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Luis Borelli
El pasado 21 de septiembre, se cumplieron 62 años de la clausura de El Tribuno, llevada a cabo por las autoridades de la autodenominada Revolución Libertadora. Aquel día el diario cumplía seis años y un mes de vida, era su director el Dr. Ricardo Munir Falú y los propietarios don Emilio Espelta, don Jaime Durán y el Partido Peronista (PP).
El movimiento militar insurgente -que finalmente triunfó- se había iniciado en Córdoba cinco días antes, es decir, el viernes 16 de septiembre.
En la procesión del Milagro del día antes (50.000 asistentes según la policía), muchos habían podido observar la extraña presencia de tropas del ejército en inmediaciones de la plaza 9 de Julio. Un buen número de soldados se había apostado bajo las recovas de las calles España, Zuviría, Caseros y Mitre. Portaban armas largas, inmensos radiotransmisores tipo mochila y eran acompañados por perros “manto negro”.
Días antes del golpe
Durante los cinco días que duró la revuelta, El Tribuno continuó brindando información local propia, nacional e internacional de la agencia ANS. La noticia del estallido de la revolución se la conoció recién al día siguiente, es decir el 17 de septiembre. Ese día el diario brindó un detallado informe sobre el tratamiento que la Cámara de Diputados de la Nación acababa de sancionar a la que sería la última ley tratada por el Congreso Nacional antes de ser clausurado compulsivamente hasta 1958.
Dicho proyecto, enviado por el Ejecutivo Nacional, disponía la autarquía de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Su tratamiento, que para la inmensa mayoría pasó inadvertida, contó -cosa rara por entonces- con el apoyo unánime de todos los bloques políticos.
El doctor Oscar Alende, destacado legislador del radicalismo, resaltó en su exposición el “prodigioso avance de la medicina gracias a la utilización de los isótopos radioactivos”.
Dijo estar de acuerdo en legislar “sin perder de vista el interés nacional...”; y señaló compartir que “la energía atómica debía ser un puntal de nuestra soberanía”.
Finalmente, por este debate se supo que en el concierto mundial de entonces, la Argentina había ganado un destacado lugar en materia de energía nuclear ya que en la Conferencia Internacional de Energía Atómica realizada hacía poco, entre 72 naciones, la Argentina había ocupado el quinto lugar a consecuencia de los trabajos presentados por los investigadores argentinos’.
En otro orden, la edición del día 17 daba cuentas del percance sufrido por el avión que traía a Salta al secretario general del Partido Peronista, Dr. Ricardo San Millán. La nave había bajado en un campo tucumano sin causar desgracia alguna.
Algunas noticias de la revolución y la clausura
El miércoles 21 de septiembre de 1955 fue el día que El Tribuno fue clausurado. El 19, Perón había renunciado, y en ese texto (84 líneas) publicado por este diario, el expresidente decía entre otras cosas: “Ante la amenaza de bombardeo a los bienes inestimables de la Nación y sus poblaciones (Mar del Plata y La Plata)... mi espíritu me impulsa a la pelea, pero mi patriotismo y mi amor al pueblo, a la renuncia personal”.
Según informó El Tribuno, la renuncia quedó en manos de la Junta Militar formada por los generales Emilio Forcher, Anguel Magui y Carlos Adolfo Wirth, quienes debían invitar a los rebeldes a parlamentar en un sitio histórico de Buenos Aires, “el Cabildo o en la Suprema Corte de Justicia”. Pero la invitación fue rechazada por la Marina, que ese mismo día bombardeó en Mar del Plata las instalaciones del puerto y de YPF, logrando en este último objetivo, incendiar un tanque de almacenamiento de combustibles. Los ataques se repetian cada media hora y hasta el momento que la agencia ANS informó los hechos, ya se habían producido cuatro ataques en dos horas.
Respecto de la invitación para parlamentar, la Marina propuso como lugar alternativo el crucero “La Argentina”,sitio que el Ejército aceptó.
En esa edición, El Tribuno informó también sobre algunas determinaciones que estaban tomando en el interior del país las autoridades militares. Así por ejemplo, a las 2 de la madrugada el jefe de la Guarnición Militar local, coronel Arnoldo Oscar Pfister, asumió el gobierno de Salta en reemplazo del gobernador constitucional, Dr. Ricardo Durand.
Inauguración de obras y los estudiantes sin fiesta
Pero la edición de El Tribuno en última jornada no solo incluyó información referida al golpe militar, sino también noticias sociales, vecinales y deportivas. Así, por ejemplo, Agas anunciaba la inauguración del tanque elevado de agua de San Juan y Moldes y la cisterna del cerro San Bernardo para Villa Las Rosas.
En la cartelera social se anunciaba para el 23 de septiembre el debut en el Teatro Alberdi de la Compañía Argentina de Revistas Musicales, encabezada por el actor Tito Lusiardo.
Por ser el día de la primavera, en página central presentaba a la candidata a reina de los estudiantes de la Escuela Normal, Mercedes Adet.
Asimismo, por los acontecimientos nacionales, la Fiesta del Estudiante había sido diferida, ya que el toque de queda impedía cualquier tipo de reunión. “El Comando del Ejército anuncia -decía un bando- que reprimirá todo tipo de alteración del toque de queda...”, una medida que impedía cualquier reunión de la que participaran más de dos personas.
Otra noticia destacada era que el presidente de la Corte de Justicia, Dr. Roque López Echenique, se había jubilado. Pese a ello, días después López Echenique, al igual que otros “hombres del régimen depuesto”, fue detenido y a poco internado bajo custodia, en una clínica privada, lugar donde protagonizó una espectacular fuga que puso en ridículo a sus cancerberos.
En la sección deportiva, la noticia destacada del día fue el primer escalamiento en invierno del volcán Llullayaco realizado por los andinistas Guido Ornas y Diego Alonso, de La Casualidad.