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16 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Adicción digital infantil: pediatras salteños alertan sobre un fenómeno en ascenso que se agrava en vacaciones

El uso excesivo de pantallas en niños y adolescentes se disparó en los últimos años. Durante las vacaciones de invierno, sin rutinas escolares y con más tiempo libre, el riesgo de adicción se multiplica. Pediatras de Salta advierten sobre las consecuencias psicológicas, cognitivas y sociales, y llaman a una intervención urgente de las familias y el Estado.
Martes, 15 de julio de 2025 20:08
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Durante el receso invernal, sin escuela ni rutinas, el tiempo frente a pantallas se dispara. En Salta, los pediatras Nicolás Flandorffer y Dolores Zenteno advierten que se multiplican los casos de chicos que pasan entre 4 y 8 horas diarias frente a dispositivos. Alertan por consecuencias graves a nivel emocional, cognitivo y social, y llaman a las familias y al Estado a intervenir de forma urgente.

“Estamos frente a un problema que ya está generando daños concretos en la salud de los chicos, pero todavía hay muy poca conciencia social al respecto”. Así de tajante fue el médico pediatra Nicolás Flandorffer, en diálogo con El Tribuno, al referirse a la creciente adicción digital que afecta a niños, niñas y adolescentes.

La preocupación no es aislada: la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) acaba de emitir un documento en el que alerta sobre un incremento sostenido de consultas por síntomas relacionados con el uso problemático de celulares, redes sociales, videojuegos y otras plataformas digitales.

“Muchos padres no tienen idea del daño que están generando”

“El problema es que los padres tampoco dimensionan el riesgo: muchos están igual o más metidos en las pantallas. Los dispositivos se usan como niñeras digitales y se naturaliza que un chico esté cuatro, cinco o más horas al día frente a una pantalla. Y eso no es gratuito: son horas que no pasan aprendiendo, jugando, interactuando con el mundo real”, explicó Flandorffer.

Desde su experiencia en Salta, el médico sostuvo que durante el receso escolar se disparan los casos de uso excesivo, y advirtió que es frecuente ver a niños muy pequeños incluso menores de 3 años completamente absorbidos por pantallas táctiles:
“No solo no las necesitan, sino que puede ser muy perjudicial para su desarrollo cognitivo y emocional. Ni siquiera los llamados ‘juegos educativos’ justifican ese uso a tan temprana edad”.

Flandorffer remarcó además que el uso desmedido de pantallas estimula el sistema de gratificación inmediata del cerebro, liberando dopamina, una sustancia asociada al placer. “Eso convierte el comportamiento en adictivo. Y el formato de los reels, shorts y videos rápidos es el más adictógeno de todos”, explicó.

 Los signos de alerta que observan los pediatras

Según lo expuesto por la SAP, en los consultorios pediátricos se detecta un patrón creciente de síntomas asociados al uso inadecuado de la tecnología:

·         Falta de atención

·         Irritabilidad constante

·         Alteraciones del sueño

·         Bajo rendimiento escolar

·         Aislamiento social

·         Ansiedad y síntomas depresivos

La Dra. Dolores Zenteno, también médica pediatra en Salta y miembro de la SAP, agregó que los niños de entre 2 y 5 años no deberían estar expuestos a pantallas más de 30 minutos por día y siempre acompañados por un adulto. Para chicos de entre 6 y 12 años, lo recomendable es una hora y media diaria como máximo, y en los adolescentes, aunque el enfoque debe ser más dialogado, no debería superarse un promedio de cinco horas, especialmente si ese tiempo no es supervisado.

“En Salta estamos viendo chicos que pasan entre 4 y 8 horas al día frente a una pantalla, ya sea jugando, viendo videos o, cada vez más, usando redes sociales. Es un uso desmedido que afecta directamente su salud física, emocional y su desarrollo social”, advirtió Zenteno.

Un cerebro vulnerable más pantallas adictivas: combinación peligrosa

“La adolescencia es una etapa de alta vulnerabilidad emocional y neurológica. El cerebro aún está en desarrollo, con bajo control de impulsos y alta búsqueda de gratificación. Las redes sociales y juegos online explotan exactamente esa debilidad”, explicó Zenteno.

Ambos especialistas coincidieron en que el uso temprano y sin regulación de pantallas impacta negativamente en el desarrollo del lenguaje, la atención, la empatía y la capacidad de resolución de problemas. También alertaron sobre el riesgo creciente de juego compulsivo y apuestas online en adolescentes.

“Hace poco, en una charla, un chico se me acercó para contar que no podía dejar de apostar. Ya no usaba el celular solo para jugar o chatear, sino para apostar dinero todo el tiempo. Y sus padres ni siquiera lo sabían”, compartió Flandorffer.

 ¿Qué pueden hacer las familias?

Flandorffer y Zenteno coincidieron en una serie de recomendaciones clave para padres, madres y cuidadores:

·         No exponer a menores de 3 años a pantallas (salvo videollamadas breves con vínculos afectivos)

·         Supervisar siempre el uso hasta los 12 años

·         Acordar reglas claras y tiempos máximos

·         Promover otras actividades: deporte, lectura, arte, juegos sin pantallas

·         Ser ejemplo: los adultos deben también reducir su uso

·         Evitar pantallas una hora antes de dormir y durante las comidas

·         Estar atentos a señales de alarma como aislamiento, irritabilidad, pérdida de interés o gasto de dinero sin control

También recomiendan utilizar aplicaciones de control parental, como Stay Free, que permite bloquear contenidos adictivos como los reels y monitorear el tiempo de uso.

 ¿Cuánto tiempo frente a pantallas es saludable?

Flandorffer lo resumió con claridad:

De 3 a 6 años: solo con supervisión y en pantallas grandes, nunca celulares.
De 6 a 13 años: entre 2 y 4 horas por día como máximo, según el contexto y siempre sabiendo qué ven.
De 14 en adelante: lo importante ya no es solo el tiempo, sino qué consumen. Pero nunca más de 5 horas al día.
Y sobre todo: nunca pantallas antes de dormir. La luz azul deteriora el sueño. “Tenemos chicos que se duermen a las 3 de la mañana y no pueden rendir en la escuela”.

 ¿Dónde pedir ayuda?

Si una familia detecta señales de alerta o no sabe cómo actuar, puede comunicarse con:

·         Línea 141 (Sedronar) – Servicio nacional, gratuito y anónimo, disponible 24/7

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