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José María Farizano quiere volver a la arena política que lo tuvo como una de las principales voces de la Unión Cívica Radical entre los 80 y comienzo del 2000. Fue un hijo dilecto de la democracia y llegó a la Legislatura levantando con mucha convicción las banderas del alfonsinismo. Habló con misma enjundia, sin filtros, de aquel joven veinteañero que accedió a una banca en la Cámara de Diputados en el 83 para defender los valores del centenario partido y, sobre todo, de la democracia recuperada. Renovó su banca en cinco oportunidades hasta que, en 2001, emprendió la retirada cuando la UCR cayó en una picada de la que hasta ahora no se pudo recuperar.
“Creo que hay que tallar y dar de nuevo, las cosas en la provincia están muy mal y a nivel nacional hay mucha incertidumbre”, expresó Farizano a El Tribuno. A pesar de que asegura estar muy cómodo en su consultorio de odontólogo, no puede disimular el deseo de salir otra vez al ruedo. “Vamos a ver qué hacemos”, refirió con una sonrisa cómplice. También aclaró que es radical y que morirá con la bandera que con orgullo portaron Alem, Yrigoyen y Alfonsín. “No comparto para nada con esta pésima modalidad de hacer política, con eso de andar saltando de cerco en cerco por un cargo”, sentenció en alusión de muchos de sus correligionarios.
“Los partidos políticos están destruidos, la dirigencia ha perdido sus convicciones y lo más triste de todo es que no hay alternativa de poder”, cuestionó. “¿A quién tenemos de cara a 2019?, preguntó.
A su juicio, la única forma de revertir esta situación es aplicar una reforma de los partidos políticos, del sistema electoral y de la Constitución provincial. “Se tienen que terminar los mandatos eternos de los intendentes, hay que ampliar a cuatro años la gestión de los concejales y establecer un sistema unicameral en la Legislatura”, dijo. Y agregó: “Salta no tiene una representación federal y entonces no hace falta que tengamos dos cámaras legislativas. El gobernador Urtubey habla de achicar gastos y bueno, esta sería una bonita forma de hacerlo”.
Farizano señaló que con el actual sistema electoral “es una brutalidad el dinero que gasta el Estado”, al tiempo que puso en duda la legitimidad de las listas colectoras de los partidos que participan de las PASO.
“No hay un efectivo control de los avales y mucha gente se aprovecha de esta situación para recibir importantes sumas de dinero”, denunció. El dirigente señaló: “Esta modalidad perversa de hacer política se advierte con nitidez en el oficialismo. Yo le apostaría a muchos que vayan a la Justicia Electoral y corroboren lo que estoy diciendo”. En ese sentido, Farizano sostuvo: “Conozco muchos casos de gente trasnochada que arma listas para las internas con avales que nadie controla, los partidos políticos lo fomentan porque detrás de esto se oculta un interés económico y la Justicia Electoral hace la vista gorda”.
El exlegislador enfatizó que “en esta suerte de negociado el PJ es el que se lleva la mejor tajada de la torta”. Con este análisis, Farizano apuntó que “la oposición, en su mayoría, es cómplice de estas cosas y un ejemplo claro es el Partido Obrero. Ellos se la dan de opositores, pero yo quisiera saber cuánto dinero embolsan los trotskistas en cada elección, donde los cargos se reparten entre la familia de Del Plá y algún otro. Creo que, de una vez por todas, el PO tiene que terminar con esta mentira”.
Contra Nanni
Farizano también fue crítico con el proceder de su partido, en particular con su presidente Miguel Nanni. “Lamentablemente Nanni se aburguesó con el cargo de diputado nacional; no convoca a la gente, no juega claro y, en estas condiciones, el partido no va a recuperar protagonismo”, expresó. Frente a lo expuesto puntualizó que, “en las últimas elecciones, Nanni se hizo el distraído y terminó jugando a favor del peronismo de Urtubey”.
Respecto a lo que ocurrirá en 2019 con la elección de un nuevo gobernador, el dirigente refirió que advierte un panorama incierto. “Por ahora, el único que aparece como potable es el intendente (Gustavo) Sáenz, pero habrá que ver qué hace Urtubey. Él sabe que a nivel nacional no tiene posibilidad luego de la derrota que sufrió en la última elección y, seguramente, algo querrá hacer para no perder poder”, dijo. Advirtió: “Yo no descartaría que se mande una reforma de la Constitución para jugarse por un nuevo mandato, lo que sería un despropósito y un acto suicida de su parte”.
No obstante, Farizano sostiene que la designación de Fernando Yarade como jefe de Gabinete y el acuerdo que hizo con el kirchnerista Sergio Leavy en la Legislatura son señales de alarma. “Lo que yo sospecho es que Urtubey, en el afán de no perder poder, va a terminar arreglando con Cristina y lo que pasó en la Legislatura es todo un mensaje y de la manera que están planteadas las cosas no le queda otra”, concluyó.