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Emma Watson, de 27 años, fue una de las estrellas invitadas a la fiesta que organizó la revista Vanity Fair, luego de los premios Oscar. Con un elegante vestido negro del diseñador Ralph Lauren, llamó la atención por un tatuaje que llevaba en su antebrazo, con la frase “Times Up”, en honor a la iniciativa de la que ella misma es uno de los rostros más visibles.
En las redes sociales no la perdonaron y la criticarla por el error gramatical del dibujo (en la primera palabra le faltaba el apóstrofo entre la letra “e” y la “s”).
“Se ofrece puesto como corrector de tatuajes falsos. Se requiere de experiencia con apóstrofos”, fue la pícara respuesta de la protagonista de las películas de Harry Potter.
Watson ha participado activamente en la lucha contra el acoso sexual de las mujeres en la industria cinematográfica. La actriz donó más de un millón de dólares para el Justice and Equality Fund (Fondo para la Justicia y la Igualdad), destinado a ayudar a víctimas de abuso o acoso sexual en el Reino Unido.