2012 ratificó que existe una nueva situación mundial y que la Argentina se encuentra frente a ella ante una extraordinaria oportunidad histórica. El dato estratégico central de este escenario, luego del punto de inflexión que fue la crisis global 2008, es que la globalización es liderada ahora por los países emergentes (China, India y Brasil) y no por EEUU.
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2012 ratificó que existe una nueva situación mundial y que la Argentina se encuentra frente a ella ante una extraordinaria oportunidad histórica. El dato estratégico central de este escenario, luego del punto de inflexión que fue la crisis global 2008, es que la globalización es liderada ahora por los países emergentes (China, India y Brasil) y no por EEUU.
El último informe de la Organización de Cooperación para el Desarrollo (OCDE), el club que nuclea a las 34 economías altamente desarrolladas, pronostica que antes de que finalice esta década, el producto bruto interno de China superará al de Estados Unidos.
Este cambio tiene un importante correlato simbólico. Xi Jinping, el flamante Secretario General del Partido Comunista Chino, será el líder de la primera potencia económica mundial. En consecuencia, el sucesor de Barack Obama en la presidencia de Estados Unidos será la cabeza de la segunda potencia económica mundial.
Está en marcha entonces un formidable traslado de poder mundial que se desarrolla en cuatro dimensiones simultáneas: desde el mundo desarrollado hacia el mundo emergente, desde Occidente hacia Oriente, desde el Norte hacia el Sur y desde Atlántico hacia el Pacífico.
El paso del unilateralismo al multilateralismo de la política de Washington, ratificado con la reelección de Obama, adquirió carácter estructural tras la crisis de 2008. Este sistema sustituye al unilateralismo norteamericano de 1991-2008, basado en la unipolaridad del poder mundial, cuyo eje era Estados Unidos.
En septiembre de 2008, fecha de la iniciación de la crisis, China se convirtió en la principal acreedora de EEUU, cuando su tenencia de títulos del Tesoro alcanzó 739.600 millones de dólares. Hoy tiene 3.200 billones de dólares de reservas y es titular de 1.5 billones de dólares de bonos del Tesoro estadounidense.
Dos prioridades
Un factor estratégicamente relevante para la Argentina es lo que sucede en Brasil, erigido en la sexta potencia económica mundial. Brasil es el “país-espejo” de la Argentina en esta segunda década del siglo XXI. En 2011, Brasil atrajo 66.500 millones de dólares en inversión extranjera directa. Es el tercer país del mundo en materia de inversiones, detrás de Estados Unidos y China.
El 46% de esos 66.500 millones de dólares se dirige hacia la producción manufacturera. Brasil aprovecha esta oportunidad para, a partir de los beneficios que surgen de la producción agroalimentaria y minerales, reconvertir y aumentar la productividad de su industria manufacturera.
La profundización de la alianza con Brasil y el vuelco hacia China y las economías emergentes de Asia Pacífico, lo que supone el fortalecimiento de la asociación con Chile, constituyen las dos prioridades estratégicas de la Argentina, hoy.
Locomotora de la economía
La OCDE subraya que China se ha transformado “en la usina del crecimiento global” y agrega que un papel semejante asumió Brasil en el plano de la agricultura y la producción de alimentos; y Arabia Saudita en petróleo y gas. Según la OCDE: “en los últimos 20 años, China duplicó su participación en la producción manufacturera mundial, triplicó su porcentaje de la producción de acero, y cuadruplicó su parte en el crecimiento del PBI global. China tiene ahora más de una décima parte del total de las reservas mundiales y recibe un décimo de los envíos que realizan a sus hogares los emigrantes que trabajan en el exterior. Una de cada tres marcas en el mundo es china y una de cada seis patentes también lo es”. La irrupción de China e India en la economía mundial modificó la estructura en los términos de intercambio global. La consecuencia es que, para el resto de los países emergentes, reaparecieron las ventajas comparativas en la producción de commodities y materias primas, ante todo para América Latina y África.
Ubicación de la Argentina
La Argentina es uno de los países más favorecidos por el nuevo contexto mundial. A partir de 2008, la masa del ahorro mundial se dirige hacia el mundo emergente y ha dejado de financiar al mundo avanzado. El giro en la direccionalidad del flujo global de capitales significa que el ahorro mundial está en búsqueda de mejores oportunidades de inversión. El mundo emergente responde hoy por el 80% del crecimiento de la economía mundial.
La Argentina es uno de los tres principales países exportadores de alimentos, después de Estados Unidos y Brasil. Pero la Argentina tiene escasa población relativa en relación a sus competidores. Estados Unidos alberga más de 300 millones de habitantes, Brasil cerca de 200 millones y la Argentina sólo 40. Esto hace que la Argentina coloque en el mercado mundial la masa de su producción agroalimentaria, mientras que sus competidores lo hacen con el saldo que les resta tras satisfacer el consumo de sus gigantescos mercados internos. Por eso, la importancia de la Argentina en el mercado mundial como exportadora de alimentos es aún mayor que la de su condición de productora. A esto hay que sumar que el agro argentino se ha erigido en los últimos 20 años en el más competitivo del mundo, incluso superior en niveles de productividad e innovación a los del Medio Oeste norteamericano, con costos de producción un 30% inferiores en la Argentina.