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Veinticinco heridos, siete de ellos agentes de la empresa de seguridad contratada por River y un joven de 18 años con un paro cardíaco, fue el resultado que dejó momentos de furia de barras durante el superclásico en el estadio Monumental.
Todos los heridos fueron derivados al hospital Pirovano, donde, los médicos de la guardia salvaron a un joven de 18 años que ingresó con paro cardiorrespiratorio y se encontraba delicado en observación.
En tanto los otros heridos estaban "fuera de peligro, en su mayoría con politraumatismos y excoriaciones", según explicó el director del SAME, Alberto Crescenti.
"El más delicado es un hombre de 18 años a quien la guardia logró sacar de un paro cardiorrespiratorio y está en el shock room", agregó el médico.
Horas después del partido se registraron rotura de autos sobre las avenidas Figueroa Alcorta y del Libertador, zona de salida de hinchas de Boca.
Crescenti negó tener conocimiento de alguna víctima fatal, y luego fueron los socios gerentes de la empresa Tech Security quienes negaron que algunos de sus agentes hayan fallecido en el estadio, saliendo al cruce de informaciones que daban dos muertos en los hechos ocurridos en la Centenario alta.
"La gente está bien, están siendo atendidos. Son siete en el Pirovano con heridas leves", sostuvo Pablo Vázquez, uno de los gerentes, por el canal TN.
Su socio, Ignacio Caló dijo por el canal C5N que "los rumores no son ciertos" y que solo "tuvieron heridas en la cara y golpes".
Los incidentes se iniciaron a los 25 minutos del segundo tiempo, cuando el uruguayo Rodrigo Mora hizo el segundo gol de River.
El jefe de Seguridad de River, Carlos Mosquera, describió por radio 10 que la gente contratada fue "agredida y a uno lo arrojaron por la tribuna".
Bianchi contó que "por protocolo a los 15 minutos los agentes suben hasta la cabecera para luego, cuando termina el partido, guiar y hacer el barrido de los hinchas para la salida, pero cuando River hace el gol y algunos inadaptados se las agarraron con el personal".
"Calculo que tiene que haber sido alguna desinteligencia de la Policía de no haber mandado a alguien para apoyar", tiró Bianchi como crítica a la fuerza de seguridad que afectó a 1.200 efectivos.
Ante los ataques de los barras de Boca contra el personal de Tech, Bianchi fue contundente: "en ningún momento tuvimos apoyo policial".
Una vez finalizado el partido, los hinchas de Boca se fueron haciendo gestos obscenos hacia los de River que desde las alturas tiraban todo lo que tenían a mano.
Según se supo horas después del partido, hubo automóviles dañados en las avenidas Figueroa Alcorta y Libertador.