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Mientras crece la vulnerabilidad que atraviesan muchos niños y adolescentes, solo 16 familias están inscriptas en el registro provincial para adoptar, Matías Palomo alerta esta situación desde la Secretaría Tutelar. Al tiempo que advierte sobre los mitos.
¿Cuál es la realidad que se vive hoy en Salta con respecto a las adopciones?
Cuando hablamos de adopción, hablamos de la última alternativa que tienen juezas y jueces de familia para restaurar el derecho humano básico a la vida familiar. La adopción no está pensada para dar hijos a personas que no los han podido tener, sino para garantizar el derecho de niños, niñas y adolescentes a integrar un espacio familiar cuando, por una decisión judicial, su familia de origen no puede brindar ese cuidado. No hablamos solo de orfandad, sino de situaciones de vulneración de derechos. Este año fue muy particular porque aumentaron los procesos adoptivos: durante muchos años tuvimos entre 30 y 35 adopciones por año y, a septiembre, ya íbamos por 40 chicos y chicas integrando familias adoptivas. Seguramente cerremos el año cerca de 50, lo que muestra un incremento de situaciones de vulnerabilidad.
¿Cuántas personas forman parte del registro para adoptar?
En la Secretaría Tutelar, que es el organismo que nuclea el trámite de adopción en toda la provincia, hoy tenemos 16 legajos de personas inscriptas y 8 legajos más en proceso de evaluación. Es un trámite bastante simple y siempre insistimos en que es importante acercarse a consultar. Y esos 40 chicos que mencioné también implican 40 legajos de postulantes que se usaron a lo largo del año y cumplieron la finalidad para la que estaban.
¿Qué condiciones tienen que tener las personas que quieran adoptar?
Siempre digo: no es imposible adoptar ni te piden cosas descabelladas. Si entrás a la página del Poder Judicial de Salta, los requisitos ocupan una carilla A4. No podemos hablar de requisitos excesivos. Te piden fotocopia del DNI; recibo de sueldo si trabajás en relación de dependencia, o una declaración jurada simple si sos independiente; constancia policial de domicilio. Si estás casado, copia de la libreta de matrimonio. Pero no es obligatorio estar casado: se pueden inscribir uniones convivenciales estén o no registradas, o una sola persona. Hay muchos mitos: "No puedo adoptar porque no estoy casado", "porque no soy propietario y alquilo", "porque vivo con mis padres". Son trabas subjetivas que la gente se pone a sí misma y que no tienen nada que ver con la normativa. Por eso es clave informarse y no guiarse solo por lo que se escucha.
"Hay un fuerte temor cultural sobre la discapacidad y las mochilas que traen los chicos. Pero nadie llega sin mochilas a una familia. Es importan te abrir la cabeza".
Vimos historias muy lindas de chicos que lo pasaron mal en su familia de origen y luego encuentran una familia que les da protección y amor.
Es fundamental. Cuando hablamos de adopción, no podemos pensar en algo desde la lástima o la caridad. Quien viene al registro tiene que hacerlo con el genuino deseo de ser papá o mamá y de poner a ese niño o niña en el lugar de hijo o hija, para restaurar su derecho a vivir en familia.
Hay un tema del que siempre se habla: muchas familias buscan un bebé y creen que si no adoptan un bebé no pueden adoptar a nadie. ¿Cómo manejan eso?
Salta no es distinta de la media nacional: alrededor del 87 % de los postulantes se inscribe para adoptar niños y niñas de 0 a 3 años, sin patologías ni discapacidad. Esos casos existen, pero no representan a la mayoría de los chicos que realmente esperan una familia. Ahí aparece la tensión entre "el niño ideal" y "el niño real". Tenemos un doble cuello de botella: muchos postulantes para una franja etaria donde no hay tantos casos, y muchos chicos que ya tienen resuelta su situación legal de adoptabilidad, pero para los que no hay postulantes. Hoy entrás a la web del Poder Judicial y hay 48 chicos y chicas en convocatorias públicas. Son grupos de hermanos, chicos con alguna discapacidad o chicos que superan los 9 o 10 años.
Los grupos de hermanos muchas veces no se querrán separar...
Hemos tenido antecedentes de hasta seis hermanos en un proceso de adopción múltiple, algo poco frecuente en el país, y fue muy exitoso. En estos casos, los medios son fundamentales: muchas familias se enteran de esas convocatorias por una nota en radio, en la web o en redes.
Los chicos, en estas situaciones, muestran una capacidad de resiliencia enorme. La adopción para ellos es un salto de volver a confiar en adultos después de haber sufrido vulneraciones por parte de otros adultos que debían cuidarlos y no lo hicieron.