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Evangelina Salazar es la líder de una de las familias más artísticas del país. Junto a Palito Ortega tuvieron seis hijos -Luis, cineasta y guionista, Emanuel, cantante, Sebastián, dueño de la productora Underground, Julieta, actriz, Rosario, cantante, y Martín, productor. De todos, el mayor es el que cultiva el perfil más bajo y de hecho, recién ahora se supo que es gay.
En una extensa entrevista con La Nación, Evangelina habló de la sexualidad de su hijo Martín (47) que al principio llegó como un cimbronazo para dos padres conservadores. Evangelina tiene un profundo pesar. Se lamenta al pensar en el bullying que su hijo sufrió de chico por ser gay, ya que recién salió del clóset después de los 20 años.
“Martín, que ahora trabaja con Sebastián, también tiene una vida plena. Él es gay. Fue una cosa muy fuerte para nosotros, que somos de otra época. Pero lo transitamos muy bien. Toda la vida Martincito fue una delicia. Las chicas lo adoraban y él siempre me decía cosas muy sentimentales. Yo notaba alguna cosita. Él se analizó mucho tiempo, pero el psicólogo no me comentaba nada”, recordó Evangelina.
“A los veinte años ya me empezó a dar algunas señales. Con Ramón no hablaba del tema, pero conmigo sí. Hasta que un día nos hizo ir a su psicoanalista, que nos dio la noticia. Ahí entendí muchas cosas. Mi chiquito... Ha sufrido en el colegio de una manera increíble. Ahora me cuenta cosas que yo ni me imaginaba. Se ve que los compañeros registraban algo diferente, y los chicos cuando quieren son muy crueles”, continuó.
“Todo cambió tanto. Aunque cuando vivimos esa situación fue Luis, que tenía apenas once años, quien nos dio una lección. Dijo: esto es lo mejor que puede pasarle a la familia. Nosotros tenemos que agradecerle a Martín por todo lo que nos va a enseñar. Mi marido no habla del tema, pero fue a hacer cursos de inglés a la universidad con el novio de Martín. Él por supuesto lo ama, aceptó todo y está orgulloso de su hijo. Lo que no hace es hablarlo con naturalidad. Somos otra generación”, cerró.
Martín habló sobre su sexualidad
Martín Ortega trabaja en Underground, la productora que lidera su hermano Sebastián y que tiene en su haber grandes producciones como Un gallo para Esculapio, que se vio en las pantallas de Telefé y TNT el año pasado y la multipremiada El marginal, que se emitió por la TV Pública (ahora está disponible en Netflix) y que tendrá su segunda temporada en los próximos meses.
“No tengo un perfil público o mediático, si lo tuviera hablaría de mi vida privada en todos lados. Normalmente no hablo de mí en los medios de comunicación, ni siquiera desde que trabajo con Sebastián. No soy el vocero de Underground, de eso se encarga más Pablo Cullel”, aclara de entrada. Sin embargo, a partir de lo que contó su madre acerca de su sexualidad, Martín Ortega quiere aclarar ciertos puntos.
Respecto de las palabras de Evangelina, Martín es contundente: “No estoy enojado con las declaraciones de mi madre, es más estoy contento con que lo dijo, fue algo consensuado”.
“Le dije que podía contarlo si quería, mucho antes de esta nota, porque me parecía bueno que lo haga como referente de mujer argentina. Hay muchas madres que pasan por esta situación y muchos hijos que quizás se beneficiarían con este relato”, agregó.
Otro de los puntos en los que hace hincapié Salazar es en el momento en que tanto ella como Palito hablaron del tema con su primogénito. Martín confiesa que no recuerda cada detalle del momento exacto en que decidió compartirlo con su familia, pero sí pone en contexto: “Lo hablé con mis padres a los veintiún años cuando vivíamos en Estados Unidos, se hizo una sesión con mi terapeuta. Con mi madre siempre hablé abiertamente de mi sexualidad. A los 20 años me enamoré de un hombre, y se lo conté a mi madre, no lo hice con mi padre porque así funciona en general, con muchos temas”.
“No fue nada traumático compartirlo con mi familia”, advierte el mayor de los Ortega y enfatiza: “Mi sexualidad no afectó mi relación con mi padre. Lo de mi padre es así, fue más difícil para él que para mi mamá”, y pone en contexto el momento (principios de los años 90) en que ocurrieron los hechos: “En su momento no fue un tema fácil. Quizás ahora los padres están más modernos, y más interiorizados en el tema, pero para una generación de padres que se casó hace 50 años no era un tema fácil la sexualidad de un hijo, que no es la norma en ese tiempo”.
Mucho más relajado, Martín deja claro: “No soy un pobre chico, no es la lectura que hacemos del tema, ni lo que se quería contar”.