inicia sesión o regístrate.
El general José de San Martín, hijo de un militar de la corona española. Su madre, prima hermana de Jerónimo Matorras, que fue gobernador y capitán general del Tucumán, cuyos restos mortales descansan en el cementerio de San José de Orquera, pequeño pueblo de Salta, departamento de Metán, adonde el general llegó a visitar la tumba de su tío. José de San Martín, nacido en Yapeyú, Corrientes en 1778, el menor de cinco hermanos, una hermana mujer y cuatro varones.
Cuando niño fue trasladado a Buenos Aires y desde allí a España, radicándose en Málaga y luego en Murcia. Él y sus hermanos varones eligieron la carrera de las armas. Combatió en África contra la dominación napoleónica. En 1812, con 34 años, alcanzó el grado de teniente coronel. En Buenos Aires había sucedido el 25 de mayo de 1810. Regresó para ponerse al servicio de su patria natal. Los protagonistas de la Revolución de Mayo, le encomendaron la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo, que tuvo su bautismo de fuego el 3 de febrero de 1813, en el Combate de San Lorenzo. Belgrano había triunfado en la Batalla de Tucumán y se preparaba para la Batalla de Salta. Reemplazó al general Belgrano en el Ejército del Norte y tomó contacto con Martín Miguel de Güemes, pieza fundamental, en el diseño del plan continental.
Nombrado gobernador de Cuyo, con sede en Mendoza, organizó el Ejército de los Andes. Como alto estratega logró cruzar la cordillera de los Andes para liberar Chile, luego de las batallas de Chacabuco y Maipú. No era tarea sencilla doblegar la cordillera, a la que cruzó por varios pasos, para sorprender al enemigo. Cruzaron 1.200 milicianos, 120 barreteros de mina, 25 baqueanos, 47 miembros de sanidad, la pesada artillería con cañones y obuses, algunos empleados civiles, 1600 caballos, 9281 mulas de silla y de carga. Transportaban los víveres para toda la formación, uniformes, abrigos, armas, alimentos para los animales, muchas toneladas, para mover el sueño de la liberación. Liberado Chile, el plan exigía prepararse para avanzar hacia el Perú, para liberarlo en 1821. Su brillante carrera militar concluyó en 1822, luego de la 'Entrevista de Guayaquil' con Simón Bolívar. Cuando volvió a Lima, se expresó de este modo: "He convocado al Congreso para presentar ante él mi renuncia y retirarme a la vida privada con la satisfacción de haber puesto a la causa de la libertad toda la honradez de mi espíritu y la convicción de mi patriotismo. Dios, los hombres y la historia juzgarán mis actos públicos" (carta a Bolívar. Lima, 10 de septiembre de 1822).
Argentina lo reconoce como el 'Padre de la Patria y Libertador'; Chile le otorgó el grado de 'Capitán General'; Perú lo designó 'Fundador de la Libertad del Perú', 'Fundador de la República', 'Generalísimo de las Armas' y 'Protector del País'. El 3 de agosto de 1823, falleció su esposa, María de los Remedios de Escalada de San Martín, lo que aceleró dejar el país, junto a su hijita Merceditas. Intentó volver en 1829, pero la lucha entre unitarios y federales, le impidió radicarse nuevamente, a pesar del ofrecimiento de Lavalle, para hacerse cargo de la gobernación de Buenos Aires, a quien le respondió: «El general San Martín jamás desenvainará su espada para combatir a sus paisanos". Se fue al exilio definitivo, falleciendo en Boulogne-sur-Mer, Francia, 17 de agosto de 1850.