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La pelea, también en el Congreso

Martes, 06 de noviembre de 2012 23:00

Casi a nadie le gusta el Congreso, Sin embargo, a pesar del disgusto público por la parálisis entre legisladores y el presidente Barack Obama que ha dominado los últimos dos años, los republicanos siguen en posición para seguir controlando la Cámara de Representantes los próximos dos años, probablemente por el mismo margen que tienen ahora.

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Casi a nadie le gusta el Congreso, Sin embargo, a pesar del disgusto público por la parálisis entre legisladores y el presidente Barack Obama que ha dominado los últimos dos años, los republicanos siguen en posición para seguir controlando la Cámara de Representantes los próximos dos años, probablemente por el mismo margen que tienen ahora.

Los demócratas esperan agregar 25 asientos el día de las elecciones a los que necesitarían para controlar la cámara, o al menos ganar una cifra saludable de distritos. Ahora, después que los candidatos gastaron un récord de 1.100 millones de dólares, parece que los demócratas podrían conseguir un puñado de asientos e incluso perder algo de fuerza en las elecciones del martes.

Aunque los 435 asientos de la cámara baja están en juego, sólo 60 enfrentan contiendas verdaderamente competitivas.

Los demócratas tienen como objetivo a muchos de los 87 miembros del movimiento conservador del Tea Party del Partido Republicano que llegaron en 2010 y que arrasaron con el partido para controlar la cámara. Sólo una decena enfrentaba desafíos.

Mientras la ventaja de Obama ante su rival republicano Mitt Romney se marchitó hasta casi un empate a medida que se acercaba el día de la votación, las expectativas de los demócratas de que esa ventaja hubiera impulsando a sus candidatos, también se encogieron.

Los republicanos, fortaleciendo su mejorado control de las legislaturas estatales, también hicieron un robusto trabajo para proteger a sus legisladores salientes y debilitó a los demócratas cuando los límites de los distritos legislativos fueron rediseñados después del censo de 2010, en especial en estados como Pensilvania y Carolina del Norte.

La economía y los empleos dominaron la campaña presidencial, pero hubo poca evidencia de que algún partido aprovechara esos temas de una forma decisiva a nivel de la Cámara de Representantes.

Ambos lados estuvieron de acuerdo en que las elecciones de este año carecían de una ola nacional que hubiera dado fuerza avasalladora a cualquiera de los dos lados, como ocurrió cuando los demócratas se hicieron con el control en 2006 y expandieron su mayoría en 2008 y los republicanos recuperaron la cámara en 2010.

Los republicanos llegan a las elecciones del martes controlando la cámara por 242-193.

En octubre una encuesta de CBS News-New York Times mostró que sólo 15% de los estadounidenses aprueban el trabajo del Congreso, casi su mínimo histórico. Un sondeo de Associated Press-GfK en agosto mostró que 39% aprobaba a los legisladores demócratas y 31% a los republicanos.

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