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En la vida, en el trabajo, en la familia, en el amor y también en el fútbol, muchas veces existe una ancha y abismal distancia entre la expectativa y la realidad, donde una no suele ser compatible con la otra.
Esto es lo que hoy sucede en Gimnasia y Tiro, a 23 días de la última decepción en el Federal A, cuando cayó por penales a manos de Cipolletti de Río Negro en el Gigante del Norte: las expectativas sobran, pero la realidad no es muy alentadora.
Hoy, en la Vicente López, la expectativa pasa porque resulte altamente positiva la limpieza y refundación del plantel (se marcharon 17 futbolistas); porque el ingenio, la sapiencia y el criterio logren vencer a las dificultades económicas y que se pueda armar un plantel competitivo para pelear en el próximo campeonato y no bajar la vara que le exige estar en la pelea por el ascenso otra vez. La expectativa también pasa porque, tanto los potenciales refuerzos como los jugadores que quieren retener (caso Juan Amieva) sean flexibles, expresen ganas de defender una camiseta con historia como la celeste y blanca y sepan entender el difícil momento monetario.
Y dentro del cúmulo de expectativas, estaba el hecho de que la dura y a veces inflexible AFA haga una pausa en su vorágine para detenerse a observar la problemática de Gimnasia y Tiro: la de las dificultades para poder armar un plantel a tiempo, de cara al encuentro frente a Boca Juniors por la Copa Argentina, por los 32avos. de final, que fue programado para el lunes 14 de agosto, a las 21.10, en Formosa.
Pero las expectativas y la enorme voluntad, tanto de la dirigencia como del DT Botella, chocan inevitablemente contra la pared de la realidad.
Y en varios aspectos, esa “realidad” parece estar muy distante de la expectativa. Porque la realidad indica que el albo afrontará desde el 10 de septiembre un Federal A mucho más duro que el anterior, con rivales de mayor valía y distancias más amplias a recorrer en primera ronda.
También marca que se le hará frente a un torneo mucho más caro con el mismo presupuesto que el año pasado y que el vaciamiento del plantel, y todos los gastos salariales que eso demandó, vendrá de la mano con la exigencia de contratar al menos 14 refuerzos y, como en todos los órdenes de la vida, si se pretende que sean de relativa calidad, esto tiene un precio.
La realidad también muestra que era una utopía pensar que a Gimnasia le iban a dar lugar al pedido de postergar la fecha de Copa Argentina, por la agenda apretada, por la escasa prioridad que se les da a los clubes de una tercera categoría y porque Brown de Madryn espera al ganador de la llave para enfrentarlo una semana siguiente. ¿Y qué motivó a que los dirigentes hagan este pedido formal? Entre otras cosas, las erogaciones que demandan adelantar la pretemporada una semana y la estrechez de los tiempos, que encontrarán al albo con un plantel nuevo, sin fútbol encima, trabajando solo en lo físico y sin pretemporada. Y fundamental y lógicamente porque en la Vicente López no quieren dar ventajas ante el campeón del fútbol argentino y evitar un catastrófico resultado en contra, que, como se sabe, está dentro de las posibilidades, más aún cuando las incertidumbres son mayúsculas para el que va “de punto”.
Los argumentos para la negativa
Un alto allegado a la organización de la Copa explicó por qué el pedido de Gimnasia será desestimado. “Si al cambio lo pedía Boca, también se le hubiese dicho no. Hasta el 15 de agosto deben cerrarse los 32avos de final por una cuestión de organigrama y Guillermo Brown de Puerto Madryn sabe que tiene que jugar el 23 de agosto con Boca o con Gimnasia y Tiro, no puede haber otro día. River tampoco quiso jugar el 15 con Atlas y tuvo que acatar. Hay cientos de casos de problemáticas como la de Gimnasia y Tiro. Las Parejas no podía completar un banco de suplentes y jugó igual. Y no se puede frenar todo por un equipo. El 15 de diciembre tiene que terminar la Copa porque luego vendrá el sorteo de la Libertadores y la Conmebol exige que a esas alturas ya se conozca el nombre de esa plaza”, concluyó enfático y determinante la alta fuente consultada.