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Las elecciones legislativas en Buenos Aires movieron el tablero político y dejaron al Gobierno nacional frente a un escenario que reaviva las dudas sobre su capacidad para sostener el rumbo económico. En ese contexto, el economista Lucas Dapena, decano de la Facultad de Economía y Administración de la Universidad Católica de Salta, analizó económico en una entrevista con El Tribuno.
El especialista, que este jueves será moderador del ciclo "Hablemos de lo que viene" bajo el lema "Industria en clave electoral", advirtió sobre los desafíos inmediatos del oficialismo. "La debilidad que tiene el Gobierno es el músculo político para llevar adelante una gestión, y esa debilidad este domingo quedó en evidencia", sostuvo.
Empecemos por lo que pasó este domingo en Buenos Aires y cómo pensás que puede afectar a la economía.
La debilidad que tiene el Gobierno, y que está clara, es el músculo político para llevar adelante una gestión de gobierno. Eso en términos generales. Ahora, esa debilidad este domingo se explicitó, quedó en evidencia. Hay ciertas cosas dentro de la gestión de gobierno que la gente, en este caso los bonaerenses, no están dispuestos a avalar. Te doy un par de ejemplos generales y después ejemplos económicos. Yo tomo como ejemplos generales, demás está decir, estos audios de la Agencia de Discapacidad y que no haya una reacción más allá de echar a quien estaba a cargo. Primero, que no deberían existir estos supuestos actos de corrupción. Y después, si se da este tipo de situaciones, creo que tendría que haber habido una mayor firmeza, no solo separarlo, sino hacer una conferencia y dejar claro qué van a hacer, cómo van a seguir, cuál es la postura y todo lo demás. A esto se le suma el tema del juez Lijo. Subir a los dos Menem (Martín y "Lule") a la mesa chica de la política del Gobierno, sobre lo que hay mucho rechazo. También cierta soberbia en el armado de alianzas y, ya metiéndonos dentro de lo económico, se suma la motosierra, que está bien, pero hay lugares donde más que motosierra hay que aplicar bisturí en todo caso. Y un ejemplo es el tema de discapacidad. Entonces, ya había ciertas cosas dentro de la gestión que no estaban cayendo del todo bien, que se terminan de potenciar con el tema de los audios de Spagnuolo (Diego, el extitular de Discapacidad) y le terminan dando este resultado en las urnas al Gobierno nacional.
A todo esto se le puede ver un vaso medio lleno del lado del Gobierno: tienen dos meses para recalcular toda esta situación. Tienen la oportunidad de tomar nota de que las cosas que estaban pasando y que ellos creían que no eran importantes para el electorado sí eran importantes.
"En Salta tenemos tasas de Ingresos Brutos superiores a las que teníamos cuando entramos al pacto fiscal".
¿Y sobre lo económico?
Dentro de lo económico, en líneas generales hay un consenso de que las cosas que se están haciendo bien. Más allá de esta motosierra en lugar de un bisturí en ciertas dependencias, entre los economistas en general hay acuerdo en que el equilibrio fiscal está bien. Ahora lo que está esperando el mercado es ver si el Gobierno suma músculo político, es decir, diputados y senadores, para poder llevar adelante el plan económico que quiere impulsar. Eso es lo que está repercutiendo hoy: que el Gobierno, como viene la mano, no puede sumar músculo político. Creo que se le facturaron errores de gestión y errores de gestión política que el Gobierno creía que no eran importantes, pero el electorado les dijo que sí lo eran. El punto que viene por otro lado es la duda del mercado sobre si el Gobierno en dos meses revierte esta sensación de que acá también hay coimas, de que la motosierra se aplica en cualquier lado y de que se lleva a los empujones con posibles aliados. Esa es la duda del mercado y lo está mostrando hoy.
¿Al Gobierno se le acabó el crédito de haber bajado la inflación?
