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Capacitaron a militares que están ascendiendo al Llullaillaco

El Ejército Argentino mostró respeto y, antes de ir al territorio, requirió sus conocimientos sobre la cultura y la cosmovisión de los pueblos indígenas andinos.
Sabado, 16 de diciembre de 2023 01:27
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Katia Gibaja es una persona importante para la Provincia, una referencia para todo aquel que quiere ir al origen. Hace unos días brindó una capacitación al Ejército Argentino que tenían en agenda el ascenso al Llullaillaco.

Con dos semanas de antelación a la trepada de los soldados al sitio sagrado de los pueblos indígenas, fue el teniente coronel Luis Rubio, del Batallón de Ingenieros de Montaña Número 5 Salta, del Ejército Argentino, que solicitó la capacitación de Gibaja que tiene más de 19 años trabajando en el Museo Antropológico de Alta Montaña (MAAM). La idea fue brindar una conferencia para que los uniformados sepan adónde están subiendo y la significación que tiene para los pueblos prehispánicos la montaña sagrada.

Los militares comenzaron la expedición hace dos días y en estas horas deben estar en pleno ascenso.

"Se realizó la actividad con imágenes dando en detalle a la importancia de lo que significa este volcán para nuestra provincia y la repercusión que tuvo en el mundo. Hablamos, en primer lugar, del espacio donde se descubre este acontecimiento de hace 500 años. Luego expliqué las últimas investigaciones desde un enfoque epistemológico para esclarecer científica y culturalmente este hallazgo de herencia ancestral. El objetivo es que este sea un viaje de reconocimiento a un lugar sagrado, donde el respeto y la ética permitirán el conocimiento de nuestra historia precolombina", dijo Gibaja.

Quechua

Toda la exposición de Gibaja tuvo su base científica, sin perder de vista la cosmovisión andina. El eje de todo son los Niños del Llullaillaco. "Hablé de la palabra quechua Qhapaq Qhocha, que significa la fuerza. La riqueza y el poder del agua para la conservación de vida. En una traducción al idioma español, desmitificando de esta manera todo ritual o creencias de ofrendas como se expresó al inicio. Estamos frente a un suceso científico de conservación humana después de 500 años donde recibimos a tres niños tal como lo dejaron sus padres en unas cápsulas criopreservadoras cubiertas minuciosamente con siete capas y la última es nieve o 'rit'i' en quechua. Por eso se desmitifica que sean enterratorios. Expresé que los resultados del estudio de ADN realizados a los tres niños confirman que pertenecen a tres familias diferentes", explicó apasionada.

El volcán de Llullaillaco ya está reconocido como "sitio sagrado" de los pueblos originarios por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI). Esto porque numerosas comunidades y organizaciones indígenas a lo largo de dos décadas han solicitado la declaración de Sitio Sagrado a los enterratorios ubicados en el volcán Llullaillaco y la restitución de "La Niña del Rayo", "La Doncella" y "El Niño", exhumados del centro ceremonial con restos humanos más alto del mundo, a 6.730 metros de altura, en la cumbre del volcán.

El centro ceremonial Llullaillaco es uno de los más importantes del continente, cuenta con un cementerio comunitario a 4.900 m de altura, con un camino que incluye edificios que van desde la base hasta la cima, constituyéndose así en un centro de ofrendas único en el país.

Katia Gibaja fue protagonista de los estudios que le realizaron a los niños, en los adelantos sobre la conservación de los órganos internos de los niños que actualmente se siguen conservando en las cápsulas en el MAAM.

"No llegamos, en la actualidad, ni al 50 por ciento de la ciencia y sabiduría inca", dijo Gibaja. "Concluimos la capacitación en espacio de preguntas, las cuales fueron de mucho valor. ¿Por qué los dejaron a los niños en el volcán?, fue la pregunta central. La posible respuesta que sea es: para salvar sus vidas. Ya que el tiempo cronológico coincide con el choque de culturas entre España y América. Los españoles tomaban el Cuzco en búsqueda de oro, plata, conquistando tierras y una cultura que era un imperio por su grandeza. Esta hipótesis de trabajo está siendo más cercana. Se habló de Cajamarca y de las habitaciones llenas de oro y plata por el rescate y todo sin un buen final porque asesinaron igualmente al Inca. En vista de esta matriz de riesgo en Cuzco y el sur del Perú, huyen hacia el Qollasuyo, fuera de peligro", explicó.

Son 22 los soldados que están subiendo, por estos días, hacia la cima del Llullaillaco y llevan una bandera argentina, otra de la fundación Ecos de la Patria Grande y los conocimientos de Katia Gibaja.

Recuerdos de un camino inolvidable

"Al iniciar mi actividad el 19 de noviembre de 2004 comencé como coordinadora de Acción Cultural y estábamos a cargo de la Biblioteca Andina. Recibíamos a turistas y visitantes donde profundizaban sobre los Niños del Llullaillaco. Realizamos danzas andinas, homenaje a la Pachamama, fiestas del Inti Raymi, conferencias de la Hija de Coca, entre otras", recuerda Katia Gibaja, quien se jubiló hace pocos días del MAAM.

Ella realizó actividades con niños con capacidades diferentes de las Instituciones como Hirpace y Efeta, entre otros. En el año 2008 asumió la conducción de la Oficina de Calidad de Servicio, además de Acción Cultural. Luego nace el programa "El MAAM va a la Escuela". "En forma ininterrumpida llegamos siguiendo la implementación de un sistema de gestión de calidad a 142 mil participantes. Viajamos al interior de la provincia de Salta, escuelas albergue, rurales, y también de las ciudades de Tartagal, Metán, Rosario de la Frontera, Iruya, Nazareno, Colonia Santa Rosa, entre tantas otras. Viajamos con ese programa a Misiones, Posadas, Buenos Aires, al colegio Otto Kraus; al sur, a Chubut, Trelew, y Gaiman, en la Patagonia. En Tucumán, a El Mollar, Tafí del Valle, Concepción. En Jujuy, a Humahuaca, Abra Pampa, Tilcara", dijo.

El trabajo en equipo con Guías cajeros, seguridad limpieza, ganaron premios a la Innovación de la Calidad por la Provincia de Salta como Primer premio. También obtuvo galardones del Ejecutivo Provincial, siempre llegando a la puntuación de mil puntos invictos desde el año 2009 hasta el presente año.

Asimismo, implementación de las directrices de accesibilidad, siendo galardonados desde el año de su implementación 2010 junto a la Secretaría de Turismo de la Nación.

"Como responsable de calidad de servicio fui auditora provincial y nacional, la implementación del Sistema de Gestión de Calidad en el MAAM nos permitió certificar con normas de calidad IRAM 9001.

"Mi participación fue permanente con una plegaria a los Niños del Llullaillaco. También acompaña mi voz en el canto ancestral Intillay, que crea un clima de especial encuentro con los niños", recordó.

 

 

 

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