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Luego de ello, según le confirmó a este medio Gustavo López, presidente de la entidad, se concretaría la suba solicitada por los taxistas.
De acuerdo con el requerimiento del sector, la bajada de bandera durante el día pasará de $10 a $12 y durante la noche, de $11 a $14,40.
La ficha que se cobra por cada cien metros recorridos también aumentará. Subirá de $0,85 a $1,20 para el día y de $0,90 a $1,44 para la noche.
El documento de consulta es un paso legal previo a cualquier aumento. Se realizará con la misma dinámica que se aplicó para la adecuación tarifaria de los colectivos: se hace público el cuadro tarifario que se solicita por parte de los taxistas, los ciudadanos pueden hacer sus descargos durante cinco días hábiles, y luego la AMT toma una determinación al respecto. López adelantó que "se evaluará lo solicitado y luego se realizará el aumento".
En la jornada de ayer se realizó una protesta de taxistas que reavivó las tensiones por la falta de respuestas de la AMT a los pedidos de aumento, que los gremios presentaron en noviembre y marzo últimos.
La manifestación fue convocada por el Sindicato Único de Conductores de Taxi, encabezado por Alfredo Carrizo. Marcharon por la zona céntrica y terminaron en las oficinas de AMT.
A pesar de que la movilización contó solo con la participación de los miembros de dicho sindicato, otros gremios del sector como la Asociación de Taximetristas de Salta (Atasa) comparten el requerimiento. "Todavía no recibimos ninguna respuesta, es fundamental que haya una suba porque los costos han aumentado enormemente", le dijo a El Tribuno Ramón Vaso, referente de Atasa.
Según detalló el gremialista, el 30 de noviembre del año pasado hicieron una primera presentación ante la AMT solicitando que se revise el cuadro tarifario. Ya en marzo de este año, tras los primeros aumentos del GNC, volvieron a realizar un pedido al organismo.
"Con la inflación y el último aumento del GNC del 50% de una sola vez tendríamos que pedir un nuevo aumento con otros valores distintos de los que pedimos en aquel momento. Pero no podemos porque se reduciría mucho la utilización de los taxis", señaló.
El gremio liderado por Vaso también planteó otras demandas tales como que la competencia en materia del transporte de taxis y remises vuelva a caer en la órbita de la Municipalidad. En ese sentido, repudiaron el convenio firmado por Gustavo Sáenz y AMT, que extiende por dos años la competencia de la dependencia metropolitana en la regulación del servicio.
"No nos preguntaron si estábamos de acuerdo y se argumentó que AMT había hecho un gran trabajo, sin embargo nosotros pagamos una tasa de fiscalización de 1.200 pesos anuales pero los remises siguen incumpliendo la normativa", se quejó Vaso, y acotó que "la competencia desleal persiste".
Por último, al igual que el área de Transporte de la Federación de Centros Vecinales, el gremio de taximetristas solicita tener un lugar con voz y voto en el directorio de la Autoridad Metropolitana. Consideran que es la única manera de hacer escuchar cuál es la realidad que atraviesan los trabajadores del volante.
"Hay un representante gremial de UTA pero no de los taxistas, por eso queremos que también se nos reconozca un lugar en el directorio", remató el vocero gremial de Atasa.