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28 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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"Para jugar en la Selección nacional, como médico entreno todo los días"

Alejandro Rolón, médico de la Selección Argentina Campeona del Mundo. 
Viernes, 30 de diciembre de 2022 10:24
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La dedicación y el constante perfeccionismo lo llevó también a levantar la Copa del Mundo en Qatar. El médico Alejandro Rolón es platense de nacimiento, pero las circunstancias de la profesión materna, lo llevó a estar muchos años en la ciudad de General Güemes, donde finalizó la escuela primaria y secundaria en la escuela exNacional. Volvió a Buenos Aires y terminó su carrera universitaria, pero su corazón y su alma sigue en Salta, donde, según asegura, pasó sus mejores años de infancia. El Mundial de Qatar fue el podio de tanto esfuerzo y también lo convirtió en un verdadero "campeón del mundo".

¿Cuáles son tus vínculos con Salta?

Con mi mamá médica y mi hermano, un año más que yo y que hoy es músico, nos fuimos a General Güemes, en el año 1978. Yo tenía 10 años de edad. Ella trabajó en el hospital Joaquín Castellanos. Vivimos una etapa lindísima, segura, en una ciudad de Güemes que tenía ferrocarril y enseguida vino la Central Termoeléctrica. Fue una infancia fantástica, soñada. La tomo como una gran parte de mi vida. A los 18 años, volví a Buenos Aires a estudiar a mi ciudad natal, en La Plata y me sentía del interior. A veces me preguntan de dónde soy y me sale que soy salteño. Estudié medicina en La Plata y después me fui a vivir a la capital, en donde vivo actualmente e hice la residencia en diagnóstico por imágenes en radiología. A veces es raro relacionar radiología con el deporte, pero habiendo crecido tanto nuestra especialidad deja de ser raro. Yo hice mi residencia en lo que considero el mejor hospital privado, como es el Hospital Italiano. Con los años me fui dedicando a la resonancia magnética, después a la ecografía y al deporte.Tuve mucho años como ayudante de anatomía y me gustaba. Ya en el 1989 había sido jefe de residentes y me dedique a la traumatología, lo que se considera músculo esquelético. Ahí me comencé a meter con los diferentes métodos por imágenes. Cuando uno escucha, 20 años después, 'se desgarró, se contracturó, le hicieron estudios o se infiltró', sabés que todo eso se hace a través de las imágenes. Ya con equipamiento más sofisticado, viajo con un ecógrafo y en el vestuario resuelvo las situaciones y si tengo que hacer otros estudios también contamos con los aparatos, como a la hora de hacer terapias biológicas, plasmas ricos en plaquetas, y si bien nos basamos en imágenes ya hay una serie de situaciones que la podés resolver al costado del campo de juego.

¿Cómo es tu preparación?

Hoy volví a mi vida profesional de todos los días. Pero es un gran trabajo ser parte del cuerpo médico de la Selección, aunque también trabajo afuera como médico. Es algo así como que 'para jugar en la Selección entreno todos los días. La realidad es que a veces cuando viajo, como lo hago hace muchos años. Después vuelvo con mis pacientes, que me están esperando "con cuchillo y tenedor" Tuve unos días de "recuperación", pero debo volver a mi trabajo con ellos. Habiéndome bajado de la "scaloneta", como digo yo, ya comenzamos con la otra parte del trabajo.

¿Cómo llegás a la Selección?

En el año '99 ya me dedicaba en el Hospital Italiano a esto y vi la lesión de dos jugadores juveniles que eran de Boca, César La Paglia y Sergio Adrián Guillermo. Fue un momento crítico porque jugaron en la Selección juvenil y yo atendía a Boca y hubo una junta médica en donde participé y la imagen comenzaba a jugar un papel preponderante. Se determinaba si el desgarro era antes o después y allí comencé a quedar vinculado a la Selección. En 2002 casi viajo al Mundial de Corea del Sur y Japón, con mucha menos experiencia y menos tecnología. Iba un solo médico y un kinesiólogo. Era en otro país, con las dificultades del idioma para hacer estudios y las ecografías y cada vez tenían más rol las complicaciones musculares. Hoy por hoy los deportistas, si repasás, casi todas son lesiones musculares, como desgarro o contracturas. No es por rotura de ligamentos, como son las roturas de ligamentos cruzados, que tienen mucha fama. Si bien no viaje, porque tenía poca experiencia, a partir allí tuve siempre aciertos en los estudios. Cuando venían jugadores de la Selección, de muchos clubes o inclusive de rugby, daba los diagnósticos precisos. Eso me llevo a centrarme en los deportes de alto rendimiento. Inclusive en el tenis fui invitado por Martín Del Potro al US Open, y con Nalbandian compartí mucho momentos.

