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20 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Un lugar para el arte y la cultura, con historia y  un gran futuro

Donde funcionaba el Matadero Municipal las actividades artísticas tienen hoy su espacio. Un ambicioso proyecto propone una alternativa moderna para el desarrollo cultural. 
Domingo, 31 de marzo de 2019 16:01
Vista actual de la nave central del Centro Cultural. Jan Touzeau
Cuando en el edificio se comerciaba carne. Archivo El Tribuno.
Interior del salón más antiguo (1882), en plena clase de gimnasia.
Render del proyecto de “Polo Cultural de Producción y Creatividad”.

En la avenida Independencia al 900, al sur del macrocentro de la ciudad, se encuentra el Centro Cultural Dino Saluzzi, lugar en el que funcionó el Matadero Municipal hasta 1996, cuando fue clausurado. La crónica de diario El Tribuno anunciaba: “El Senasa dispuso la clausura el 7 de este mes (febrero) en virtud de una inspección efectuada en junio del año pasado y cuyo trámite siguió su curso, informaron directivos de la cooperativa”. 
Por ese tiempo la cooperativa Cofain operaba como concesionaria de la Municipalidad para el faenamiento. También se desprende del relato periodístico de la misma edición que “el 80% de la carne que se consumía en Salta, llegaba faenada desde el sur”, tal vez como crónica de un final esperado. 
La primera construcción data de 1882 con un espacio de 10 metros de ancho por 70 de largo que funcionó para la comercialización e ingreso de los animales al predio cuando operaba como matadero. Este espacio estuvo abandonado desde que dejó de funcionar el matadero, sufrió y un gran deterioro por la falta de mantenimiento, por el saqueo paulatino y la invasión de palomas.

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En la avenida Independencia al 900, al sur del macrocentro de la ciudad, se encuentra el Centro Cultural Dino Saluzzi, lugar en el que funcionó el Matadero Municipal hasta 1996, cuando fue clausurado. La crónica de diario El Tribuno anunciaba: “El Senasa dispuso la clausura el 7 de este mes (febrero) en virtud de una inspección efectuada en junio del año pasado y cuyo trámite siguió su curso, informaron directivos de la cooperativa”. 
Por ese tiempo la cooperativa Cofain operaba como concesionaria de la Municipalidad para el faenamiento. También se desprende del relato periodístico de la misma edición que “el 80% de la carne que se consumía en Salta, llegaba faenada desde el sur”, tal vez como crónica de un final esperado. 
La primera construcción data de 1882 con un espacio de 10 metros de ancho por 70 de largo que funcionó para la comercialización e ingreso de los animales al predio cuando operaba como matadero. Este espacio estuvo abandonado desde que dejó de funcionar el matadero, sufrió y un gran deterioro por la falta de mantenimiento, por el saqueo paulatino y la invasión de palomas.


En 1945 fueron adjudicadas por decreto las obras de construcción del Matadero Frigorífico Municipal, a la Compañía Industria Frigorífica Argentina, y quedó erigido el edificio central original del antiguo matadero donde hoy ensaya de manera precaria la Banda de Música Municipal 25 de Mayo. Este edificio albergaba originalmente diferentes áreas: frigorífico, faenamiento, sala de máquinas, sala de vísceras, entre otros. Y tiene la particularidad de contar con una torre que alberga un reloj que supo ser del Cabildo cuando en 1797, ante la necesidad de colocar en lugar visible el reloj público que se había sacado de la Iglesia de la Compañía de Jesús, se construyó la torre del actual museo. 
Durante años el Matadero Municipal fue largo tema de debate que se fue intensificando a medida que la población aumentaba y la ciudad comenzaba a extenderse. Por esta razón y antes de la clausura definitiva, permaneció cerrado por espacio de 12 años hasta que en marzo de 1985 fue rehabilitado luego de ser remodelado. Desde la municipalidad capitalina aseguraban que aquella reapertura lograría “una competencia de precios en la comercialización de la carne y los matarifes tendrían la oportunidad de faenar animales a un costo reducido”. 
En 1990, bajo la intendencia de Javier Alberto Alderete, el Concejo Deliberante abría nuevamente la discusión sobre el tema bajo la presión de los vecinos y los intereses de los trabajadores. 

