PUBLICIDAD

¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
17°
9 de Diciembre,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Hoy, la épica historia de Juana Gabriela Moro Díaz de López

La llamaron "la emparedada" por un cruel tormento que le impuso la fuerza realista en 1814, por su férrea lucha en pos de la independencia.
Martes, 09 de diciembre de 2025 01:44
El libro que se entrega hoy en forma opcional con el diario.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Hoy con el diario, en forma opcional, se realiza una nueva e imperdible entrega de la colección "Salteños en la Historia", iniciativa impulsada por El Tribuno y apoyada por EDESA, EUCASA (Ediciones Universidad Católica de Salta) y el Instituto San Felipe y Santiago. A través de 16 títulos biográficos, la colección rinde homenaje a figuras que dejaron huella en la construcción social, política y cultural de Salta. Esta vez se trata del libro "Juana Gabriela Moro Díaz de López", de autoría del escritor salteño, el Presbítero Federico Prémoli, del Instituto San Felipe y Santiago, quién destacó la articulación entre las instituciones para "trabajar en este aporte a la Cultura de Salta". Prémoli adelantó que ya trabajan en publicaciones de otras personalidades tales como Martina Silva de Gurruchaga, Manuel Solá, Indalecio Gómez, Juana Manuela Gorriti, entre otros.

La décima entrega que se realiza hoy, continúa relatando la historia de personalidades salteñas que realizaron un aporte destacado y crucial a la lucha por la independencia. En ese sentido, la historia de Juana Moro de López destaca profundamente en la historia de la patria. Nacida el 26 de mayo de 1785, fue hija del escribano, militar y funcionario español, don Juan Antonio Moro Díaz y de doña Faustina Rosa de Aguirre Pondal, dama distinguida, viuda de Francisco Sánchez Taibo.

Don Juan Antonio Moro Díaz, se convirtió en el hombre de confianza del nuevo gobernador de la Intendencia de Salta del Tucumán, don Ramón García de León y Pizarro, juntamente con la eficiencia y cooperación de don Diego de Pueyrredón, fundaron el pueblo de Oran, del cual el teniente coronel Moro Díaz fue nombrado Segundo Regidor Alcalde Mayor, durante los días de su vida.

Doña Juana Gabriela comenzó a gozar de prestigio por su atrayente personalidad. Su patriotismo y su audacia se pusieron de relieve durante los prolegómenos de la batalla de Salta, cuando, junto a otras damas se propusieron a conquistar a los oficiales realistas con el propósito de debilitar al ejercito enemigo.

Fue una de las mujeres que constituyeron una temible red de espionaje vital para la guerra gaucha que libró el General Don Martín Miguel de Güemes por la emancipación de la Patria.

Doña Juana, mujer de singular belleza, se adjudicó la tarea de seducir al marqués de Yavi, jefe de la caballería española, quien junto con otros oficiales y compañeros accedieron a abandonar las filas realistas el día previo a la batalla. Al invadir Joaquín de la Pezuela, a cargo del ejercito del Perú, la provincia en 1814, a raíz de las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma, lo primero que hizo el jefe español, fue tomar prisionera a doña Juana Gabriela, la "codiciada presa", para darle un escarmiento ejemplar.

La hizo encerrar en una habitación de su propia casa, que estaba ubicada en la actual calle España 782 y ordenó cerrar todas las aberturas para evitar comunicación con el exterior. La familia colindante, dolida de su suerte, se compadeció de Juana Gabriela y horadando la pared intermedia, favoreció por allí sus necesidades salvándola de morir de hambre y de sed, quedándole desde entonces el mote de "la emparedada".

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD