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?Las mujeres cuando compran zapatos, compran gratificación?

Martes, 16 de octubre de 2012 19:56

“Hay que ser protagonista. La moda no es para que uno se esclavice con ella, es para divertirse y expresar la personalidad con seguridad”

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“Hay que ser protagonista. La moda no es para que uno se esclavice con ella, es para divertirse y expresar la personalidad con seguridad”

Brillo, color y tendencia. Esa fue la consigna del desfile que tuvo lugar el viernes pasado, en el Alto Noa Shopping, en el marco de la Ruta de la Moda 2012.

Antes de que comience el desfile, el famoso diseñador de zapatos, Ricky Sarkany, cedió una entrevista exclusiva a El Tribuno, para hablar de su nueva colección y su pasión por este trabajo, al que considera un arte.

Una vez dijiste que lo tuyo es fabricar objetos de deseo. ¿Cómo es ese proceso creativo?

En principio los zapatos para las mujeres no son lo mismo que para los hombres. Me refiero a que los hombres nos los calzamos para acompañar nuestra vestimenta, mientras que las mujeres los usan como un modo de expresar su personalidad. Las mujeres cuando compran zapatos, compran gratificación y se sienten distintas. ¿En qué momento una mujer compra zapatos? Cuando está contenta, enojada, triste, deprimida, eufórica, cuando tiene una reunión, cuando no la tiene, por si la llegara a tener. Cualquier excusa es buena para que una mujer tenga la necesidad y las ganas de comprarse zapatos. El zapato va mucho más allá del zapato en sí mismo. Representa lo mismo que en el cuento de Cenicienta, en que todo giraba alrededor de aquel zapato de cristal, símbolo de amor y felicidad.

¿Cuál es la propuesta de tu marca para esas mujeres?

Lo nuestro es justamente sorprenderlas y darle un valor agregado. La gente utiliza la moda para agradarse, pero también para agradar. Manuel Mujica Lainez, que era muy pituco, fue al hotel Four Season. Allí lo recibió el gerente quien elogió su elegancia y el dijo: “es mi manera de decorar el mundo”. Uno de alguna manera va decorando el mundo con su indumentaria y los zapatos, para las mujeres, son el artículo principal porque le cambian la cara, el humor y la postura.

Se te escucha hablar con mucha pasión acerca de tu trabajo. ¿Te sentís un artista?

Se podría decir que yo y mi gran grupo de trabajo sí somos artistas. Volcamos arte en el desarrollo y diseño de los zapatos y al mismo tiempo somos unos observadores de qué es lo que quiere la mujer y cómo cambia el dinamismo en su manera de expresarse y a la vez sorprenderla. En ese sentido creo que la mejor forma es sorprendiéndonos a nosotros mismos. Somos bastante transgresores...

¿Esa transgresión en tus diseños tiene que ver con la tradición familiar en esto de hacer zapatos?

En principio sí. Ahora se acaba de unir mi hija, la quinta generación de zapateros de mi familia. Sofía acaba de lanzar su primer colección después de haber estudiado arte en Londres. Es una colección completamente fresca, pero a su vez transgresora.

¿Qué hay de los zapatos que hacían tus abuelos o tus padres en los que hacés vos?

Dos cosas: amor y pasión. Y luego está el único capital ilimitado que tenemos todos. Hay limitaciones financieras, de producción y de abastecimiento en materiales, pero no hay ninguna limitación al momento de ser creativos. Es como cerrar los ojos, soñar, imaginarse algo y llevarlo a cabo. La mejor forma de hacer las cosas es dejar de hablar y empezar a hacerlas.

Tu familia tuvo mucho que ver, de cierto modo, en la historia de la moda de Argentina. Tu papá fue el primero que diseñó y puso en el mercado botas para mujeres...

Sí, esa fue una enseñanza muy grande. También lanzó la primer sandalia para mujer. En su momento fueron dos fracasos rotundos. Los comerciales decían: “¿Vio Sarkany que usted estaba equivocado? Las botas nunca se van a usar en este país”. La nuestra es una sociedad machista, conservadora, el clima es muy húmedo... No vendió nada. Pero hay que vencer barreras. Hoy, la cosa es bien distinta.

Hoy las mujeres se animan más...

Sí. Hay que ser protagonista. La moda no es para que uno se esclavice con ella, es para divertirse y expresar la personalidad con seguridad. Antes los medios señalaban qué era lo que se iba a usar y empezaban todos a usarlo pero no porque les gustara sino para no tomar riesgos y que pudiera decir “­mirá lo que se puso!”. Ahora la moda pasa mucho más por la personalidad de la persona. Se trata de disfrutar, de jugar y de no tener miedos.

Para terminar, contános sobre tu última colección...

La colección refiere a una libertad total de creatividad y de propuestas donde se combinan materiales y colores de una manera no convencional. La libertad que pregonamos en distintos ámbitos de la vida, la pregonamos también en la moda. Que cada persona se vista como quiera, haga lo que quiera y fundamentalmente aproveche el color para decorar el mundo.

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