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El intendente de Orán, Pablo González, se dirigió ayer a toda la comunidad con un breve pero contundente discurso en la apertura de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante.
El intendente precisó que en estos casi tres meses centró la tarea en relevar la situación del municipio para saber "dónde estamos parados" y diagramar el trabajo a futuro. "Nos encontramos con una realidad muy compleja, con una ciudad devastada, con una Municipalidad quebrada. La deuda heredada es de $100 millones, insólita y exagerada para un municipio como el nuestro, una vergenza".
A los compromisos de deuda, remarcó el jefe comunal, se suma que el 80% de los ingresos se va en sueldos. "La realidad está planteada para que paguemos sueldos y deuda, y durante 10 meses no podamos ni siquiera cortar el pasto".
También hizo referencia al parque automotor abandonado, con solo tres vehículos activos y el 90% de la infraestructura municipal obsoleta. "Encontramos un municipio sin rumbo, sin planificación, con problemas estructurales graves, con un 40% de nuestra gente sin agua, sin cloacas, sin lo básico para una calidad de vida decente", dijo.
En cuanto a la gestión de gobierno planteada para el municipio de Orán precisó que se busca lograr una ciudad segura, saludable, de oportunidades para el empleo, limpia y ordenada, moderna y sustentable, turística e inclusiva.