inicia sesión o regístrate.
Por medio del Whatsapp, una familia de la zona de Tres Cruces, en la Puna salteña, dio aviso que su humilde vivienda sufrió un voraz incendio y que habían perdido casi todas sus pertenencias. Así, luego de cuatro horas de intenso andar en medio de la accidentada geografía del paraje El Toro, a unos 180 kilómetros de la capital salteña, se logró dar con el puesto siniestrado y la familia que pedía ayuda inmediata.
La familia que sufrió el incendio es de apellido Viveros y, por sus dichos, una "vela encendida en la noche" causó el siniestro en momentos en que todos los integrantes de este hogar descansaban. Entre las pertenencias que no fueron alcanzadas por las llamas estaba el celular de Olga Margarita Arjona. "Pude llegar caminando hasta la escuela de El Toro y allí con la señal de internet alertamos sobre nuestra desgracia. Nos ayudó la maestra de la escuelita con la comunicación", contó la madre de familia.
Sin comunicación de Whatsapp hubiera sido imposible enterarse a las pocas horas del siniestro de la familia Viveros Maizares. "Increíblemente, en otros tiempos nos enteramos a los días de los accidentes y pedidos de ayuda. Menos mal que las escuelas tienen señal de internet y con un llamado podemos enterarnos de lo ocurrido", explicó Iván Ramos, responsable de la Secretaria de Acción Social de Campo Quijano.
Personalmente, Ramos y un equipo de profesionales partieron a la zona, ubicada al noreste, entre las estribaciones de El Chañi y el límite con El Palomar, a la misma distancia de la ruta nacional 40 que de la nacional 51, por donde se debe desviar en Las Cuevas para comenzar el derrotero hacia Tres Cruces.
"Se quemaron camas, colchones, ropa y otros elementos que tenía la familia. El hecho se produjo el día miércoles por la noche. Desde la Municipalidad se tomó conocimiento por medio de una llamada de la escuela Finca El Toro. Salimos llevando mercadería, frazadas, colchones, ropa, plásticos y agua, que es fundamental".
El techo quedó hecho añicos por el fuego. Por suerte nadie de la familia resultó herido. Olga vive junto a su marido Eugenio y cinco hijos. Como la mayoría de los habitantes de estos inhóspitos lugares viven de la crianza de ganado caprino, algunas vacas y las siembras de estación.
Para el funcionario municipal es fundamental que los equipos de internet en las escuelas de montaña sigan funcionando los fines de semana y en tiempos de receso escolar. "Los vecinos logran comunicar por Whatsapp sus necesidades. Existen radios de largo alcance pero muchas veces se dificulta la comunicación. Al tener internet, las escuelas pueden comunicarse con la comuna, el hospital y la Policía", destacó Ramos.
La vivienda familiar será reconstruida en breve. Los tirantes y las chapas, además del techo de barro sucumbieron bajo el fuego. La asistencia de la comuna fue ágil, a pesar de la lejanía del lugar donde viven. El municipio pedirá a Educación que las escuelas de montaña tengan de forma permanente conectado el equipo de comunicación a internet.