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Tras la intervención del municipio de Coronel Juan Solá, más conocido como Morillo, por la causa judicial que involucró al exintendente Atta Gerala por el robo de rieles, el actual interventor, Marcelo Córdova, brindó detalles sobre el presente institucional del municipio y los próximos pasos hacia la normalización democrática.
“Hoy Morillo está muy tranquilo, ordenado, esperando el día de las elecciones para el 16 de noviembre, y con expectativas positivas para la nueva gestión que asuma el 10 de diciembre”, expresó Córdova en diálogo con Radio Salta. El funcionario, designado para conducir el municipio durante la intervención, valoró el clima político actual y la participación ciudadana.
Un nuevo ciclo
La elección del 16 de noviembre será para elegir un intendente que completará el mandato hasta 2027. Córdova confirmó que ya hubo elecciones legislativas en mayo y que el sistema de voto electrónico se volverá a utilizar. “No tenemos problemas con los padrones como en otras zonas fronterizas. Acá todo está listo para un proceso electoral normal, con líneas oficialistas y opositoras participando”, afirmó.
El padrón electoral cuenta con aproximadamente 4.000 votantes, en un municipio que ronda los 8.000 habitantes. “Ya venimos con una práctica democrática activa y ordenada”, agregó el interventor.
Obras clave y desafíos estructurales
Según detalló, Córdova se enfocó en resolver necesidades básicas como el acceso al agua potable. “Terminamos de instalar más de 7 kilómetros de manguera para abastecer a comunidades como Los Ranchitos, La Curvita y 20 Hectáreas”, detalló. Además, mencionó la habilitación del matadero municipal, que será concesionado para fomentar la llegada de inversiones privadas.
“El gran desafío es romper con la dependencia casi total del empleo público. Necesitamos empresas privadas que generen riqueza genuina y mejores ingresos para la población”, remarcó.
Contención social y juventud
Uno de los focos de la intervención fue el abordaje del consumo problemático de sustancias. Córdova destacó que, a través de talleres culturales, artísticos y deportivos, se logró reducir la exposición de los jóvenes a las adicciones.
“La creación de un nuevo club que participa por primera vez en la Liga del Bermejo motivó a muchos chicos. También implementamos talleres de música para iglesias y actividades culturales en la Sala de la Cultura. Los jóvenes están más activos, comprometidos y alejados del consumo”, dijo.
Un balance positivo
Córdova concluirá su mandato como interventor el próximo 10 de diciembre, con la satisfacción de haber sentado bases para una transición ordenada y con logros concretos. “Me encontré con gente muy valiosa en Morillo. Confío en que la próxima gestión mantendrá esta impronta de trabajo comunitario y desarrollo”, finalizó.