de prisión por abuso de alumnos del colegio Marianista. Acaban de dejarlo en libertad por el beneficio del 2 x 1.