Creo que impactó mucho todo lo que pasó en estas últimas semanas y el Gobierno no supo vender lo que hizo bien en este año y medio. Así que ahora, en estos dos meses, en estos 50 días hasta las elecciones nacionales de octubre, va a haber un Gobierno tratando de recalcular y mostrar que también le importan esas cosas que a la gente le importan, que quedaron claras en las elecciones, y después potenciar un poco lo que hicieron. Pero sí, es como decís: hay ciertas situaciones o ciertos logros del Gobierno que quedaron de lado por cuestiones más de gestión general.
¿Y puede llegar a empeorar la situación económica por toda la incertidumbre que están causando las elecciones?
Si bien el mercado esperaba que hoy (por este lunes) todo se calme, que las tasas se puedan normalizar y todo lo demás, las cuestiones de fondo no cambiaron. Pero lo que sí cambia es que la herramienta de corto plazo que está usando el Gobierno nacional, que es subir las tasas, creo que están recalculando para cuánto tiempo más la utilizan. Digo herramienta de corto plazo porque después termina repercutiendo en el crédito y tira abajo la actividad. Así que creo que, si lo decimos en forma simple, las herramientas que estaba usando hasta el viernes el Gobierno, tras toda esta turbulencia, no las puede seguir usando 50 días más.
Y esas altas tasas de interés golpean sobre todo a la parte industrial…
Es que el principal problema de hoy es que está todo cortoplacista. El gran logro que tenía el Gobierno era haber dado previsibilidad con una moneda estable y con que el mercado sabe lo que el Gobierno quiere hacer. Ahora, con el resultado de las elecciones la economía se vuelve cortoplacista. Entonces, un industrial que tenía estabilidad de precios y podía hacer presupuestos a más de un año, ahora resulta que se vuelve todo cortoplacista. Y con las tasas de interés que están cobrando, esa previsibilidad que tenía antes ya no la tiene.
El gran problema es que la economía se volvió cortoplacista por 50 días hasta las próximas elecciones, y la herramienta que venía usando el Gobierno, que era la suba de las tasas de interés, ya no te sirve porque todo se vuelve muy caro. Esa es la encrucijada económica que tiene hoy la gestión del Gobierno.
El análisis de corto plazo es cómo encara el Gobierno una gestión económica por 50 días, en las cuales va a haber mucha incertidumbre y mucha desconfianza con respecto a si va a poder conquistar al electorado para tener más músculo político.
Y, por otro lado, en el largo plazo seguimos con los problemas de siempre, que no se solucionan. Un ejemplo en sentido contrario es Córdoba, donde el gobierno provincial anunció la eliminación de Ingresos Brutos para cualquier pyme industrial que facture menos de 3.200 millones de pesos. Eso abarca al 95% de las pymes cordobesas.
Es otra lógica de la que se viene implementando en casi todas las provincias…
Exactamente. ¿Por qué Córdoba sí puede y las otras provincias no? En cuestión de reformas estructurales, mirá cómo sacó ventaja Córdoba al eximir de Ingresos Brutos a las pymes. Acá en Salta tenemos tasas de Ingresos Brutos que son superiores a las que teníamos cuando entramos al pacto fiscal. Entonces, de corto plazo estamos con este problema de incertidumbre económica en el país, pero este problema en 50 días se soluciona de una u otra manera: se acaba esta incertidumbre porque ya las cartas van a estar dadas. Siempre en economía el problema no es la mala noticia, el problema es que no sepas si es buena o mala noticia. La incertidumbre es el problema. El 27 de octubre todos sabemos cuál va a ser el paño de juego a nivel Congreso para los últimos dos años. Así que ahí se acaba esa incertidumbre. Ahora, lo que sí tenemos es que estos otros problemas que vienen de hace años siguen. Estamos hablando desde el gobierno de Urtubey, quien fue el que subió las tasas. Pero fijate cómo hay provincias que sí están eliminando un impuesto tan violento, tan malo como Ingresos Brutos. En Córdoba, el 95% de las pymes quedan exentas de Ingresos Brutos. ¿Por qué nosotros no podemos hacerlo en Salta?