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La historia de la minería argentina está repleta de personalidades anónimas que tuvieron roles protagónicos en los tiempos en que les tocó actuar.
En el caso del norte argentino hemos logrado reconstruir parte de esa riquísima historia en mi libro: Alonso, R.N., 2010. Historia de la Minería de Salta y Jujuy, siglos XV a XX. Mundo Gráfico, 332 p. Salta. Allí se rescatan hechos mineros desde antes de la llegada de los españoles y nombres protagónicos a partir de la conquista y el proceso colonial y republicano, hasta fines del siglo XX.
Entre el universo de protagonistas resalta la figura del francés Emilio Fressart (1846-1919). Fressart fue un laborioso minero que trabajó por su cuenta y también asociado a otros mineros de la época, tanto en yacimientos metalíferos como no metalíferos, centrando sus actividades en las provincias de Salta y Jujuy.
Por lo poco que sabemos de su biografía, Fressart llegó a la R. Argentina en 1872 y fue a trabajar al puerto de Rosario. Luego recaló en Salta, primero en Cachi y más tarde en La Poma. Ya en La Poma contactó con varios mineros locales y otros extranjeros que se habían instalado allí para explorar las riquezas de la región, en ese momento, con cuestiones limítrofes pendientes entre Argentina, Bolivia y Chile.
La Puna, argentina
Valga recordar que después de la Guerra del Pacífico de 1879, gran parte del territorio de la actual Puna Argentina quedó en manos de Chile. Recién a fines de 1899 el presidente Julio Argentino Roca logró que se realizara un laudo arbitral, del cual participó el salteño José Evaristo Uriburu, ex presidente de la Nación, que resolvió a favor de Argentina la recuperación de esos territorios. Roca lograría sancionarla en enero de 1900 la Ley 3906 para la creación del Territorio Nacional de Los Andes y la instauración de la Gobernación de Los Andes con capital en San Antonio de los Cobres. Roca designó entonces al general Daniel Cerri como el primer gobernador y por ello la calle de entrada a San Antonio de los Cobres lleva su nombre.
Fressart fue un protagonista activo de ese tiempo, solicitando minas antes y después de la creación del territorio. Especulamos que Fressart llegó a Salta a mediados de la década de 1870. En La Poma habría tomado contacto con los hermanos Julio Korn y Jerardo Korn, alemanes de Göttingen que tenían lavaderos de oro y minas de cobre, plomo y plata en la región de San Antonio de los Cobres. A través de Julio Korn hizo llegar a Hamburgo (Alemania) muestras de borato común (ulexita) y más tarde pidió y trabajó muchas minas de ulexita en los salares de la Puna. Esto lo convierte en uno de los pioneros de la industria boratífera.
El pionero francés
Fressart aparece registrado oficialmente en 1882 con dos minas importantes, la "4 de Octubre", en el viejo distrito de Cobres y la Andacollo en el distrito argentífero de La Poma, entre Chorrillos y Abra del Gallo. A partir de esos pedimentos lo encontramos en sucesivos padrones mineros hasta la década de 1920, unos 40 años en que se dedicó a tiempo completo a la minería salteña.
Y lo encontramos también, solo o acompañado con distintos socios, tanto salteños, como chilenos, franceses o alemanes. Entre ellos se pueden mencionar a Moisés Lozano, un singular personaje de La Poma de notable actuación a fines del siglo XIX, a los ya mencionados hermanos alemanes Korn, a los franceses Fermín Delclaux, Arturo Flajollet y Olivier Levilly, al chileno Ángel Roco, y a los alemanes Jorge Boden y Teodoro Becker, entre muchos otros. Fressart era además dueño del ingenio "Humboldt" para la fundición de metales en la región de Chorrillos, hoy sobre la ruta nacional 51.
Juan B. Ambrosetti lo menciona en su "Viaje a la Puna de Atacama" (1904) y destaca el sacrificado trabajo que allí se hacía y que junto a otros dos ingenios de fundición de metales que funcionaban en la comarca constituían un complejo minero metalúrgico de gran envergadura. Tómese como dato que en solo dos meses de 1888 Fressart reconoce haber producido 540 quintales, unas 54 toneladas aproximadamente, de lingotes de primera fundición (ejes) con mineral de la mina Libertad con las siguientes leyes: 55 % de plata, 30 % de plomo y 15 % de cobre.
