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Revuelo, desconcierto y enojo. Ese era el clima que se vivía ayer por la mañana en las oficinas del Registro Civil, en calle Brown. Es que los trabajadores no querían ingresar a trabajar por un caso sospechoso de COVID-19. Se trata de un administrativo que el sábado último (mientras no estaba prestando servicio) comenzó con síntomas.
Una reunión con formato asamblea, entre las autoridades y los referentes, a media mañana, resolvió que la atención al público se reanudaba, de forma insólita, con los que voluntariamente decidían ingresar a trabajar. De los 120 empleados que tienen en las oficinas de Brown, solo 30 trabajadores volvieron al trabajo y la atención se retomó en formato "de emergencia".
Así, dos colas se armaron fuera del edificio y atendían como podían. En el medio de ese panorama, la titular del Registro Civil, Verónica Saicha, explicó a los medios que ante el posible caso de coronavirus en uno de los trabajadores se actuó según protocolo y llevó tranquilidad a los vecinos porque aseguraba la atención al público.
"Hicimos los hisopados correspondientes y tenemos la certeza de que se tomaron todas las medidas avaladas por el Ministerio de Salud. Las personas involucradas fueron aisladas. Ni siquiera estamos hablando de un COVID positivo, es un posible caso. Además, a las 6.30 de sanitizó todo el edificio, aislando a las personas más cercanas", dijo Saicha, quien además afirmó que no habrá sanciones para los trabajadores que decidieron no ingresar al trabajo presencial. Esta decisión cuanto menos hay que analizar, ya que se trató de personas que no cumplieron con su labor y encima entorpecieron la atención al público en una oficina clave.
Saicha pidió que quienes solicitan turno en la web se acerquen a realizar los trámites. "La mitad de las personas que saca turno al día siguiente no viene", dijo.
En la crónica de los hechos, todos y todas fueron a trabajar hasta el miércoles, hasta el comienzo de la Semana Santa y luego tuvieron el receso. El sábado, el compañero comenzó con los síntomas inequívocos de pérdida de olfato y fiebre, por lo que se plantearon todas las dudas, totalmente infundadas, ya que el fin de semana al no trabajar nadie vio a este administrativo. Y luego plantearon una descabellada medida de fuerza.
“No sabemos si están dadas todas las condiciones para trabajar y atender al público. Por eso no entramos”, dijeron los trabajadores. No se entendió el miedo, porque a ese trabajador no lo ven desde la semana pasada.
Por su parte, Saicha dijo que "el Registro Civil es una de las pocas oficinas estatales que siempre funcionó hasta en lo más duro de la cuarentena porque entendemos que es un servicio esencial. Porque por más que se restrinjan las actividades y la circulación hay niños que nacen, personas que mueren y que hay familiares que necesitan certificados. Siempre estuvimos al pie de cañón y lo seguiremos haciendo", dijo Saicha.
Con respecto a la atención al público, Saicha dijo que los turnos se sacan por la web y la atención es de 7.30 a 13. Dijo también que en media hora se agotan todo los turnos pero al día siguiente solo la mitad de la gente que había solicitado esos turnos se hace presente en el Registro Civil.
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