18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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?Los aseguradores no somos vendedores, somos asesores?

Viernes, 21 de diciembre de 2012 21:57

 Rogelio David se describe como un asesor de seguros con trayectoria, a quien los particulares y las empresas de la región consultan por lo que demostró en este tiempo, en 50 años en el negocio. Esa es la carta de presentación que comenzó a escribir en 1962 cuando se metió de lleno en el sector y lo comenzó a conocer en detalle: la experiencia de su padre, de quien heredó una cartera de clientes fidelizada, fue el espejo en el que se proyectó.
Hoy, y después de haber pasado por etapas en las que combinó la profesión con la dirigencia institucional y el deporte, trabaja sin pensar en el retiro, acompañado por sus hijos María Eugenia y Rogelio Sebastián. Vocación, honestidad, disposición, profesionalismo, son los calificativos que enumera cuando describe el perfil que deberían tener quienes se dedican a los seguros. Y eso porque “nosotros no somos solo vendedores, somos asesores y debemos acompañar a las personas lo mejor posible en la elección de una compañía”.
La vida profesional de David se hilvana en varios capítulos. El primer paso lo dio a los 21 años después del fallecimiento de su padre. “Su trayectoria me abrió puertas. Luego me fui profesionalizando, estudiando más. Mi elección no solo tuvo que ver con la herencia de mi padre, sino también por vocación”, indicó a El Tribuno en un repaso rápido del trabajo de estos últimos 50 años.
En el medio corrió carreras de rally, estuvo al frente de instituciones deportivas como el Auto Club, fue directivo del Rotary, fue elegido mejor dirigente de un Mayo Deportivo y rechazó varias propuestas para hacer política. De esto último -aseguró- no se arrepiente porque la profesión le dio otras oportunidades como la de fundar junto a Alfredo José, en los ’70, la Asociación de Productores Asesores de Seguros de la Argentina (Apas Salta), institución que hoy preside. Además dio el puntapié para formar la Cámara de Aseguradores de Salta (CAS), también en la década del ’70. Los logros siguen: en 1973 fue designado gerente regional de Commercial Union y luego de su subsidiaria Antorcha, cargo en el que siguió hasta 1994; desde entonces y hasta la fecha administra su propia organización, diversificando la producción entre más de 10 aseguradoras, representando a Allianz desde hace 16 años.
En 1960 la competencia comenzó a crecer, no solo con las empresas locales sino con las representaciones de Buenos Aires.
“Nosotros mantuvimos costos razonables y una cartera con el 60% en seguros de empresas y 40% en autos y demás riesgos. Cumplimos todos nuestros compromisos, pagamos los siniestros de incendios más importantes en la provincia (Lufa, Zamar, Dantur) y por todos fuimos felicitados. Estoy orgulloso de haber sabido elegir, aun resignando tentaciones económicas más rentables”.

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 Rogelio David se describe como un asesor de seguros con trayectoria, a quien los particulares y las empresas de la región consultan por lo que demostró en este tiempo, en 50 años en el negocio. Esa es la carta de presentación que comenzó a escribir en 1962 cuando se metió de lleno en el sector y lo comenzó a conocer en detalle: la experiencia de su padre, de quien heredó una cartera de clientes fidelizada, fue el espejo en el que se proyectó.
Hoy, y después de haber pasado por etapas en las que combinó la profesión con la dirigencia institucional y el deporte, trabaja sin pensar en el retiro, acompañado por sus hijos María Eugenia y Rogelio Sebastián. Vocación, honestidad, disposición, profesionalismo, son los calificativos que enumera cuando describe el perfil que deberían tener quienes se dedican a los seguros. Y eso porque “nosotros no somos solo vendedores, somos asesores y debemos acompañar a las personas lo mejor posible en la elección de una compañía”.
La vida profesional de David se hilvana en varios capítulos. El primer paso lo dio a los 21 años después del fallecimiento de su padre. “Su trayectoria me abrió puertas. Luego me fui profesionalizando, estudiando más. Mi elección no solo tuvo que ver con la herencia de mi padre, sino también por vocación”, indicó a El Tribuno en un repaso rápido del trabajo de estos últimos 50 años.
En el medio corrió carreras de rally, estuvo al frente de instituciones deportivas como el Auto Club, fue directivo del Rotary, fue elegido mejor dirigente de un Mayo Deportivo y rechazó varias propuestas para hacer política. De esto último -aseguró- no se arrepiente porque la profesión le dio otras oportunidades como la de fundar junto a Alfredo José, en los ’70, la Asociación de Productores Asesores de Seguros de la Argentina (Apas Salta), institución que hoy preside. Además dio el puntapié para formar la Cámara de Aseguradores de Salta (CAS), también en la década del ’70. Los logros siguen: en 1973 fue designado gerente regional de Commercial Union y luego de su subsidiaria Antorcha, cargo en el que siguió hasta 1994; desde entonces y hasta la fecha administra su propia organización, diversificando la producción entre más de 10 aseguradoras, representando a Allianz desde hace 16 años.
En 1960 la competencia comenzó a crecer, no solo con las empresas locales sino con las representaciones de Buenos Aires.
“Nosotros mantuvimos costos razonables y una cartera con el 60% en seguros de empresas y 40% en autos y demás riesgos. Cumplimos todos nuestros compromisos, pagamos los siniestros de incendios más importantes en la provincia (Lufa, Zamar, Dantur) y por todos fuimos felicitados. Estoy orgulloso de haber sabido elegir, aun resignando tentaciones económicas más rentables”.

Más conciencia de los consumidores

A pesar de que hay más conciencia aseguradora, la gente sigue privilegiando el costo más que la seguridad. Este tiempo en Argentina no es fácil y los negocios de los seguros siguen, invariablemente, los vaivenes de la economía.
Rogelio David lo explica: “La gente privilegia el costo más que la seguridad, a pesar de que -por ejemplo- un seguro de vida beneficia a toda la familia”. De todas formas este profesional ve un optimista mercado asegurador en el futuro. “Estamos en un crecimiento generalizado, es una actividad ligada a todos los sectores de la economía y por lo tanto dependemos de ella”.
En la provincia los seguros agrícolas son los que más crecieron, empujados por los cambios climáticos; los de automóviles y los de vida también siguen al frente, como sucede habitualmente.
“El negocio tiene una función esencial en la vida económica. La gente tiene que saber elegir y que es indispensable el asesoramiento personal para evitar inconvenientes, la atención personal es importante”, agregó el asesor de seguros con 50 años de trayectoria en el mercado salteño y regional.
En la provincia hay 450 productores de seguros. Desde la crisis económica de 2001, cerraron más doscientas compañías.

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