 

¿Y los primeros viajes?

En 2006, en el Mundial de Alemania,

comencé a viajar como segundo médico. Llevé un ecógrafo portatil y otro de pie y viví una experiencia fantástica. Ahí éramos dos médicos y dos kinesiólogos. También fui en el 2010 a Sudáfrica. En 2014 en Brasil cambió el médico principal, Donatto Villani, y pasó a ser Daniel Martínez hasta hoy. Y yo seguí siendo el segundo médico, el "ideal", como me consideran, porque resuelvo la parte imaginorógica e intervencionista. Ese año llevé un resonador magnético a la concentración. Como éramos menos yo me sentaba en el banco de suplentes. Hasta 2018 yo iba al banco de suplentes, pero ahora no hay lugar. Yo lo que tengo que tener es acceso al campo de juego. Si bien entra el médico principal, voy atrás de él y vamos coordinando para hacerle la tomografía, la resonancia o el examen clínico inicial o una ecografía.

¿Cómo fue Qatar 2022?

Este mundial llevé terapias biológicas, plasmas rígidos, ecógrafos y resonancias. Si bien no hubo que hacer muchas, estábamos preparados constantemente. En 2002 fue un médico y un kinesiólogo y en el 2022 hubo tres médicos (con un médico clínico), porque si bien las gripes las podemos resolver, hay mucha actividad concentrada, 5 kinesiólogos , un masajista y un nutricionista. Diez en total. Lo que pasa es que hoy los jugadores son máquinas de Fórmula 1.

¿Cómo estuvo la Selección físicamente?

Hubo un trabajo previo. Cuando nos juntamos en octubre pasado en Nueva York, Scaloni fue muy claro: "Quiero el equipo al 100%" Lo seguimos durante un mes y hubo varias pequeñas y grandes lesiones, como ser la de Dybala, El kinesiólogo Luis García estuvo 15 días con él y fue muy importante. Otro médico fue con el "Cuti" Romero. Fue un mes fundamental para nosotros, porque entre el desgaste y la temporada, la exigencia es la que te deja adentro o afuera de un Mundial. Una rotura de ligamentos y una quebradura te deja afuera, pero una lesión muscular te deja a mitad de camino. Hay mucho para hacer y para cuidar. No te olvidés que nosotros no somos los dueños de la Selección, sino los clubes, que son los que querían que jueguen, pero a la vez priorizaban a los jugadores, quienes tienen que jugar para mantenerse en condiciones. Durante ese mes íbamos recibiendo las imágenes, porque además tenés que tener buen vínculo con los clubes. A casi todos fuimos, pero también necesitábamos de la confianza del jugador. Cuando arribamos a Abu Dhabi, había jugadores que llegaron muy justos. Sabíamos, porque hay muchas herramientas. Si bien se especula, sobre todo la prensa, con muchas lesiones, también tenés el GPS que te marca un montón de aspectos del entrenamiento. 

¿La exigencia fue muy grande?

Cada vez la kinesiología es más importante con la puesta a punto. Para que un jugador esté 90 minutos en la cancha, tiene que tener 2 a 3 horas de trabajo fisioterapéutico diferente, desde el hielo, hasta el masaje y la  puesta a punto para lograr rendir esa intensidad de exigencia. Yo creo que en eso se han ido profesionalizando más los jugadores. Por eso es que el equipo de fisioterapia y kinesiología fue creciendo y no todo pasa por la tecnología.

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