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"Abróchense los cinturones porque habrá muchas más reformas", dijo Milei en la inauguración de las nuevas oficinas de Corporación América; ese lugar desde el cual hacía de panelista antes de ser elegido presidente de la Nación. "Los argentinos decidieron elegir el camino de la libertad y no volver al pasado. Si uno analiza las elecciones el resultado fue 41 a 24, eso se llama primera vuelta", dijo sumando los votos a nivel nacional pese a que los resultados se contabilizaban distrito por distrito; y que no todas las fuerzas tenían presencia en todas las provincias. Detalles. ¿Quién se detiene en los detalles cuando se puede generalizar y extrapolar mal acomodando la realidad al deseo; o a la necesidad?
Según Milei, el triunfo "abre las perspectivas no solo para que estemos más tranquilos sino para que avancemos con más fuerza. No vamos a calmar nuestra vocación reformista. Abróchense los cinturones porque habrá muchas más reformas", dijo a los presentes. ¿Qué reformas? Vamos a avanzar. ¿Están bien diseñadas? Vamos a avanzar. Pero ¿hacen sentido desde el punto de vista técnico; económico, social o institucional; o de la conformación de una verdadera gobernanza federal? Vamos a avanzar. Detalles otra vez.
"Hay que redoblar la apuesta, Argentina presenta una oportunidad de inversión única en el mundo. Aprendimos de los desencantos. Tenemos una enorme cantidad de potenciales, una cordillera llena de minerales, una riqueza única de ecosistemas y como objetivo tenemos que ser pioneros en la industria de la inteligencia artificial". Es cierto, tenemos potencial; ¿quién podría negarlo?
Pero una cordillera llena de minerales sin un plan de desarrollo industrial y de crecimiento productivo detrás es suicida. Algo que sólo alienta a la expoliación de los recursos naturales; y a nada más. Y, sobre ser pioneros de la inteligencia artificial, llegamos unos setenta años tarde. No podemos ser pioneros de esa tecnología; probablemente de ninguna otra. ¿Cuándo dejaremos de soñar despiertos? Me vienen a la mente las palabras de nuestro inigualable Jorge Luis Borges: "Y la ciudad ahora, es un plano de mis humillaciones y fracasos".
Más allá de la excesiva demanda de energía que los centros de IA requieren (lo cual no es menor en un país que tiene problemas a la hora de satisfacer la demanda eléctrica interna y en el que los sistemas de generación, transporte y distribución de energía siguen lógicas y regulaciones de hace setenta años); ¿instalar centros de datos de IA nos haría pioneros de esa tecnología? Me suena a una aseveración casi tan estrafalaria como la de los "cohetes a la estratósfera" de su admirado Menem. ¿O no sería ésta, acaso, la cara de un nuevo imperialismo tecnológico extractivo? ¿No es esta la forma de reeditar el modelo del imperio británico del 1800; ¿ahora, tras otra alianza que -otra vez-, no nos irá a favorecer? Una alianza que me hace pensar en una relación tan asimétrica y fantasiosa como la que encarnaron, en el cine, Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito en la película "Gemelos".
De seguir aumentando la explotación minera; de hidrocarburos; y de energía; sin planes de industrialización aguas arriba y aguas abajo; sin un plan que asegure que la renta de la explotación se vuelque al desarrollo del territorio nacional y de su sociedad; ¿no estaríamos -no seguiremos- expoliando al país? Cuando la economía se hace extractiva todo se torna extractivo. La lógica extractiva lo consume todo; hasta la vida y la vitalidad de una sociedad.
"El pueblo argentino decidió acompañar la disciplina en las elecciones legislativas del 26 de octubre" dice Milei; confundiendo el espanto ante el retorno del peronismo en general y del kirchnerismo en particular con amor por las ideas anarcocapitalistas libertarias que él dice profesar. "No nos une el amor sino el espanto"; replica Borges, con su sabiduría habitual.
Milei tenía tres activos: su auto percibida genialidad económica; su discurso anti-casta; y las místicas "Fuerzas del Cielo". La infalibilidad económica se hizo añicos cuando pidió la asistencia del FMI y dos rescates a su "gemelo". El discurso anti-casta, también cuando comenzó a cooptar a parte de la "inmunda casta"; desde las fuerzas del "peronismo moderado" ; el desahuciado PRO y figuras del radicalismo rescatadas de frascos de formol. O cuando se corrió al centro político por necesidad; descubriendo el flanco de la derecha. O cuando comienzan a crecer escándalos -a tan sólo dos años de gestión-: la venta de candidaturas; el uso de las cajas del PAMI y la ANSeS; el escándalo de la ANDIS; $Libra; y los supuestos sobornos del 3%. Y, las "Fuerzas del Cielo"… bueno; habrá que ver cómo se comportan; y si sus talibanes no deciden correrlo a Milei por la derecha -hoy desatendida- tras el despecho al Ingeniero del Caos después de su estrategia perdidosa en esa interna interminable, irrefrenable e inentendible. A Milei sí le queda un activo creciente e invaluable: el mamarracho de la oposición.
"Abróchense los cinturones", dice Milei; "porque podríamos chocar" agrego yo. El contexto político parece favorable gracias al triunfo electoral; pero ya es indisimulable la fragilidad económica, financiera y social. Ojalá esté equivocado. Ojalá.