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3 de Agosto,  Salta, Centro, Argentina
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La "Semana de Cerrillos" y sus logros a lo largo de los 58 años recorridos desde su gestación

Se realizó por primera vez en 1967 para homenajear a un ilustre sacerdote y poner en valor la historia del pueblo       
Domingo, 03 de agosto de 2025 02:26
El templo construido por Serapio Gallegos en 1894.
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El próximo miércoles 6 de agosto se cumplirá el 58° aniversario de la primera Semana de Cerrillos, creada por el exintendente Julio Argentino San Millán a solicitud del Club Atlético Pueblo Nuevo. La iniciativa tenía por objeto visibilizar la trayectoria del presbítero José Serapio Gallegos y exaltar la historia del pueblo y sus valores culturales, sociales y deportivos. Y justamente, aquel 6 de agosto de 1967, se cumplía el 128° aniversario de la muerte del Dr. Serapio Gallegos, cura que en la segunda mitad del siglo XIX había sido párroco, intendente y senador de Cerrillos.

Y por supuesto, en esa primera celebración también hubo concursos literarios y de arte entre los alumnos de las escuelas del municipio; fogones criollos que convocaron a músicos y artistas locales y de otras localidades; justas deportivas, desfiles de maquinarias agrícolas, domas y juegos de destreza criolla.

A casi seis décadas de aquella primera experiencia, hoy se puede afirmar que varios de los fines propuestos se concretaron. Por ejemplo, el Dr. Serapio Gallegos era un ilustre desconocido, pese a que la plaza principal del pueblo llevaba su nombre desde 1898. En la actualidad sabemos que nació en la ciudad de Salta en 1824; que su padre fue miliciano y funcionario de los gobiernos de Güemes y de Arenales; que sus estudios sacerdotales los cursó en Córdoba, donde se doctoró y ordenó en 1850. Y también sabemos que, a poco de ordenarse, se estableció brevemente en Jujuy, donde fundó una escuela de gramática latina, y finalmente, de regreso a Salta, se dedicó alternativamente al sacerdocio, a la política y al periodismo.

En 1851 fue designado cura párroco de Cerrillos y su primera preocupación fue refaccionar el segundo templo del pueblo, edificio al que, pese al empeño en arreglarlo, lo tuvo que hacer demoler en 1853. Fue entonces que comenzó a trabajar para construir la tercera iglesia parroquial.

El 11 de mayo de 1858, el gobernador Martín Güemes y Puch, lo designó presidente de la Comisión Municipal de Cerrillos (Intendente) en reemplazo del presbítero González, cargo que ejerció en forma alternativa hasta el 27 de mayo 1882.

"Hoy se puede afirmar que varios de los fines propuestos en 1967 se concretaron".

En 1859 fue electo diputado nacional ante el Congreso Legislativo Federal de Paraná, Entre Ríos. De regreso a Salta, cumplió distintas tareas sacerdotales hasta que en 1864 volvió a Cerrillos como cura pedáneo. Cumplía esta función cuando el obispo fray Buenaventura Rizo Patrón le encomendó intervenir en el famoso entredicho entre el clero salteño y el gobernador Cleto Aguirre, conocido como el "Conflicto de las campanas".

Cuando años más tarde, en 1875, se creó el Senado provincial, Serapio Gallegos fue electo senador por Cerrillos y como tal, fue el primer vicepresidente del cuerpo. Con posterioridad, integró en varias oportunidades la Legislatura provincial, siendo su período más destacado entre 1886 y 1889, cuando era gobernador don Martín Gabriel Güemes.

Como sacerdote, fue un destacado orador catedralicio. Una de sus mejores alocuciones fue la del 19 de junio de 1873, cuando desde el púlpito habló sobre la Eucaristía, sermón que dado su valor fue publicado oficialmente por el obispado local.

El templo construido por Serapio Gallegos en 1894.

A la muerte del obispo Fray Buenaventura Rizo Patrón a fines de 1884, el nombre de Gallegos fue incluido en primer término de la terna que el Senado de la Nación propuso para cubrir esa vacante en Salta. El presidente Dr. Miguel Juárez Celman elevó ante la Santa Sede su nombre para diocesano de Salta, pero la única respuesta fue el silencio. Por entonces las relaciones diplomáticas entre nuestro país y el Vaticano estaban interrumpidas desde la presidencia del general Julio Argentino Roca.

