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Luego de un cuarto intermedio, los concejales accedieron a tratar el proyecto, mientras que en los pasillos ya se hablaba del rechazo. El rumor se concretó a las 21, cuando los concejales votaron contra la zona de convivencia.
Los ediles expusieron por qué no aprobaban esta medida. Hace menos de una semana, los vecinos de La Pedrera presentaron una nota ante los legisladores comunales reclamando que "no les trasladen también el problema de la prostitución".
"No tenemos recolección de residuos, no hay vías de acceso, tampoco iluminación. Por favor no nos agreguen la prostitución", reclamaron.
Frida Fonseca, como miembro de la Comisión de Derechos Humanos y Garantías Constitucionales, fue la encargada de explicar las razones del rechazo. "Creemos que la creación de una zona roja o de convivencia facilitaría la trata de personas. Simplemente por qué el municipio no cuenta con los fondos necesarios para controlar la seguridad y otros aspectos como la salud. Además, resulta inverosímil aceptar que estas personas ejerzan la prostitución por decisión propia", aseguró.
A la vez que agregó que los legisladores provinciales son los que deben dar una respuesta a esta situación, luego de la sanción de la ley de contravenciones en noviembre de 2015.
Esta norma estipula que quienes ofrezcan o soliciten servicios sexuales serán castigados con 20 días de detención. Sobre esta ley se escribe el artículo 144 que reclama que esto quedaría sin efecto si el municipio crea una zona destinada al trabajo sexual.
La concejal Noelia Figueroa afirmó que apoyaba el proyecto al considerar que las autoridades no quieren ver la situación. Figueroa no logró sumar adherentes. Los miembros de ATTA adelantaron que el martes irán a la Legislatura.