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La capital de Venezuela se ha convertido en el epicentro de intensas protestas que sacuden al país tras el anuncio de unos resultados electorales altamente disputados. La represión violenta de las protestas ha dejado varios muertos, aunque la información por el momento es confusa en cuanto al número.
Según la ONG Foro Penal, al menos 6 personas habrían perdido la vida (1 en Aragua, 1 en Táchira, 2 en Yaracuy y 2 en Zulia), mientras que la organización Encuesta Nacional de Hospitales ha registrado 3 fallecidos, 2 en Maracay y uno en Caracas. También hay decenas de heridos.
Los cacerolazos surgieron de manera espontánea y rompieron un silencio que reinaba en la ciudad quizá como consecuencia de un resultado electoral inesperado.
A lo largo del día se apagaban y volvían a sonar en diferentes zonas de Caracas. Pero pocos anticiparon que se escucharían con más fuerza en los barrios populares de la capital venezolana, muchos de los cuales solían ser bastiones del movimiento chavista.
Desde Catia, hasta Petare -uno de los más poblados de América Latina-, pasando por La Vega y El Cementerio. El ruido en algunas zonas era ensordecedor.
Mientras los líderes opositores guardaban silencio, las calles de Caracas se calentaban lentamente.
Cientos de petareños y personas de otros sectores populares de Caracas y sus afueras (algunos viajaron desde las ciudades satélite de Guarenas y Guatire para protestar) se reunieron allí ondeando banderas y gritando: "El pueblo unido jamás será vencido" y "Este gobierno va a caer".
En un video que circuló por redes y que BBC Mundo pudo verificar, un grupo de personas derribó una estatua del expresidente Hugo Chávez en la ciudad de Coro, capital del estado Falcón, al noroeste de Venezuela.
Alejandro Velasco, historiador de la Universidad de Nueva York, afirma que lo que ocurre ahora en Venezuela no sucedía desde hace décadas. Sin embargo, él maneja la hipótesis de que un cambio en la gobernanza del país sudamericano no sucederá instantáneamente, sino de manera gradual. "El Caracazo, sin duda, cuando bajaron los cerros, eso fue lo que le dio el golpe final al Puntofijismo (sistema bipartidista). El golpe final formal no llega hasta 1998, cuando la elección de Chávez, pero ya estaba herido de muerte cuando el Caracazo", afirmó en entrevista con BBC Mundo en 2017.
Ahora insiste en que el pueblo está volviendo a bajar de los cerros. "El barrio bajó a Caracas hoy, de eso no cabe duda", le dice a BBC Mundo. Velasco asegura que el gran reto de los líderes opositores en Venezuela siempre fue unir a los sectores populares con la oposición más tradicional. A la gente de los barrios les costaba identificarse con esos políticos.
"Creo que ahora finalmente estamos viendo ese momento de unión y de reencuentro", señala.
"El barrio no se deja intimidar". Para él, uno de los factores que impulsó esa unión fue la gran expectativa que se creó ante la posibilidad de que el país tomara un nuevo rumbo de la mano de un nuevo gobierno.
Otro ha sido la crisis. "Pese a que la economía ha mejorado un poco con respecto años anteriores, esa mejora no ha llegado a los sectores populares. "Si no cuentas con un familiar afuera que te pueda enviar remesas y si no tienes acceso a lo poco que queda del estado de bienestar social, lo único que puedes hacer es ´rebuscarte´", explica.
"Eso afecta muchísimo más a los sectores más pobres. El chavismo había contado con que el rebote económico los iba a salvar, pero la realidad es que eso no se percibe ni en el interior del país ni en los barrios pobres".
Él cree que el gobierno lo tiene más difícil ahora que las barriadas se han sumado al movimiento antigubernamental: "La gente del barrio no se deja intimidar tan fácilmente".
Precisamente eso me dijo en Altamira otro joven de Petare que aseguró que ellos, los del barrio, no tenían absolutamente nada que perder. "Nos han quitado la dignidad, chamo. No tengo (dinero) para comprarle comida a mi hija. Mírame los zapatos, están todos rotos, y no tengo para comprarme unos nuevos".
Corina Machado también habló sobre las protestas que se registran en todo el país. "Son expresiones espontáneas en sectores populares. Expresiones legítimas. Los quiero invitar a encontrarnos. Mañana en familia vamos a reunirnos en asambleas populares en todo el país", convocó.
Agregó que el gobierno "quiere generar violencia" e instó a sus seguidores a mantenerse "de manera ordenada y cívica, pero muy firme". El gobierno de Nicolás Maduro respondió a las protestas con represión. Al caer la noche, varias partes de la ciudad olían a gas lacrimógeno y se escuchaban disparos en varias zonas.
La mayoría de los manifestantes se dispersaron y se fueron a casa. Pero otros se quedaron respondiendo a las autoridades. Armaron barricadas en varios sectores y se defendían con lo que podían. Generalmente piedras y palos.
"Esto está difícil porque nosotros no tenemos armas como ellos", me dijo un manifestante.