El 9 de junio de 1888 Fressart escribe un informe titulado: "Minas del Acay, San Antonio de los Cobres y otras de la provincia de Salta" que saldrá incorporado en el capítulo minería de la "Memoria Descriptiva de la Provincia de Salta (1889)" de Manuel Solá. En esta obra, fundamental para la historia de Salta, Solá reconoce el aporte que le brindaron Fressart y el alemán radicado en Salta Otto von Klix. En uno de los párrafos del informe señala: "En todas las minas que he descrito, salvo la "Grevy", tengo por socio al Sr. D. Teodoro Becker, representante de los Sres. Boden y Cía., de Salta. A más, en la "Libertad" al Sr. D. Moisés Lozano, de la Poma. En la mina "4 de Octubre", solo tengo por socio al Sr. D. Ángel C. Roco". Precisamente se conserva inédito un epistolario de siete cartas entre Fressart en su ingenio de Chorrillos y Teodoro Becker en Salta, desde el 18 de octubre al 27 de noviembre de 1888 sobre cuestiones mineras, discusiones entre los socios, mensuras en territorios aún indefinidos con Bolivia y Chile, entre otros valiosos aspectos.
Allí se rescata que Fressart era fluente en francés y español, además de alemán e inglés. Le solicita a Becker que le envíe diarios del país o en su defecto en lengua inglesa. Diarios en varios idiomas llegaban entonces a Salta desde Buenos Aires y eran leídos ávidamente por esos extranjeros. La ida y vuelta de las cartas entre la Puna y Salta demuestra que a pesar de que eran trasladadas a lomo de mula las mismas iban y venían con asiduidad. Los pedidos que hace Fressart a Becker en Salta son de vino, aguardiente, cigarros, arroz, fideos, elementos de mensura, materiales de escritura, periódicos, entre otros.
Salta, vacas y minería
En una de las cartas menciona a don Enrique Walter para que Becker le pregunté a él sobre algunas personas de la Puna que trabajaban en el ingenio de Chorrillos. Otro punto importante es que Fressart envió muestras de los minerales metalíferos y boratos a varias exposiciones internacionales a través de Henry D. Hoskold (1829-1904) director nacional de minería y de Emilio Hünicken (1827-1896) un ingeniero metalúrgico alemán que se radicó en La Rioja. En 1889 y 1892 envió muestras de Salta a la "Exposición Universal de París" que fueron premiadas. En 1893 envió muestras a la "Exposición Mundial Colombiana" que se realizó en Chicago, a la cual asistió en representación de la República Argentina, el Ing. Hoskold quien en su informe menciona: "…una pequeña pero muy buena colección de minerales conteniendo oro, plata, plomo, que fue premiada y que pertenecía a Emilio Fressart".
También colaboró con Hünicken con información y muestras para la memoria presentada a la "Exposición Minera y Metalúrgica" de la República de Chile de 1894. Allí Hünicken comienza su relación lamentando que, a pesar de ser Salta rica en minerales, los salteños estén más interesados en las vacas. Habla de la falta de conocimientos sobre "los grandes tesoros subterráneos que cobijan las montañas de Salta", la falta de publicaciones sobre el particular y del pequeño grupo de mineros, que luchan contra las dificultades. Dice Hünicken (p. 19), "Los miembros más caracterizados de esta vanguardia del progreso son los señores Moisés Lozano, Ángel Roco (chileno) y Emilio Fressart (francés) que todos luchan desde 20 años ya y con admirable perseverancia para abrir camino a la minería". Aclara que solo ellos "llevan a cabo verdaderos trabajos de minería y ocupan en ella sus capitales; los demás son habilitadores o simples aficionados".
El socavón de los muertos
Un caso emblemático es el de la mina Concordia, hoy sobre el ramal C 14. La mina "Concordia", también llamada "Minas del Rey", había sido trabajada en la antigüedad por indígenas y españoles y, después de 1810, una empresa instaló un trapiche en el lugar para amalgamar la plata. Pasó luego el yacimiento por diversas manos que lo explotaron intermitentemente hasta que en 1885 se hicieron cargo de los trabajos el salteño Moisés Lozano y el francés Emilio Fressart los que, según la crónica, habilitaron el "Socavón de los Muertos", abandonado en 1800, después de un derrumbe que sepultó a unos 15 mineros, a la fecha el más luctuoso de los accidentes mineros de la historia de Salta. Esos empresarios habían instalado dos establecimientos de fundición en la zona de Chorrillos, que operaban también con el mineral proveniente de las minas "La Esperanza", "El Recuerdo" y "La Paz". Muchas de las escorias de esos ingenios se trajeron a los hornos de la estación Mojotoro del FFCC instalada en 1916 por el ingeniero francés Olivier Levilly y Emilio Fressart que llegó a producir el 60% del plomo total utilizado en la república. Fressart trabajó también lavaderos de oro en el Valle Calchaquí y en Olaroz y Rosario de Susques en Jujuy. Falleció en 1919 a los 73 años de edad. Dejó esposa e hijos. La historia minera e industrial de Salta tiene una deuda de gratitud con este ciudadano francés que adoptó la provincia como su segunda patria.