El evento organizado por El Tribuno, "Hablemos de lo que viene: La Semana de la Industria", adquiere relevancia especial en el contexto actual. Este nuevo ciclo de conferencias será un punto de encuentro clave para los líderes del sector industrial, quienes discutirán los desafíos y oportunidades que enfrentan en medio de una crisis política, social y económica.
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El evento organizado por El Tribuno, "Hablemos de lo que viene: La Semana de la Industria", adquiere relevancia especial en el contexto actual. Este nuevo ciclo de conferencias será un punto de encuentro clave para los líderes del sector industrial, quienes discutirán los desafíos y oportunidades que enfrentan en medio de una crisis política, social y económica.
En este año los empresarios industriales están marcados por una crisis desafiante y un proceso electoral crucial que redefine el panorama argentino para el 2024 y está creando un período de incertidumbre, donde la industria juega un fundamental para la economía regional y nacional. Este evento, se presenta como una valiosa oportunidad para comprender y adaptarse a los cambios, fomentando la colaboración intersectorial y la innovación.
En esta oportunidad El Tribuno dialogó con Salvador Muñoz, presidente de Hijos de Salvador Muñoz SA, que puso de manifiesto la difícil situación que enfrenta el empresariado industrial en Argentina. En un país donde la incertidumbre reina y las certezas son esquivas, Salvador Muñoz expone los desafíos que su empresa y la industria agropecuaria en general afrontan en medio de un clima económico volátil.
"Lo que vivimos nosotros es un poco lo que se está viviendo en todo el país. En el último tiempo, por la influencia de las elecciones, la expectativa de quién va a ser el candidato y qué políticas van a proponer cada uno se ha ido acrecentando el nivel de incertidumbre. Y a eso sumado también el ajuste permanente que tienen sobre los dólares de importación, porque como no hay reservas están ajustando cada vez más. Todo esto ha ido generando una mezcla de incertidumbre por un lado y por otro lado también la realidad de la falta de exportaciones", expresó el empresario.
Salvador Muñoz es presidente de la empresa más conocida como "Salvita", se trata de una de los mayores empleadoras de Salta, una provincia donde la industrialización es muy baja y la mitad de la población es pobre y hay un alto porcentaje de informalidad laboral.
Durante la entrevista el empresario contó que la compañía, que llegó a tener hasta 2.000 empleados en sus plantas de procesamiento agroindustrial concentradas en Embarcación, tiene problemas para importar insumos.
"Particularmente nosotros, en nuestra empresa, tenemos cuatro industrias diferentes, todas relacionadas con el agro. Te diría de que los problemas de falta de insumos, en el caso nuestro, hoy están centrados en algunas semillas hortícolas que vienen de afuera, que no están ingresando, que están demoradas. Eso nos preocupa mucho porque, sin duda, tenemos que tener las semillas para producir. Eso es lo más grave", expresó Muñoz.
También tienen faltantes de algunos otros insumos como agroquímicos, pero que se debe a mezcla peligros que está fundada en la falta de dólares y de especulación, o tal vez incertidumbre que va generando toda esta situación.
"Centralmente, hoy el problema más grave que estamos teniendo nosotros es el acceso a las semillas, que son todas importadas. También hemos tenido que frenar un proyecto grande que tenemos de crecimiento en producción de bananas, porque no podemos acceder a los equipos de riego que vienen de Israel. Son equipos de riego por microexplosión que vienen de Israel y, al no tener por ahora resuelto ese tema, es como que venimos frenando esa inversión", remarcó el empresario.
Salvador Muñoz aclaró que la falta de insumos es una "parte del todo" lo que les toca atravesar como empresa. Aclaró que todo el proceso es "tan complejo" que no es "solamente" la falta de insumos.
"Es la falta de insumos, es la falta de largo plazo, es la inflación que le come el bolsillo a la gente todo el tiempo, es la insatisfacción del trabajador que todos los días se levanta a la mañana y va a trabajar sabiendo que lo que genera durante el día después no le alcanza para vivir. Es difícil pensar en hacer inversiones cuando no tenés acceso a equipamientos. Es difícil pensar en programar una siembra cuando no tengo semillas y vos estás jugando con los plazos porque ya llega la época de sembrar y si se pasa y no tenés la semilla se pierde el año, es muy difícil", aseguró.
Al finalizar hizo referencia a la falta de dólares en el país y consideró que hay que ser "muy cuidadoso" a la "hora de soltarlos" y aseguró que hay que prioridades, y definir "para qué sí hay dólares y para qué no"
"Lo que tengo que asegurar es el trabajo tengo que asegurar la producción. No puedo mezquinar dólares para no tener una semilla de tomate y el año que viene me voy a quejar porque el tomate está caro, porque hay poca producción de tomate. Hay poca producción de tomate porque no se plantó o se plantó menos. Y todo eso es porque la gente que dirige las cosas muchas veces no tiene el conocimiento para tomar las decisiones que toman", finalizó.
El país del corto plazo
"Argentina cada vez es más de corto plazo", con esa frase Salvador Muñoz explicó lo difícil que es ser empresario industrial en el país.
"Realmente es difícil programar a largo plazo en un país tan cortoplacista como se ha ido convirtiendo Argentina, sin duda es un país muy de corto plazo y va en contra de las empresas que piensan en un largo plazo", expresó el empresario.
Salvador Muñoz también recordó el episodio que vivió el año pasado cuando tuvo problemas para obtener un permiso para comprar de Brasil bolsas para conservar la banana.
"En algún momento hablé del tema de las bolsas, que importamos de Brasil para las bananas. En ese sentido también vamos a los empujones porque vamos consiguiendo de a puchos. Cuando yo polemicé este tema se pudo destrabar algo, pero ya nos vamos quedando con poco", destacó.