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A las 9 de ayer y mientras una gran cantidad de clientes del Banco de la Nación Argentina sucursal Tartagal, ubicada en la intersección de las calles Cornejo y Bolivia, se aprestaba a realizar trámites, se vieron sorprendidos por la llegada de efectivos policiales y bomberos de la Policía de la Provincia, quienes ordenaron el desalojo de las oficinas, dependencias y de los cajeros automáticos de la entidad bancaria donde muchos empleados pretendían retirar dinero de sus sueldos recién depositados.
La razón era que en el sistema de emergencias 911 una voz femenina había advertido sobre la colocación de un artefacto explosivo en esa sucursal.
Pero mientras el personal revisaba cada rincón y cada sitio del local sin que se encuentre ningún artefacto sospechoso, trascendió en los medios de comunicación locales y en las redes sociales acerca de otra amenaza similar, pero en la escuela Coronel Vicente de Uriburu ubicada a tres cuadras de la entidad bancaria.
El jefe del sistema de servicios 911 de Tartagal, comisario inspector Sergio Condorí, explicó que "la llamada ingresó por el sistema y en ella se informaba que se había colocado un artefacto explosivo y que iba a explotar en cualquier momento. Ante esa novedad se dio intervención en forma inmediata a la división de Bomberos y se puso en conocimiento de la situación a la gerencia de la entidad para proceder a la evacuación. Posteriormente se hizo un chequeo general en todo el edificio pero no se detectó nada. No obstante eso, se dio inmediata intervención del hecho al Juzgado Federal".
Condorí explicó que la amenaza "provino de una voz femenina que quedó registrada y a disposición de la Justicia. Una vez que se descartó la existencia de cualquier elemento que pudiera poner en riesgo al personal o a los clientes del banco, la entidad volvió a atender al público en forma normal", precisó el jefe policial.