Impotencia, debate y condena pública. A 8 meses del episodio, el análisis de la reacción de la gente en las redes sociales y las manifestaciones espontáneas para pedir castigo a los responsables de las heridas que sufrió un perro en la plaza 9 de Julio.
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Impotencia, debate y condena pública. A 8 meses del episodio, el análisis de la reacción de la gente en las redes sociales y las manifestaciones espontáneas para pedir castigo a los responsables de las heridas que sufrió un perro en la plaza 9 de Julio.
Dardo fue víctima de la imprudencia. El mediodía del 27 de abril, en medio de una jornada alegre y de algarabía estudiantil, el perrito fue herido gravemente. Alumnos de distintos colegios del centro habían terminado la jornada escolar. El ánimo era de festejo en la plaza 9 de Julio, pero rápidamente las ganas de celebrar se desdibujaron.
Un petardo estalló dentro del hocico de Dardo, un perrito callejero. Se salvó luego de ser intervenido quirúrgicamente, pero nadie pudo borrar las imágenes que circularon en los medios de comunicación, ni en las redes sociales. Nadie pudo desprenderse de la bronca y la impotencia que devino de una acción imprudente y absolutamente evitable.
A 8 meses de lo ocurrido, quizás el único debate que faltó es el de la condena pública a dos menores de edad señaladas como las responsables de este triste episodio. Escraches a la institución a la que asistían las chicas e insultos de todo tipo en las redes sociales dieron cuenta de lo sensibilizada que está la gente y de lo mal que puede llegar a reaccionar frente a situaciones que trascienden el concepto de conmoción pública.
Quizás pueda inferirse, también, cierto descreimiento y desconfianza hacia las instituciones. Se pedían castigos severos para con los responsables, que fueran más allá de apercibimientos escolares. Justicia por mano propia, al menos en la exposición también irresponsable (como el acto de encender un petardo en plena plaza 9 de Julio), es lo que parecía copar el discurso de muchos de los que lloraron por Dardo y que no quisieron dejar pasar por alto un episodio sangriento, que a todos puso la piel de gallina.
La venta libre de pirotecnia y la cantidad de perros callejeros le siguieron al debate. A horas de acabarse este 2012 estos son, aún, debates pendientes.