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La jueza del Distrito Norte Tartagal Susana Menéndez intimó a la directora de la escuela N§ 4097 Cacique Cambaí de Tartagal, Victoria Acosta, y a la maestra de grado Norma Corbalán, esposa del exdiputado provincial Hugo Camacho (PV), a abstenerse ambas de proferir insultos, palabras agraviantes o conductas amenazantes en perjuicio de la maestra de quinto grado María Julia Hurtado.
El caso con pocos precedentes refiere a conductas vinculadas con la violencia de género y laboral en un ámbito educativo, donde generalmente los órganos de disciplina se ocupan de estas situaciones.
La decisión judicial entiende también que es necesaria la intervención de un asesor de Menores e Incapaces y la elaboración de un profundo informe sobre el insólito caso.
La magistrada ordenó también que se libren oficios a la Dirección de Recursos Humanos del Ministerio de Educación de la Provincia para que el organismo remita a ese juzgado la foja de servicios de las denunciadas Acosta y Corbalán, copia de los títulos especiales que ambas acreditan -Acosta firma como licenciada en Educación y Corbalán licenciada en Sicopedagogía-, como así también los antecedentes laborales de la docente denunciante.
Violencia laboral
La denuncia contra la directora Victoria Acosta y contra la maestra de grado Norma Corbalán fue formalizada por la docente de quinto grado María Julia Hurtado, quien actualmente se encuentra con licencia por estar bajo tratamiento sicológico luego de, según la denuncia, varios años de haber padecido la violencia laboral que ejercieron ambas mujeres. "Todo comenzó en el año 2012 cuando fui titularizada en la escuela Cacique Cambaí y la directora Acosta me designó en el sexto grado; reunió a la totalidad de los chicos que tenían problemas serios de conducta y algunos de drogadicción y en lugar de distribuirlos en las tres divisiones, los juntó a todos conmigo, pero pude sacarlos adelante al punto que cuando uno de los chicos egresó de séptimo grado me hizo emocionar hasta las lágrimas porque me dijo que yo le había hecho entender que él era importante y no una mala persona, como le decían por su problema de adicción".
¿Traslado?
María Julia refirió que al año siguiente sucedió algo similar, pero paralelamente "la directora mandaba a preguntarme si no quería pedir traslado a otra escuela; su trato conmigo era pésimo al punto que un año, cuando las maestras hicieron un bolsillo para comprarle un regalo para el día del maestro, me tiró la carterita y otro presente que le habíamos comprado por la cara. En ese momento dijo que para ese día ella no quería regalos, quería que le diéramos dinero en efectivo para comprar lo que a ella le gustara. Me pareció algo totalmente fuera de lugar, pero así eran sus reacciones de descontroladas", recordó.
.La decisión de buscar ayuda en la Justicia
Lo que decidió a María Julia Hurtado a la denuncia “fue cuando la maestra de uno de mis hijos, Norma Corbalán, quien dice ser psicopedagoga, me dijo que mi hijo tenía graves problemas de conducta y de aprendizaje. Mi niño nunca había tenido ningún problema y en varios años había recibido un reconocimiento por destacarse en alguna materia; por eso me fui a una psicóloga, quien le hizo un diagnóstico y se lo presenté a mi colega y a la directora. En él la profesional certificaba que mi hijo no tenía ningún tipo de problemas de aprendizaje ni de conducta. Ambas me dijeron que el informe no servía para nada. A mi hijo la maestra lo trataba muy mal, lo denigraba ante sus compañeros y cuando mi esposo fue a la escuela a preguntarle por qué actuaban así, la directora lo trató muy mal”.
Ante esa situación la docente decidió sacar al menor de la escuela y enviarlo a otro establecimiento de Tartagal, pero también decidió hacer la denuncia en la Justicia. “No soy la única maltratada y violentada en la escuela pero mis compañeras tienen miedo porque, según la directora Aparicio y la señora Corbalán, ellas tienen contactos políticos y nos pueden hacer echar cuando quieran. Es lógico que muchas docentes que son sostén de familia tengan temor, pero si somos docentes no podemos manejarnos con ese nivel de violencia”.
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