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Hay que caminar para lograr el mejor precio de los útiles escolares. Aunque el consejo suene a una muletilla, puede ahorrar varios pesos a las familias salteñas.
Un relevamiento que realizó la Subsecretaría de Defensa del Consumidor en tres librerías minoristas y tres mayoristas, con una canasta testigo de 31 productos para segundo grado, dio como resultado que se pueden conseguir precios un 20% más bajos en promedio.
A fines de enero, la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines (Capla) estimaba una suba del 25%.
No obstante, un informe reciente de la Universidad Nacional de Avellaneda indicó que el incremento en febrero llegó al 69% en comparación al mismo mes de 2016.
El estudio asegura que el costo total de la canasta básica escolar pasó de $980,74 a $1.653,58.
El Tribuno, por otro lado, publicó en enero que los comerciantes salteños pronosticaban un incremento interanual del 25 por ciento.
Estas diferencias en los porcentajes obligó a salir nuevamente a las calles paras saber cómo van las ventas en febrero y para averiguar algunas estrategias de los papás a la hora comprar.
En la calle se pudo constatar que el margen de los precios es tan amplio que no se puede dar un porcentaje cerrado de suba.
Algunos productos aumentaron más de 100 por ciento como los correctores: pasaron de 9 pesos en 2016 a 21 pesos en 2017. Otras mercaderías, en tanto, bajaron el precio. Por ejemplo los lápices Simball, largos, 12 colores, en el mismo negocio de calle Balcarce primera cuadra, el año pasado costaban 21,50 pesos y hoy se liquidan a 19,50 pesos.
Ahora bien, las rebajas se están dando porque las ventas aún no explotaron o porque los papás se fueron a comprar a otro lado. Lo cierto es que los comerciantes consultados adelantaron que durante los primeros días de febrero las ventas bajaron hasta un 50 por ciento respecto al mismo tramo del año pasado.
Muchos aprovecharon las vacaciones y compraron los útiles escolares en Chile; otros van hasta las ferias de Perico, en la provincia de Jujuy, y compran a precios más baratos.
En tanto en la ciudad parece ser que la receta está en caminar y armar la canasta escolar de diferentes comercios.
Para tener una idea sobre los márgenes de precios se debe decir que una mochilas tipo carrito de alta gama cuesta 450 pesos en las ferias de calle La Florida. La misma puede llegar hasta los 1.500 pesos en las librerías más céntricas.
“Nuestra patrona nos dijo que las bajemos a las mochilas porque no se vende nada. Estaban a 500 pesos y el lunes las rebajamos; lo mismo no se vende nada”, dijo una de las empleadas en un local del Paseo La Florida. Aunque también hay mochilas sin rueditas y sin los dibujos animados que se las puede encontrar por 160 pesos.
Lo mismo pasa con los conjuntos deportivos para hacer educación física, ya que hay lugares en donde se lo pueden encontrar a 160 pesos. En el otro extremo cuestan hasta 900 pesos. Lo mismo sucede con las remeras colegiales. Van desde los 100 pesos hasta los 160 pesos.
La subsecretaria de Defensa del Consumidor, María Pía Saravia, destacó que “los consumidores son cada vez más conscientes a la hora de comprar y buscar precios. Recorren los locales y los comparan con los que se ofrecen por internet”. “También se juntan en grupos para abaratar costos y están atentos a las promociones vigentes, los descuentos, y las mejores financiaciones”, indicó.
Si bien las librerías tienen un sistema de autoservicio en sus locales y poseen vendedores para un mejor asesoramiento, algunas de ellas además presupuestan las listas de útiles vía mail o WhatsApp.