Después de los debates
Con el fin de llevar adelante un proyecto cultural en ese lugar de polémica, en 2007 se le puso el nombre de Dino Saluzzi, reconocido bandoneonista de fama internacional, que vivió -y aún lo hace su familia- en la zona. En 2012 se construyó allí la Casa del Bicentenario y en 2013 la Escuela de Artes y Oficios. 
La institución educativa municipal alberga a más de 2600 alumnos de marzo a diciembre en tres turnos y ofrece capacitación en herrería, albañilería, tapicería, computación, panadería y pastelería, dibujo artístico, artes manuales, belleza integral y electricidad del automotor, entre otros. 
Por un trabajo articulado entre Nación, Provincia y municipio, La Casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario se levantó del lado derecho del predio que tiene una extensión total de 2000 metros cuadrados, de los cuales 355 están totalmente cubiertos. 
Un salón comunitario con una pantalla de proyección y mínimo equipamiento técnico ofrece lugar para 200 personas y tiene una exposición permanente de obras, que son patrimonio de la Municipalidad como premio adquisición a trabajos de artistas plásticos salteños. 
Estos dos edificios construidos en los últimos años en el predio del exmatadero contrastan con los originales y su deterioro estético, pero albergan un futuro de modernización, diseño e innovación en un proyecto pronto a desarrollarse, por el que se potenciarán las estructuras existentes y brindarán a la comunidad un “Polo Productivo y Creativo”, que permitirá la reproducción del capital artístico y el talento de los salteños. 

Un gran polo de producción y creatividad para Salta

No solamente promueve la actividad creativa, sino el desarrollo de la zona.

Desde julio de 2017 asumió como primer director del Complejo Cultural Dino Saluzzi, Gustavo Eduardo Gusils, profesor y director teatral con amplio conocimiento en gestión cultural, que espera acompañar el innovador proyecto de un “Polo de creación y productividad” para el desarrollo de actividades culturales y artísticas que puedan potenciar la zona y a sus vecinos. 
“Es importante lo que se pudo lograr, ya que está enclavado en el centro de tres barrios: Villa Soledad, Hernando de Lerma y el viejo Barrio Municipal, y de a poco la idea de Centro Cultural se fue incorporando en la gente”, comentó a El Tribuno Gusils. Además, “el proyecto prevé conservar todo lo posible de la vieja construcción como monumento histórico”, agregó. 
Por su parte, el arquitecto Leonardo “Yayo” Pellegrini, está a cargo de la Dirección General de Proyectos Integrales de la Municipalidad y es quien indicó que se proponen generar actividades que giran en torno de la función principal, que es la del desarrollo de la Industria Audiovisual. En ese sentido, el corazón del proyecto es un estudio o set de filmación equipado específicamente para la actividad e instalaciones complementarias como oficinas, camarines, depósitos, talleres, playones de carga y descarga de equipos, sanitarios y áreas técnicas.
La historia y todo lo que significó para el desarrollo local el exmatadero no serán olvidados, ya que se prevé realizar un “Centro de Interpretación del Matadero”, con un recorrido interactivo y la exposición de elementos propios como las bombas de las cámaras frigoríficas que actualmente se pueden observar en la galería del edificio central.


Contempla al menos tres etapas entre las que inicialmente buscarán la refuncionalización de la planta baja del edificio central para sala de usos múltiples y la construcción de una adecuada sala de ensayos para la Orquesta Municipal.
En lo que respecta al Centro del Bicentenario, será destinado a talleres de oficios como espacio flexible y de especialización posterior para egresados de la escuela de Artes y Oficios.
La construcción de una plaza pública frontal y un nuevo límite perimetral “transparente”, otorgarán una apertura del predio al barrio. 
El pretencioso plan de reforma promete incorporar actividades mixtas como oficinas de coworking, gastronomía, oficina de empleos y la radio municipal, además de estudios de grabación, un set de filmación que estarán a disposición de productoras locales, nacionales o internacionales para su alquiler. Esta misma infraestructura estará dispuesta, además, para la realización de eventos, conciertos y actividades culturales, sociales y comerciales para lo que proyectan un galpón.
Según lo indicado por el director del Centro Cultural, el inicio del proyecto es inminente y esperan que pueda ver la luz antes de fin de año. 
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