La historia de María Ovando podría convertirse en el caso emblemático que describe la situación de pobreza real y violencia que viven algunos ciudadanos argentinos. Ayer el fiscal de la ciudad misionera de Eldorado Federico Rodríguez pidió la pena de cinco años de prisión contra la mujer, de 37 años, acusada del abandono de su hija de tres años, quien murió tras padecer un severo cuadro de desnutrición.
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La historia de María Ovando podría convertirse en el caso emblemático que describe la situación de pobreza real y violencia que viven algunos ciudadanos argentinos. Ayer el fiscal de la ciudad misionera de Eldorado Federico Rodríguez pidió la pena de cinco años de prisión contra la mujer, de 37 años, acusada del abandono de su hija de tres años, quien murió tras padecer un severo cuadro de desnutrición.
La acusación que cae sobre Ovando es la de abandono de persona. Su caso es seguido por organizaciones de juristas y políticos debido a los ribetes casi salidos de la realidad que tocan su historia. La mujer nunca fue a la escuela, varios de sus hijos no fueron jamás registrados y por tal motivo no tuvo acceso a los beneficios sociales del Estado.
Durante el desfile de testigos por parte de la fiscalía se acreditó que los niños estaban casi siempre solos. En la mayoría de esas ocasiones, la acusada estaba trabajando. También se dijo que estaban sucios y sin la alimentación necesaria. Los agentes sanitarios afirmaron durante sus testimonio que la víctima fatal, la pequeña Carolina, presentaba signos graves de desnutrición. Llama la atención que a estos agentes sanitarios se les olvidara registrar que la pequeña era indocumentada, puesto que el primer dato oficial de que existió se tuvo cuando se denunció su muerte. Para el fiscal Federico Rodríguez, María Ovando debe ser condenada por el delito de “abandono de persona calificado, agravado por el vínculo”, aunque admitió una serie de atenuantes como el contexto social en que vivía la familia y, en cambio, le achacó no haber prestado la debida atención al estado de salud de su hija. La sentencia contra la mujer sería difundida hoy por el Tribunal Penal 1 de Eldorado, 200 kilómetros al norte de Posadas, ya que la última parte de la audiencia de ayer fue dedicada a escuchar el alegato de la defensa de Ovando. La pequeña Carolina, de 3 años, murió en marzo de 2011 y en un comienzo la mujer ocultó el cuerpo, aunque luego admitió que había muerto cuando la llevaba a un hospital. También relató que por temor a su pareja, la enterró a la vera del camino en una pequeña fosa cavada con sus manos.
Ovando llegó al juicio cumpliendo prisión en un penal de Posadas, ya que la justicia consideró que, por tener familiares en Paraguay, podía fugarse. Rodríguez, al abrir ayer la etapa de alegatos, desestimó la posibilidad de acusar de la muerte de la pequeña a su madre. Sin embargo, consideró “probado el hecho de abandono, en este caso a (su hija) Carolina”. En cambio, “el dato de no haberse podido determinar la causa de la muerte, juega en favor de María Ovando porque no pudo establecerse el origen”, es decir, “qué enfermedad padecía (la niña) previo a la muerte”, destacó. El fiscal, a modo de atenuante, dijo que se trata de “una persona que vive en la marginalidad y que toda su vida se desarrolla en un ambiente, por lo menos, de violencia”.