¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
10°
16 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Marta Alicia Martínez, la voz de Tartagal, hoy es un mito

Murió a los 23 años en Buenos Aires, el 31 de julio de 1975. Grabó para el sello discográfico R.C.A. Víctor y la aclamaron por su gran voz en varios países latinoamericanos.
Martes, 08 de septiembre de 2020 02:12
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El departamento San Martín recordó el 45 aniversario de la desaparición física de Marta Alicia Martínez, una muchacha norteña integrante de una conocida familia tartagalense que en los años 60 representó un orgullo... porque trascender las fronteras de su región en materia artística o musical era una verdadera hazaña. Hoy que el mundo es una aldea donde con un tik tok en cuestión de minutos se llega a incontables personas, lugares, y es difícil de imaginar lo que Marta Alicia hubiese logrado con estas herramientas de hoy. Para ella, hace casi medio siglo, fue un triunfo que la escucharan en otras latitudes.

Y lo logró con creces porque grabó para el sello discográfico R.C.A. Víctor, se hizo conocida en varios países de la región porque verdaderamente triunfó, pero le tocó morir en el mejor momento de su vida y de su carrera artística, a poco de cumplir 23 años de edad. Y en ese mismo instante nació el mito.

Con el paso de las décadas, ya nadie en su pueblo pregunta ni se sabe demasiado de su vida: cómo se fue de Tartagal o cuándo el duende de la música le robó el corazón.

Marta Alicia se casó con Alfonso "Chamaco" González y nadie sabe si era o no mexicano (vivía en la ciudad de Salta) o si solo imitaba la tonada de los "cuates" para verse más simpático. Se los recuerda a ambos cantando en vivo en los estudios de L.W.2 Radio Tartagal, la única emisora que había en ese entonces en este norte agreste que marcó el estilo de Marta Alicia.

Su voz áspera pero a la vez tan dulce y entonada se combinó a la perfección con la letra mágica que en alguna tarde de inspiración supo escribir otro norteño, Mario el "Tucano" Gutiérrez. Solo así se entiende que haya podido interpretar tan bien el sentir más profundo del hombre y la mujer de esta región.

"Tú como las flores" es su canción más lograda, es casi el himno del tartagalense, y en ella Marta Alicia Martinez desplegó toda su magia interpretativa, todo el calor de su voz. "Qué tarde tan triste, qué sola me siento", dice Alicia en las primeras estrofas con su voz más bien grave pero que al avanzar en los sones de su canción deja en evidencia un registro casi prodigioso, una reverberancia encantadora que se luce en especial en sus bagualas.

"Cuando a mí llegue la noche/ trepada en un rayo de luna/ me iré..."

Y casi como una premonición, esa dulce canción habla de "los pétalos suaves que en el viento juegan/ en la rosa marcan temprano morir/ así es el destino de las cosas bellas/ Tú como las flores tenías que partir..."

Y es que cada vez que vuelve a cantarla es casi como que Marta Alicia está hablando de sí misma, anticipando su propio destino.

¿Cómo pudo alguien como el siempre recordado "Tucano" Gutierrez haber intuído, anticipado mediante su arte y su poesía tan simple que "Las aguas del río murmuran tu nombre, la costa morena te mira pasar".

Y es que cada vez que se escucha esa canción, remonta la memoria colectiva del norteño o norteña al rostro bello de esta fresca muchachita tartagalense. Las cantoras norteñas como Marta Pino seguramente interpretarán esa emotiva canción al realizar un nuevo homenaje en memoria de Marta Alicia Martínez y hará que los tartagalenses piensen en ella con nostalgia.

"En una guitarra, de azules acordes/ se quiebra dolida mi voz al cantar" dirán las cantantes de hoy para alimentar su recuerdo, aún en quienes nunca la conocieron personalmente.

Marta Alicia, por su breve paso por esta vida (nunca hubo certezas de cómo murió) es mucho más que un recuerdo, es un mito, como en otros lugares y con otro estilo lo es Gilda. Y es que si tan solo hubiera vivido unos años más, sabe Dios adónde hubiera llegado con ese dulce don que él mismo le regaló.

En canciones como "Tú, como las flores" o las bagualas que supo interpretar como nadie esta bella muchachita dejó su sello inmortal.

 

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD