El dictamen de la Comisión de Acuerdos fue lapidario con el candidato. Sostiene que “no ha evidenciado la necesaria coherencia, fundamentalmente cuando intenta mostrar su independencia política” y concluye que “de los antecedentes cotejados, se desprende que no aparece con la idoneidad que el cargo al que aspira requiere”. Finalmente el Senado de la Nación, con el voto unánime de sus integrantes, resolvió “no prestar su acuerdo a la Presidenta de la Nación, para designar Juez, del Juzgado Federal de Primera Instancia N§1 de Salta, a Julio Leonardo Bavio”. No tuvo un solo voto a favor. Ni en la Comisión de Acuerdos, ni en el plenario del Cuerpo.
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El dictamen de la Comisión de Acuerdos fue lapidario con el candidato. Sostiene que “no ha evidenciado la necesaria coherencia, fundamentalmente cuando intenta mostrar su independencia política” y concluye que “de los antecedentes cotejados, se desprende que no aparece con la idoneidad que el cargo al que aspira requiere”. Finalmente el Senado de la Nación, con el voto unánime de sus integrantes, resolvió “no prestar su acuerdo a la Presidenta de la Nación, para designar Juez, del Juzgado Federal de Primera Instancia N§1 de Salta, a Julio Leonardo Bavio”. No tuvo un solo voto a favor. Ni en la Comisión de Acuerdos, ni en el plenario del Cuerpo.
¿Cómo se vuelve de esto? Julio Bavio tiene la fórmula. Ante la pregunta de un abogado acerca de si renunciaría como Juez subrogante, cargo que ocupa desde marzo de 2009, para volver a su antigua función de Secretario en el fuero federal, respondió: -No, me voy a quedar en el molde.
¿Puede hacerlo, a pesar de que la resolución de la Cámara Alta consideró que carece de idoneidad para ocupar el cargo? Sí, puede “quedarse en el molde”, hacerse el distraído y seguir ocupando como suplente o subrogante la titularidad del Juzgado Federal N§1. Hasta tanto se sustancie un nuevo concurso que tardaría no menos de dos o tres años.
¿Y la dignidad? La dignidad cedería, ante lo que los viejos radicales llamaban “efectividades conducentes”.
Solo un obstáculo podría interponerse en ese camino: que la Cámara Federal de Apelaciones, que integran Luis Renato Rabbi - Baldi Cabanillas, Jorge Luis Villada y Roberto Gerardo Loutayf Ranea, le pida la renuncia y designe a otro Juez subrogante en su reemplazo. O le confiera la responsabilidad de hacerse cargo del juzgado vacante desde 2008, luego de la renuncia de Abel Cornejo, al titular del Juzgado Federal N§ 2, Miguel Antonio Medina. Pero a esas opciones las descartan en el ámbito judicial.
Fuerte apoyo
Aseguran que nadie lo tocará a Bavio, porque goza del respaldo de Horacio Aguilar, influyente amigo personal del gobernador y titular de uno de los estudios jurídicos que más prosperó en Salta en los últimos años. Por su cercanía con el poder político y por su capacidad de lobby en la Ciudad Judicial y en el edificio de la calle Deán Funes que alberga a la Justicia Federal.
Considerado una de las espadas jurídicas de Urtubey, renunció en 2011 al contrato que tenía como asesor en el Grand Bourg, pero fue reemplazado en idéntico cargo por su hermano, Julián Marcelo, quien por entonces no estaba matriculado como abogado en Salta.
Capaz de moverse con agilidad en distintos escenarios, es representante del grupo Clarín en nuestra provincia y de Carlos Pedro Blaquier en Jujuy, mientras asesoraba en materia de Derechos Humanos al gobierno salteño. Apoderado de la empresa de ómnibus Flecha Bus en el contencioso que mantenía por la Veloz del Norte con Marcos Levín y representante legal de la familia de Cassandre Bouvier, la turista francesa asesinada junto a Houria Moumni, en la Quebrada de San Lorenzo, dicen que nada de importancia se mueve jurídicamente en Salta sin que tome conocimiento sobre el tema este ex titular del Juzgado Federal N§ 2 de Jujuy; subrogante en el Juzgado Federal N§1 y en la Cámara Federal de Apelaciones de Salta hasta 2009.
Precisamente esa cercanía con Aguilar fue uno de los motivos, no el único, que provocó la durísima descalificación del Senado. El dictamen cita la impugnación presentada por el abogado Víctor Hugo Belmont, quien sostuvo que “el doctor Bavio no es independiente, por el ascendiente moral que ejerce (sobre su persona) el doctor Aguilar”. Agrega que, “en el año 2009, Horacio Aguilar integraba la Cámara Federal de Apelaciones de Salta y al firmar la acordada 3/09 designó a Julio Bavio como juez subrogante, vulnerando fallos de la Corte Suprema de Justicia en la materia”. Es que a esa altura, la jurisprudencia de la Corte, indicaba que no podían ser jueces subrogantes, quienes se desempeñaban como secretarios de los Juzgados vacantes.
Designación irregular
Más adelante afirma que, “siendo el candidato uno de los secretarios más antiguos de la Cámara, debía saber que su designación era irregular, pese a lo cual aceptó, prestó juramento y permanece en funciones desde 2009, lo cual lo hace incurrir en el delito de nombramiento ilegal, previsto en el artículo 253 del Código Penal”. El dictamen de la Comisión de Acuerdos también cita a Belmont, cuando dice que “el impugnante sostiene que la designación irregular de Bavio tuvo y tiene para su impulsor (Aguilar) una finalidad evidente y concreta, cual es la respuesta ágil y favorable a los intereses que aquel representa por ante el Juzgado Federal N§ 1 de Salta”.
Hasta aquí los hechos. ¿Se saldrá alguien “del molde” para modificarlos? ¿Seguirá ocupando Julio Bavio el Juzgado Federal Nº 1 a pesar de la descalificación que sufrió? ¿O tal vez, iluminado “a giorno” el escenario, sus amigos le recomienden que se aparte, para designar en su lugar a un abogado de la matrícula, también amigo, por supuesto, de Horacio Aguilar? Todo es posible, en la dimensión desconocida, decía el relator en off de una vieja serie de televisión.