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Franco Koblan: “Quiero ser conocido como un artista que recorrió varios géneros”

El joven cantautor relanzó su carrera como cuartetero en una gira por Salta. Entre sus próximos proyectos se encuentra grabar canciones en portugués y ópera.
Lunes, 18 de abril de 2022 22:58
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Franco Koblan (22) nació en Córdoba el 21 de abril de 1999. Vive en San Salvador de Jujuy, donde sus padres se establecieron hace cinco años para poner una empresa y cursa Abogacía en la Universidad Siglo XXI. 
En 2006, cuando tenía siete años, se inició en el estudio del bandoneón en el Conservatorio de Música La Colmena, pero asegura que el canto le “llegó” a los 17 años, porque siempre había sentido vergüenza de cantar. Empezó con el canto lírico y en 2018 y 2019 trabajó en musicales como “Aladín”, “Lluvia en la taberna” y “Belgrano”. Con esta última realizó una gira por el NOA. 
Aunque este género teatral incluye como elementos fundamentales partes actuadas, cantadas y bailadas, Franco se considera más cantante que actor. De esta última faceta suya también hay registros en algunos cortometrajes. 
En 2019 transitaba la senda del musical de buena manera, porque había quedado seleccionado para el papel principal de “El fantasma de la ópera”, un proyecto comandado por el maestro Pepe Cibrián Campoy, descubridor de tantos talentos actorales como el de Juan Rodó (quien construyó una exitosa carrera a partir de su Drácula inigualable). Pero medió la pandemia. “Iba a iniciar en junio de 2019 y sabemos que en marzo se vino el corte. Era la primera vez que me iba a mudar a una ciudad solo e iba a ser una aventura linda, pero si se hubiera dado no habría salido el cuarteto”, define Franco. Añade que para hacer la transición como cantante lírico -su registro es tenor- y baladista debió trabajar en su voz junto a su coach Sebastián Flores durante seis meses. 
En su casa se escuchaba a artistas internacionales entre los que recuerda a Elton John, José José y Roberto Carlos. “Con ellos comencé a conocer el canto popular. En mi play list son infaltables Tom Jones, Elvis Presley, Frank Sinatra, aunque consumo mucha música de todos los géneros, porque creo que toda música bien hecha es linda”, resume. Pero en su corazón anida el cuarteto. “Córdoba es un semillero de grandes artistas como Gary, Sebastián, que es mi director artístico, pero hay muchos otros referentes”, señala. Franco ya ha compuesto una veintena de canciones, entre las que se destacan “Gitana mía”, “Ya me enteré”, “La chica de la noche”, “Una noche más”, “La colegiala”, “Amiga prohibida”, “Me extrañarás”, “Tigre salvaje”, “Amante secreta” y “Plastilina”.

Justamente en “Amiga prohibida” -que tiene una singular introducción acompañada por el bandoneón- algunas líneas “somos amantes, sin que se entere su marido ni sepa mi mujer” recuerdan a “Lo mejor del amor”, de Rodrigo (“Dejo mi esposa, tú dejas tu marido, para matarnos en un cuarto de hotel”). Franco asiente. “Rodrigo me parecía un buen músico y tenía en su banda a músicos centroamericanos, que es también mi caso, y ellos le dan el sabor de merengue a mi cuarteto. Yo no puedo decirles a ellos cómo tocar el merengue. En mis temas cuento las historias que puede contar un chico de mi edad, soy muy enamoradizo y cuento lo que me ocurre a mí. Quizá cuando como artista vaya madurando iré contando otras historias también. Quizás eso es lo que semeja mi música a la de Rodrigo”, señala.

A Franco le toca componer en la combinación de factores y circunstancias como la convivencia del gusto por el cuarteto de diversas generaciones, el tratamiento de las historias que involucren a mujeres y minorías sexuales bajo perspectiva de género y la cultura de la cancelación. Sin embargo, él asume los desafíos de la coyuntura. 
“Me gusta hablar con gente grande sobre las raíces de la música de donde venimos y hacia dónde vamos. También de la importancia de crear música que sea un legado para las nuevas generaciones. Y por allí ellos me preguntaban por qué la mayoría de los cantautores cuenta que la mujer se fue con otro y es lo peor del mundo. Y yo me proponía contar mis historias, pero desde diferentes ángulos como cuando escribí ‘La chica de la noche’, que trata sobre alguien que se enamora de alguien que vive del trabajo sexual. En su momento pensaba que iba a ser en la época que corremos una canción bastante complicada, pero se las mostré a muchas mujeres, hice un estudio antes de largar la canción y me llenó el corazón al ver la emoción de las chicas, que me decían que era rejugado el tema, porque sigue siendo un tabú”, reflexiona.

También se ve el viraje que menciona en “Gitana mía” y “Plastilina”, donde construye figuras femeninas que toman sus decisiones y por ello alejadas de la opresión, el abandono y la humillación a la que se ve sometida la mujer en muchos temas del cancionero popular. 


Acerca de las dificultades con las que lidian los cantantes emergentes afirma: “Si bien en todos los tiempos los artistas tuvieron muchas dificultades y hoy nos dicen que tenemos la facilidad de las redes sociales, no nos olvidemos que por eso mismo es mucha mayor la cantidad de artistas que llegan al público. Para mí es como el supermercado: al haber tanta cantidad de productos en las góndolas es más difícil poner el producto a competir en el mercado. Por ello, me he concentrado en mi faceta de cantautor, en tener una voz propia, que es lo que creo que termina siendo el sello de un artista”. En este sentido, destaca a quienes se dedican al trap, porque “no usan casi los covers, que sí es una manía del canto popular, aunque obviamente hay clásicos que sí deben formar parte del repertorio”. 

 

Los ojos de Franco están siempre posados en el horizonte y su mente conjugando su talento en diferentes formas y proyectos. De todos habla con igual entusiasmo. Apunta que a fin de año, previo paso por Buenos Aires para cumplir actuaciones, viajará a Córdoba, donde tiene “muchas cosas por reencontrar”. “Me gustaría juntarme con algunos de los integrantes del cuarteto viejo, que ya son personas muy mayores, y ver el origen del cuarteto, que proviene de los inmigrantes, de la fusión del pasodoble con la tarantela”, comenta, como quien piensa en voz alta. Sin embargo, esta inmersión no lo excluirá del gusto por los otros géneros. “Voy a hacer cuarteto espero que por mucho tiempo. Todos tenemos facetas y lo que tengo previsto es más allá de llevar mi música, el cuarteto, y defenderlo en todos lados, también mostrarme camaleónico ante la gente, que el show sea eso: un show que tenga matices, para que no quede siempre tan arriba, porque llevar el show a tanta velocidad es a la mitad de este haber cansado el oído”, precisa. Agrega que en algún momento va a grabar temas de ópera, porque anhela que la gente pueda ver al artista más allá del género y del producto comercial. “Quiero que la gente conozca a Franco Koblan como el artista que recorrió todos los géneros. Siempre digo que el cantante es como el artista plástico al que le dan un lienzo en blanco y tiene que plasmar allí su arte”, cierra. 

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