Obras públicas

Como ya se dijo, Serapio Gallegos asumió por primera vez como intendente de Cerrillos, el 11 de mayo de 1858. A partir de entonces se ocupó de mejorar la vida de los pobladores con obras muy importantes por entonces. Y así fue que gestionó ante la Provincia, el primer trazado urbano del pueblo. En esa planificación se incluyeron los espacios para la plaza principal y los edificios públicos (Casa Municipal y comisaría). Más tarde y por razones de salubridad, trasladó el cementerio hasta el sitio que ocupa actualmente, clausurando el que estaba en la parte posterior de la iglesia. Habilitó el aljibe público en la plaza y prohibió, por razones de salubridad, la extracción de agua para beber desde los cursos circundantes, entre ellos la "Acequia de Tejadas", que cruzaba el pequeño poblado y había sido construida en tiempo de los Jesuitas.

Luego del primer plano de urbanización, en 1880 Gallegos suscribió un contrato con el constructor Juan Peretti para que se edificara la Casa Municipal con "siete amplios salones por $7.000 bolivianos de 400gs". Como el edificio debía tener tres patios y una amplia galería al frente, Peretti le dio una resolución con influencia neoclásica, de arcos góticos y molduras en las paredes. En síntesis, un frontis similar al Museo Arqueológico de Cachi. Este edificio, parte del patrimonio arquitectónico del pueblo, fue antojadizamente demolido en 1977 por el intendente de facto Joaquín Irazusta.

Otra obra de importancia encarada por Serapio Gallegos fue la iglesia parroquial, edificio erigido con el asesoramiento técnico de los franciscanos y con el aporte económico de las familias Cánepa, Peretti y Peralta. Según el desaparecido arquitecto Mariano Sepúlveda, en esta construcción participó Luigi Giorgi, en tanto para la arquitecta Graciela Viñuales este templo "fue un hermoso ejemplo de la corriente italianizante". Su construcción concluyó en 1894 y se derrumbó en 1982 a consecuencia de los defectuosos trabajos de refacción realizados en 1960, al quitársele las canaletas originales del techo a dos aguas.

El ferrocarril

Otra obsesión del Dr. Gallegos fue el ferrocarril. En 1879 presidió la "Comisión del Ferro-Carril de Cerrillos". Por su iniciativa, solicitó al director del Ferrocarril Central Norte, Ingeniero Esteban Dumesnil, que la línea férrea pase por Cerrillos, ya que un proyecto propiciaba una traza cercana al río Arenales de norte a sur. De todos modos el tren llegó al pueblo el 1 de octubre de 1898, un año y dos meses después de su muerte y, aunque él no vio el arribo del tren, sí pudo ver los trabajos del Ramal C-13.

Serapio Gallegos falleció el 6 de agosto de 1897. Sus restos fueron sepultados, tal como él deseaba, al pie del Altar Mayor del templo que había hecho construir en honor a San José, su santo protector.

Investigaciones históricas

Otros de los logros obtenidos a lo largo de estos casi sesenta años de la Semana de Cerrillos, fue haber puesto en valor varios hechos históricos que tuvieron como escenario los campos de esta localidad. Por razones de espacio solo nos referiremos muy escuetamente al tratado de paz firmado por el entonces Director Supremo y General en Jefe del Ejército del Norte, José Rondeau, y el gobernador de Salta, coronel Martín Miguel de Güemes, el 22 de marzo de 1816. Y al respecto diremos que, pese a que este conflicto figura en las publicaciones de los historiadores Bartolomé Mitre, Bernardo Frías y Atilio Cornejo, en nuestra provincia fue ignorado a lo largo de 151 años. La primera vez que fue mencionado fue en aquella Semana de Cerrillos de 1967, gracias a los historiadores Juan Manuel de los Ríos y César Perdiguero, y al aporte documental de la Biblioteca de la Legislatura de Salta.

Por estudios posteriores, se pudo acceder a datos poco difundidos, como por ejemplo: que el conflicto había sido alentado por los enemigos internos de Güemes, de Salta y de Jujuy. "Almas inescrupulosas", que buscaron la eliminación física del Jefe Gaucho y que por eso, en medio de la guerra, influyeron para que Rondeau declarara al "intruso gobernador Martín Miguel de Güemes, reo de Estado", cargo que se pagaba con la vida.

Superado el conflicto surgieron importantes consecuencias que también fueron oportunamente puestas en valor: el curso de la guerra de la Independencia cambió diametralmente, dejó de ser ofensiva –con tres expediciones malogradas- para ser exclusivamente defensiva, y aun más, bajo la exclusiva responsabilidad del gobernador salteño. Otra consecuencia: Güemes fue reconocido como gobernador legítimo de Salta; y por último la más importante: el Pacto de los Cerrillos creó un clima seguro y propicio para que el Congreso de Tucumán continuase sesionando y declarara el 9 de julio de 1816 la Independencia de la Provincias Unidas del Sud.

Las salutaciones expresadas a Güemes y Rondeau, tanto por el Congreso de Tucumán, como por el general José de San Martín, hablan a las claras de la trascendencia que el Pacto de los Cerrillos tiene en la historia nacional.

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