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El clima no mejora y amenaza con nuevas precipitaciones en la precordillera salteña. El panorama es preocupante. Hace cuatro días no hay agua para el consumo en el paraje de Santa Rosa de Tastíl, el parador internacional del Tren a las Nubes. La ruta nacional 51 tiene acumulación de sedimento en la cinta asfáltica en varios tramos entre Maury y La Quesera. A pesar de la precariedad del paso, se habilitó el tránsito vehicular. A pala y pico operarios municipales de Campo Quijano, y los lugareños, despejan como pueden los sectores comprometidos con varios centímetros de barro y agua.
Los vehículos pueden pasar hasta San Antonio de los Cobres con un ojo puesto en el camino y el otro mirando a los endebles cerros. Los aludes siguen bajando de forma imprevista. El barro endurecido produjo una capa de sedimento de varios centímetros por arriba de la ruta nacional 51. En la zona de Maury, cercana al puesto de Gendarmeria Nacional, las vías del ramal C-14 quedaron literalmente borradas de la geografía.
Unas veinte familias entre Santa Rosa de Tastíl y La Quesera están sin agua desde el fin de semana pasado. Empeoró la situación, el deslave de cerros ocurrido hace 48 horas en las cercanías al sitio arqueológico. Las tomas de agua quedaron sepultadas. Esta especie de cisterna abastece a las familias y al sitial turístico, donde llegan los turistas que se aventuran a conocer el recorrido del Tren a las Nubes. Los baños no tienen agua y los lugareños piden ayuda inmediata.
“Las crecidas de los arroyos destruyeron nuestra cisterna de agua. Necesitamos por favor que nos envíen agua en bidones, ni para los baños de los turistas tenemos. Por lo menos que nos manden tachos vacíos. Nosotros en camioneta nos encargaremos de ir a buscar a los lugares donde todavía las vertientes están limpias” contó a El Tribuno Policarpo “Cuchi Bayo” Barboza, reconocido residente de Tastíl.
Barboza mostró su molestia porque dice que “cuando pasan los días, y ya no hay nada para hacer, vienen a traernos agua y preguntarnos que necesitamos. Lo hacen para la foto. Estamos solos. Ni las radios funcionan para pedir ayuda”.
Santa Rosa de Tastíl está al paso de la ruta nacional 51. Hacia dentro de la quebrada profunda de San Bernardo de las Zorras, los vehículos de los integrantes de Pueblo Tastíl y la municipalidad de Quijano llegaron hasta algunos puestos. Según los lugareños, Pascha, el paraje más alejado a este punto de la ruta 51, algunos vehículos de las familias de los puesteros llegaron con algunas dificultades pero alcanzaron a ayudar a las familias. Lo mismo que Potrero de Chañi y San Bernardo de las Zorras. Estos parajes a una distancia de 90 a 60 kilómetros de Quijano, respectivamente.
“La Municipalidad mandó una camioneta con agua y plásticos para los techos en la zona de Pascha” dijo Manolo Copa, del consejo de pueblos originarios.
El Tribuno constató que los pobladores siguen indignados por el olvido de Defensa Civil para la instalación de radios de comunicación en estas regiones tan alejadas y aisladas.
Vecinos, aislados como siempre
En el video publicado en la web de El Tribuno un lugareño dice: “Guarda, ahí viene otro”, mientras filma la bajada de un alud por el lecho de un arroyo en la zona de Curva Colorada, entre Incamayo y Maury, en plena ruta 51.
“Si nosotros no venimos a la zona, nadie sabe qué sucede con las familias de estos parajes. No hay agua para el consumo. Igual que el año pasado y el anterior. Nos comunicamos con mensajes de texto y whatsapp gracias a la internet de algunas escuelas”, dijo Copa