La Iglesia Católica bajó ayer la tensión con el Gobierno por el crítico documento en el que advertía sobre divisiones “irreconciliables” en la sociedad y consideró “"positivo” que la presidenta Cristina Fernández haya respondido con celeridad al pedido de audiencia de la cúpula episcopal que encabeza monseñor José María Arancedo. “No creo que haya que darle al tema ningún significado político contra el Gobierno, no es una crítica a nadie en particular, fue dirigido a la sociedad en su conjunto”, dijo a la prensa el vocero de la Conferencia Episcopal Argentina, sacerdote Jorge Oesterheld. “Los obispos expresaron en el documento del pasado jueves que existen divisiones importantes en la sociedad, por lo que hay que evitar que se conviertan en divisiones irreconciliables”, puntualizó. El portavoz destacó la “rápida respuesta”" de la Casa Rosada al pedido de audiencia formulado por la mesa ejecutiva y recordó que quedó confirmada el miércoles pasado, el mismo día que fue solicitada, y agendada para el 18 de diciembre.
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La Iglesia Católica bajó ayer la tensión con el Gobierno por el crítico documento en el que advertía sobre divisiones “irreconciliables” en la sociedad y consideró “"positivo” que la presidenta Cristina Fernández haya respondido con celeridad al pedido de audiencia de la cúpula episcopal que encabeza monseñor José María Arancedo. “No creo que haya que darle al tema ningún significado político contra el Gobierno, no es una crítica a nadie en particular, fue dirigido a la sociedad en su conjunto”, dijo a la prensa el vocero de la Conferencia Episcopal Argentina, sacerdote Jorge Oesterheld. “Los obispos expresaron en el documento del pasado jueves que existen divisiones importantes en la sociedad, por lo que hay que evitar que se conviertan en divisiones irreconciliables”, puntualizó. El portavoz destacó la “rápida respuesta”" de la Casa Rosada al pedido de audiencia formulado por la mesa ejecutiva y recordó que quedó confirmada el miércoles pasado, el mismo día que fue solicitada, y agendada para el 18 de diciembre.
“Los argentinos tenemos que vivir lo más en paz que podamos. El esfuerzo tiene que estar puesto en solucionar los conflictos", aseguró.
Oesterheld hizo estas precisiones en la sede episcopal del barrio porteño de Retiro, donde desde hoy y hasta mañana se reúne la comisión permanente del Episcopado, que integra una veintena de obispos. La relación entre el Gobierno y la Iglesia volvió a tensarse tras la difusión del pronunciamiento, en el que se advertía sobre posibles divisiones en “bandos irreconciliables" y se criticaban los "excesivos caudillismos” y la falta de independencia de los poderes del Estado. El kircherismo ignoró en un principio el documento y luego minimizó al vincularlo con el 7 de diciembre, la fecha tope para la puja judicial por la Ley de Medios Audiovisuales.
Mientras que el vicepresidente Amado Boudou aseguró que lo que dice la Iglesia “no le importa a nadie”, el senador Aníbal Fernández consideró que el eclesiástico incluyó “un montón de verdades de Perogrullo”.