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Emoción y una fe inquebrantable mostraron los fieles de San Expedito, que volvieron a peregrinar detrás su imagen durante la procesión que se realizó este sábado desde las puertas de la iglesia del Seminario de Salta, ubicado en calle Mitre.
Con antorchas, cajas de estampitas y cientos imágenes del santo, los fieles iniciaron la procesión por calle Mitre, luego siguieron por Santiago del Estero para continuar por Zuviría hasta Ameghino y finalizar nuevamente en el ingreso al templo.
Durante este recorrido cargado de oraciones y cánticos, los creyentes agradecieron una vez más por los favores recibidos y disfrutaron del poder expresa su fe, en forma masiva, después de dos años de restricciones por la pandemia de COVID-19.
A las 17, se realizó una misa y luego los fieles salieron en procesión por las calles aledañas.
Si bien San Expedito es reconocido por el don para resolver necesidades urgentes, también es patrono y protector de los jóvenes, estudiantes y enfermos; es mediador en los procesos judiciales, protector en los problemas de familia, trabajo y negocios.
Y así lo expresaron algunos de los creyentes que acompañaron la procesión y compartieron sus experiencias con El Tribuno. Ente algunos de los tantos testimonios se pudo escuchar el de Andrea que participa desde hace 10 años de la procesión y agradece los favores recibidos por el santo. El primero de ellos fue el conseguir trabajo, luego llegó el pedido de mejoras laborales que también se cumplió y finalmente el gran milagro por el que toda la familia se sumó a agradecer al santo: la llegada de los hijos.
Andrea conoció a San Expedito a través de su madre. Fue ella la que consiguió la imagen del santo, del que toda la familia es devota. Esta mujer, además de agradecer también realiza las tradicionales ofrendas que este año fueron una pequeñas macetas con plantines de suculentas y la imagen del santo.
Carmen conoció a San Expedito a través de una sobrina que le regaló una estampita y se sumó a la procesión para agradecer una vez más que el santo le haya concedido el milagro de tener su propia casa. "Le prometí hacerle una gruta en la casa nueva y así fue. Esta vez vengo a agradecer una vez más y a pedirle por la salud y el estudio de mis hijos", agregó.
Alvaro conoció al santo a través su madre. "Pasábamos por un momento muy complicado, hace tres años y le pedí que me ayude y así fue. Ahora gracias a Dios estamos todos bien, por eso traigo las imágenes para la gente que lo necesite lo conozca, así como me pasó a mi", expresó el hombre que entregaba las estampas del santo durante la procesión a la que fue junto a su mamá.
Un poco de historia
De acuerdo a la tradición católica, San Expedito fue un legionario romano que vivió a principios del siglo IV. Nació en el seno de una familia patricia, siguió la carrera militar y llegó a ser comandante de una legión. Sin embargo, fue volcándose al cristianismo a medida que escuchaba testimonio de los creyentes.
Desde la Agencia Informativa Católica Argentina cuentan que, luego de una batalla, decidió convertirse a la fe cristiana. Ante esta decisión se le apareció un cuervo -según la leyenda- que trató de persuadirlo al grito de “Cras”, que en latín significa “mañana”. Al instante, reaccionó respondiendo: “Hodie”, cuyo significado es “hoy” y agregó: “No lo dejaré para mañana, hoy seré cristiano” y pisoteó al cuervo, dejando inquebrantable su opción de fe.
Según la narración, en el año 303 junto con otros soldados conversos, murió mártir tras ser perseguido por el emperador Diocleciano.