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En el norte y en el sur de la provincia se mantienen expectantes frente a una nueva promesa por parte del Gobierno salteño. El lunes integrantes de Prograno se reunieron con el ministro de Seguridad provincial, Carlos Oliver, para exponer una vez más la crítica situación que vienen atravesando en materia de inseguridad por los constantes hechos de hurto de ganado y productos campestres, e incluso, en uno de los últimos hechos, el robo de vehículos y elementos mecánicos. Una problemática que viene desde hace algunos años y todavía no encuentra solución.
Desde hace algunos años en la zona de Anta, por ejemplo, productores ganaderos vienen denunciando de manera sistemática el problema de abigeato, la cuestión de raíz tiene que ver con un círculo vicioso en el cual los cuatreros entran por una puerta y salen por otra. En este sentido, "no es la policía la que no actúa, es el Poder Judicial el de la inacción", le dijeron a este medio productores en su momento. A mediados de enero del presente año trabajadores del campo del sur salteño se reunieron con el ministro de Gobierno, Derechos Humanos y Justicia, el doctor Marcelo López Arias, para plantearle la situación.
En esa oportunidad se le planteó al ministro López Arias terminar con la impunidad reinante en la zona, sobre todo de Joaquín V. González, impunidad que vienen denunciando no solo trabajadores del campo sino también profesionales del Derecho, comunicadores sociales y ciudadanos de a pie. En más de una oportunidad, en lo que va del año, y ante la falta de respuestas de las autoridades provinciales, fueron los mismos dueños de los animales quienes se terminaron enfrentando con los cuatreros, dejando un lamentable saldo de pérdidas humanas.
En el norte también
Como si los problemas de abigeato, entre otros, en el sur de la provincia no fueran suficientes, el lunes último autoridades de Prograno y productores damnificados por los robos en sus campos, sobre todo en la zona norte, se reunieron con Carlos Oliver, ministro de Seguridad provincial, y personal de la Brigada de Investigaciones, para llegar a un acuerdo acerca de la problemática. Plantearon la falta de presencia policial permanente en la zona y la impunidad con que actúan las bandas delictivas.
La gente de Prograno solicitó la instalación de puestos policiales fijos sobre la ruta provincial 5, cerca de Pichanal, y en la ruta 86, cerca de Tartagal. Al mismo tiempo pidieron que intensifiquen los controles en los caminos de Balbuena y El Castigado, teniendo en cuenta que está próximo a iniciar la cosecha y la situación podría empeorar.
El ministro, por su parte, se comprometió a reforzar los operativos con mayor número de policías rurales e instalar un puesto permanente en la ruta provincial 5 en los próximos días. Por último, ante las sospechas de que en muchos robos participa personal de los mismos campos, se acordó que los productores que lo deseen remitan su nómina de personal (nombre, apellido, DNI y número de celular de cada empleado) a la Brigada de Investigaciones, quienes se comprometieron a facilitar un informe de antecedentes de los mismos. Esto lo pueden hacer a través de Prograno, enviando un mail a prensa@prograno.org.
Familia delincuente
La investigación llevada adelante por personal policial de El Naranjo hizo que una familia implicada en robos a una finca de la zona sea puesta bajo la lupa judicial, en tal sentido cinco personas quedaron detenidas. Se secuestraron motocicletas, motores, carcazas, ruedas de motocicletas entre otros elementos.
Los efectivos allanaron el inmueble ubicado en ruta provincial 21, intersección ruta nacional 9/34, tras recibir autorización de la Fiscalía Penal de Rosario de la Frontera. Detuvieron a un hombre de 22, una mujer de 33 y tres hijos de 14, 15 y 18 años, quienes están sospechados de robar el martes pasado. Según fuentes policiales, ese día, en ausencia del propietario de una finca, ingresaron y se apoderaron de diversos objetos y animales.
Tras averiguaciones, los investigadores pudieron certificar que los integrantes de esa familia fueron los autores del robo en la finca, donde además hurtaron animales domésticos, gallinas y chanchos.