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11 de Septiembre,  Salta, Centro, Argentina
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Tincho y Delia, los zorritos más famosos de los valles saludan a los peregrinos en la Cuesta del Obispo

En medio de las curvas y paisajes únicos del camino a Cachi, una pareja de zorros colorados se convirtió en el “alto obligado” para turistas y peregrinos. Estos animalitos no solo se dejan ver, sino que también se acercan, posan y hasta piden un bocadito.
Jueves, 11 de septiembre de 2025 09:58

En la Cuesta del Obispo, donde el paisaje parece transportar a otro planeta, hay dos personajes que se roban todas las miradas y los flashes de las cámaras. Son Tincho y Delia, una parejita de zorros colorados que se hizo famosa por su simpatía y por saludar a los viajeros que transitan hacia y desde los Valles Calchaquíes.

 

A más de 3.300 metros sobre el nivel del mar, un poco antes del Valle Encantado y muy cerca de la Piedra del Molino, estos zorritos se han convertido en una postal viva de la región. Mientras los peregrinos avanzan hacia Catedral Basílica de Salta para reencontrarse con el Señor y la Virgen del Milagro, Tincho y Delia aparecen entre los pastizales de altura y, sin miedo, se acercan a los caminantes. Tincho, más extrovertido, suele adelantarse; Delia, algo más tímida, lo sigue de cerca.

Para quienes viajamos seguido por esos lugares, Tincho y Delia ya son parte del paisaje. Los animalitos ya están acostumbrados a la presencia humana porque la gente les deja pan, galletitas… hasta sándwiches, cosa que no es aconsejable porque podría afectar su salud. De hecho, los animales han aprendido que con un poco de simpatía pueden ganarse una foto y un premio.

Se trata de ejemplares de zorros colorados, el cánido más grande de la región. Viven por encima de los 2.500 metros y pueden pesar hasta 13 kilos. Son astutos por naturaleza, aunque estos dos han optado por alimentarse en parte de la mano del turismo.

El pelaje gris en el lomo y rojizo en las patas y cabeza, las orejas inquietas y la cola negra y tupida los hacen inconfundibles. Sus hábitos son más nocturnos, pero al amanecer y al atardecer suelen estar atentos al paso de los vehículos. Y, aunque su mansedumbre enternece, no hay que confiarse del todo. Los zorros son astutos y, en otras circunstancias, pueden atacar aves o pequeños animales.

En agosto y septiembre comienza su época de apareamiento, y pueden tener entre tres y cinco cachorros. Por eso no sería extraño que, en un tiempo, los viajeros se encuentren con más de dos pares de orejas levantadas a la vera del camino.

Autoridades y lugareños recomiendan a los turistas mantener una distancia prudente para proteger a los animales para evitar accidentes. Y a los conductores, circular con precaución. Tincho y Delia son parte del encanto de la Cuesta del Obispo y esperan allí, entre curvas y quebradas, para dar su saludo a peregrinos y visitantes.

 

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