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Se necesitó una canasta llena de casi veinte kilos de billetes de diez pesos, el billete papel de menor denominación vigente en el país, para no haber sido considerado pobre en el mes de mayo en Argentina, según el Indec.
Haga lugar en la canasta porque el mes que viene necesitará espacio para unos cuántos kilos más de papel moneda para no estar al borde la pobreza.
Aún si en la canasta no entra nada más, y no porque esté repleta, sino porque sobra espacio y no hay con qué llenarla, tenga en cuenta algunas recomendaciones.
Cocine al horno solo lo necesario. Aproveche el calor y cuando saque el primer plato, apure una torta para la tarde. Reduzca de ese modo el tiempo de calentamiento que toda receta indica.
Disponga de la carne como elemento decorativo del plato. Evite que sea la figura central. Acompañe con arroz, fideos, polenta.
Compre solo fruta y verduras de estación. No se deje seducir por la verdura empaquetada y radiante tras un film o un buen packaging.
Anímese a reducir su porción de desayuno.
Propóngase el reto de no pisar el supermercado una vez hecha la compra semanal o mensual.
Apague las luces que no usa.
Controle el tiempo de ducha y las goteras en los grifos.
Reduzca el uso del auto. Camine o tome colectivo.
Posponga la actualización de sus electrométricos. Celular incluido.
Pida pase de plan en todos los servicios que pague y tenga posibilidades de pasar a un nivel descendente.
Sea creativo con el uso de su ropa. Repita, pero introduzca accesorios que distraigan al espejo.
Lo que aplica para usted, aplica para el resto de la familia, no hay excepciones. Es un plan de contingencia.
Pero si usted ya no prende la cocina ni para cocinar. Si hace rato que solo pasa por la vereda de la carnicería y come las frutas y verduras que puede, no las que quiere. Si el desayuno ya pasa de mínimo. Si ya comenzó a secar la yerba del mate. Si abrió libreta en el almacén del barrio. Si apaga por demás las luces y controla el consumo de agua. Si hace rato que camina, no actualiza el celular, no tiene ya nivel disponible en sus servicios para descender en prestaciones. Y, aun así, con la ropa de la temporada anterior o de la otra, usted está leyendo estas líneas: hay esperanza. Créame. Crea que está en nuestras manos hacer un mundo posible.